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a fondo 128 do. Y el X-Wear también. Es cierto que los hábitos de compra del consumidor cambiaron y, también, cambiaron sus preferencias en cuanto a marcas, pero tanto después de esa gran crisis como tras el bache del coronavirus -que fue un auténtico shock pero probablemente menos dramático, económicamente, que la crisis económica- el gliss vuelve a estar en un buen momento. Las sensaciones, a día de hoy, son bastante buenas porque la moda deportiva en general y, especialmente, la estética surfera (un paraguas bajo el que se cobijan marcas de surf y skate) ha vuelto a ganar peso. Porque pese a la crisis, pese a la “masificación” de ciertas marcas de este universo, la estética surf y skate sigue teniendo mucho tirón, sobre todo entre los más jóvenes. Y eso es tener mucho ganado… EL SKATE EMPUJA DEL CARRO Sin hacer demasiado ruido, y en un contexto poco favorable, el skate hace años que se ha convertido en el gran reclamo del gliss. Lo que perdió el surf –o las marcas supuestamente vinculadas a este universo- lo ganó, en gran parte, el skate, que supo aprovechar mejor que nadie el “desencanto” de muchos consumidores –y tiendas- hacia algunas marcas del mundo surfero. Por su excesiva popularización y, también, por sus estrategias comerciales. El skate, en silencio, fue ganando terreno, manteniendo su autenticidad y, también, sus canales lógicos de venta. La mayoría no han podido evitar –y tampoco han querido hacerlo- entrar en el complejo espiral de la moda deportiva, pero han gestionado mucho mejor su paso por este complejo territorio, sobre todo a nivel comercial. Y el comercio, advertido por la crisis, ha sido un buen cómplice para que estas marcas no cayeran en los mismos errores que las grandes del surf. Es cierto, para ser justos, que el skate se ha hecho fuerte en un contexto menos hostil que el de hace 15 años, sobre todo porque ya nadie discute estrategias de DTC -al surf le costó muy caro, por ejemplo, ser pionero en abrir tiendas propias- pero no menos cierto es que ha sabido gestionar mucho mejor su progresión. Si hace 10 o 15 años el mundo gliss era un coto privado de marcas como Billabong, Rip Curl, Quiksilver y compañía –hablamos de urbanwear, no de colecciones para surf o skate-, hoy en día hay una lista interminable de marcas vinculadas al mundo skate que se han convertido en iconos para muchos adolescentes y jóvenes. Marcas como Vans, Dc Shoes, DVS, Etnies, Kustom, Ecko, Element o, incluso, la línea SB de Nike, tienen cada vez mayor presencia en las calles, tanto entre los skaters como, sobre todo, entre los que no tienen ningún interés en este deporte pero sí visten siguiendo las tendencias que marca el skate. Especialmente en calzado. Tendencias, por cierto, que han seguido muchas otras marcas del sector sin ningún tipo de vinculación con el mundo gliss. Además, no hay que olvidar que, a diferencia del surf, el skate como deporte sí cuenta con una base más visible de practicantes. Que además suelen ser jjóvenes, el target más importante de las marcas. Las tiendas, obviamente, han reaccionado. A la creciente lista de comercios multideporte que están explotando esta categoría, se ha unido un aumento de las pequeñas tiendas especialistas. Cada uno de estos formatos tiene su público (los primeros más “generalistas”, con un fuerte protagonismo de las gamas de iniciación o medias; y los segundos con una oferta pensada para los más “selectivos”) pero el pastel es suficientemente grande (y heterogéneo) como para que, por ahora, todas las partes puedan sacarle partido… Además, y esa es probablemente la gran diferencia con el surf, el skate ha conseguido ganar protagonismo con el textil pero, sobre todo, lo ha hecho con el calzado, algo que las marcas más vinculadas al surf intentaron pero no consiguieron. El skate ha conseguido imponer su look en las calles y convertirse en un icono de la moda urbana. Y eso, en un país donde el calzado es tan fuerte, capaz incluso de aguantar el tipo en los peores momentos, es un valor añadido con un precio incalculable OTRO TIPO DE GLISS QUE TAMBIÉN CRECE Surf y skate son los dos grandes pilares, al menos en nombre, del universo gliss. Pero no son los únicos. Snowboard a parte (nosotros preferimos ubicarlo en los deportes de nieve aunque tenga muchas semejanzas en filosofía y tarjet), no podemos cerrar este breve análisis del gliss sin hablar de dos modalidades que, con una vinculación no directa pero sí “en esencia”, tienen un peso importante en este universo: patines (roller) y patinetes. Aunque ha tenido importantes altibajos en las dos últimas décadas, el roller es un universo con un buen volumen de practicantes –y ventas-. La segmentación por topologías (fitness, velocidad, half pipe y free style) ha servido para dinamizar el segmento y convertirlo en uno de los tres deportes más practicados en ciudad. El tarjet es muy heterogéneo, pero podríamos dividirlo en dos grandes grupos: por un lado los patinadores más extremos –con una práctica muy similar a la de los skaters (half pipe, piruetas, free style, barandillas…) y por otro quienes patinan como “ocio”. Que son El skate ha conseguido ganar protagonismo con el textil pero, sobre todo, con el calzado, algo que las marcas más vinculadas al surf nunca consiguieron. Y eso, en un país donde el calzado es tan fuerte, incluso en tiempos difíciles, tiene un valor incalculable

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