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El gliss es un buen ejemplo, quizás el mejor, de cómo un segmento puede pasar, en muy poco tiempo, del éxito al fracaso. Y del fracaso a recuperar casi todo el terreno. Caprichos de la moda, en parte. Y también las propias características de un universo que tiene muy poco de práctica y demasiado de tendencia. Velocidad de crucero ya se habían empezado a torcer un poco antes, cuando tras el espectacular boom que experimentó este universo a principios de siglo, muchas de sus marcas líderes comenzaron a construir estructuras sin pensar en los cimientos. Cuando se creía que el gliss era invencible. Lo parecía, es cierto. Este universo creció espectacularmente cuando las cosas iban bien, impulsado, sobre todo, por el gran volumen de ventas que experimentó el llamado X-Wear y, en especial, el textil. Pero la fuerza con la que creció fue la misma que con la que cayó.. Y eso, cuando se ha construido una estructura sobredimiensionada para crecer, es un problema. Y para darse cuenta de ello basta con mirar dónde están ahora –y en manos de quien- las tres o cuatro grandes marcas que copaban las ventas Las crisis suelen ser muy buenos aliados para el deporte, lo hemos dicho mil veces. Al rebufo de estos grandes reveses económicos, sanitarios o sociales, deportes como el running, el bike o el pádel se han hecho fuertes. Otros, sin embargo, han visto cómo esas oportunidades pasaban de largo. Lo hacían, sobre todo, porque estaban demasiado vinculados a una moda que, casi siempre, es quien recibe más guantazos cuando las cosas se tuercen. y el mejor ejemplo, lo hemos dicho, lo tenemos en el gliss. Pese a que algunas de sus modalidades resistieron, la gran crisis de 2008 dio un revés sin precedentes a este segmento y todo el universo vinculado a los deportes de deslizamiento, tanto la parte más técnica como, sobre todo, la más vinculada al sportwear, se desplomó de golpe. Del todo a la nada en meses.De la fiebre del X-Wear a sus grandes marcas cambiando de manos una y otra vez. La estrecha relación del universo gliss con la moda fue su aliada… y su perdición. Pero la moda es moda.Y cómo se va, vuelve. Y después de unos años muy duros, en los que, como hemos dicho, incluso las grandes marcas se tambalearon, la moda volvió a poner en valor este universo que, siendo justos, por muy mal que lo pasase, ni perdió ni ha perdido su estatus. Su tirón. Otras marcas, otras modalidades, pero sigue atrayendo a uno de los grandes targets del sector. MORIR DE ÉXITO Sí, la crisis fue determinante en el gran varapalo que se llevó el gliss hace 15 años. Pero las cosas a fondo 126

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