El futuro del running depende en gran parte de la capacidad que tengan marcas, tiendas y el sector en general, de entender el presente de este deporte y no darle mayor potencial del que realmente tiene. De entender que, aunque es obvio que el running tiene, todavía, bastante margen de recorrido, lo importante es llegar, no llegar cuanto antes. Y también es importante que el segmento entienda la madurez como un concepto que va mucho más allá de un techo de crecimiento. La fortaleza de un segmento se mide por su capacidad para adatarse a los cambios y, sobre todo, por su agilidad a la hora de hacer frente a los contratiempos y aprovechar las oportunidades. El running, en este sentido, está demostrando que su madurez, temida por muchos hace apenas 10 años, le está ayudando a sobrellevar e, incluso, aprovechar, la complejidad de una época marcada claramente por el maldito Covid-19. La práctica ha repuntado espectacularmente en los últimos 2 años y el running ha sido una de las modalidades más dinámicas en este sentido, sobre todo en los meses posteriores al encierro. Correr para liberarse.Correr porque no había otras muchas opciones. Correr porque, al fin y al cabo, es salud. Y so, hoy por hoy, es un valor añadido con poca competencia. Por eso el running, después de una época de “bajón” tras su espectacular boom de la postcrisis económica, ha vuelo a ganar dinamismo. Lo hemos dicho en muchas ocasiones y, sin ir más lejos, es el argumento sobre el que gira gran parte del artículo que, en este mismo número, dedicamos al outdoor: las crisis, casi siempre, acaban teniendo un impacto positivo en el sector. Al menos en la vertiente más atlética. El deporte, en contextos económicos complejos -por decirlo de alguna manera- suele convertirse, por ser accesible y asequible, en una de las mejores válvulas de escape, y si bien es cierto que una parte muy importante del sector se ve afectada por la caída en el poder de adquisición o por el ahorro (sobre todo la moda deportiva), hay otra parte, la del material técnico de determinados deportes que, salvo excepciones, suele ganar cuota -y bastante- cuando las cosas se tuercen. Y en la lista de modalidades que suman repuntes de práctica y de venta cuando el rio baja revuelto, el running es, casi siempre, de los que ocupan los primeros puestos. Al fin y al cabo, correr es fácil y barato, y cuando uno quiere ahorrar, hay pocas alternativas mejores para hacer deporte. Pero, aunque hoy por hoy el running goce de muy buena salud, especialmente en cuanto a la práctica, con cientos de miles de españoles corriendo habitualmente, la evolución de este deporte en los últimos años no ha sido siempre al alza. Ha tenido bastantes altibajos y la estrategia, en algunos momentos, no ha sido la más adecuada. Sobre todo, cuando se ha querido coger un ritmo más alto del que podíamos llevar. Vimos un terreno favorable y apretamos sin pensar que quedaban muchos kilómetros y que la meta estaba, todavía, muy lejos. Y claro, llegó la “pájara”. Y lo hizo bastante antes de lo esperado. Las piernas empezaron a fallar y el running no tuvo más remedio que empezar a bajar el ritmo. Por suerte reaccionó a tiempo y, tras un boom del todo inesperado, el segmento empezó a asumir sus dimensiones reales y maduró, dejando atrás las consecuencias negativas que había acarreado la sobreexplotación. Y fue entonces, en plena madurez, cuando más racional empezaba a ser el segmento, cuando arrancó la crisis del COVID-19. Y el running tuvo otro repunte. Que aun dura y que se ha sabido gestionar infinitamente mejor. Porque se mira la meta pero también el presente. Y esa madurez que muchos temen siempre, al final ha sido clave para aprovechar mejor un presente que, aun siendo bueno, exige ser cauto para asegurar el futuro. a fondo RUNNING Saboreando la madurez ENTENDER LA MADUREZ El sector siempre ha tenido la manía de exprimir todo aquello que, en algún momento, ha funcionado muy bien. Cuanto más rápido se ha crecido, más rápido se ha querido seguir creciendo. Pero crecer rápido, como correr rápido, no siempre es bueno. Hay que conocer muy bien la distancia, saber cuáles son los límites que tiene cada uno y cuál es el ritmo más adecuado para poder seguir corriendo y llegar a la meta entero. Hay carreras en las que lo importante no es llegar cuanto antes, sino lo más lejos posible. Afortunadamente el 53 El running debe seguir el ejemplo del fútbol y convertirse en un deporte sólido, fuerte y estable, con un volumen de ventas muy importantes y que se mantienen sin excesivos problemas año tras año. Y cuyo futuro no dependa de las crisis...
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