outdoor 28 Y salvo sorpresas, el panorama parece bastante bien definido: a nivel offline es probable que cada vez haya menos especialistas puros y que éstos se enfoquen principalmente en lo alto de la pirámide, sin descuidar la parte media si quieren generar el suficiente volumen como para sobrevivir. Competirán, en el plano físico, con tiendas multideporte/ mutiespecialistas que también están sabiendo aprovechar muy bien este potencial de la franja media y que han entendido que no hay que pretender ser más técnico de lo que uno puede serlo y que, muchas veces, basta con saber ser un buen socio para las marcas que quieren explotar las colecciones más asequibles o, sobre todo, las líneas claramente urbanas, que no requieren un grado tan alto de especialización ni tienen un target tan definido. Las franjas media-baja y baja seguirán monopolizadas por quien lleva años haciéndolo (que, por cierto, aunque a muchos les pese, siempre ha sido un gran aliado para generar entusiastas de estos deportes). En el online, como en otros tantos deportes, el pastel será para los grandes.Algunos especialistas off sacarán provecho -poco- de su apuesta online, pero el monopolio del online será para los grandes operadores que gestionan su compañía como una empresa de informática y logística y no como una tienda al uso. El outdoor sale muy reforzado de la pandemia y con un amplio margen de crecimiento.Y, como llevamos años diciendo, es un universo tan extenso y con tantos perfiles de consumidor (practicantes habituales, practicantes ocasionales, consumido¬res no practicantes…) que puede ser explotado por muchas marcas… y, también, por muchos tipos de tienda. perimentado el outdoor dentro de la moda: bajo la estela del llamado travel primero, y luego sin necesidad de recurrir a este tipo de eufemismos, el look outdoor se ha impuesto como tendencia, incluso entre los que no practican ninguna de estas modalidades vinculadas a los deportes al aire libre.Y las marcas, en este sentido, no han dudado lo más mínimo en redoblar su apuesta por las líneas más “urbanas” y dar respuesta un perfil de consumidor que busca buen precio, un look outdoor y una funcionalidad justa. Un perfil que, a estas alturas, ya representa la mayoría de las ventas. UN NUEVO EMPUJÓN El outdoor, como hemos dicho antes, ya estaba empezando a recuperarse antes de que nos llegará el revés del coronavirus. Al menos en cuanto a la práctica.Y con la llegada del virus, pese al parón inicial -obligado- su ritmo de crecimiento ganó más velocidad. Y lo mejor de todo es que este repunte, previsible en el corto plazo por todo lo que conllevó el encierro, se está alargando y, salvo sorpresas se mantendrá unos años. A un ritmo más lento, insistimos, pero sin previsión de que la cosa vaya para atrás. Es pronto para saber si esa cultura del deporte que llevamos años reclamando se definirá mejor tras el covid, pero es evidente que a medio plazo el outdoor va a jugar un papel clave para el sector y, también, para la sociedad, ya que une a los que tienen que ser dos de los grandes protagonistas de la era post-covid: la naturaleza y la salud. Así pues, con un futuro más o menos asegurado en practicantes y, también, en ventas, las pocas dudas que genera el outdoor tienen que ver con los canales a través de los cuales se va a vender. El outdoor sale muy reforzado de la pandemia y con un amplio margen de crecimiento. Es un universo tan extenso y con tantos perfiles de consumidor (practicantes habituales, practicantes ocasionales, consumidores no practicantes…) que puede ser explotado por muchas marcas… y, también, por muchos tipos de tienda.
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