a fondo 62 En un contexto tan complejo, seguimos avanzando hacia un futuro donde el deporte, como práctica, cada vez tiene mayor peso para la gente. Y lo que toca, ahora, es aprovechar los meses o los años en los que este protagonismo se mantenga. Porque si la práctica sigue en estos niveles, las oportunidades siempre estarán allí. lean este artículo hemos pasado de un invierno inusualmente caluroso a un invierno helado que ha disparado, en tiempo récord, las ventas. Impredecible. Lo bueno, que siempre lo hay, es que en los últimos años, y probablemente a palos, el sector ha aprendido a ver las cosas con mucho menos dramatismo que hace una década. Seguramente el haber tocado fondo ayuda mucho. Como también ha ayudado, y mucho, el repunte de la práctica que se ha dado con el Covid. Y el que suele darse siempre cuando hay crisis. Cuando superas esos baches, cuando en un contexto tan complejo como el que hemos pasado hace unos meses no solo sobrevives, sino que creces, un invierno suave acaba siendo un problema menor. Evidentemente que el frío y la nieve siempre ayudan a que los inviernos sean buenos para el sector, pero, por suerte, los ánimos están bastante altos desde hace tiempo y eso ayuda, y mucho, a tomarse mejor las cosas cuando no son cómo esperábamos. El deporte, desde hace un par de años, ha estrechado su vínculo con la salud. Y eso, en un contexto como el actual, es una gran bicoca para el sector. Haga el tiempo que haga. Tanto, que un suceso traumático como podría ser un invierno cálido, apenas ha generado preocupación. O, al menos, no a nivel global. Claro que las marcas de esquí van a pasarlo mal, y las tiendas especializadas, pero tampoco se han odio excesivos lamentos. Y probablemente sea porque, como hemos dicho antes, esos fatídicos inviernos cálidos de hace años cambiaron radicalmente la manera de trabajar de ese segmento. Para bien. Dimensionando las cosas y, evitando, así, el que sin duda es uno de los grandes males de nuestro sector: esperar más de un segmento de lo que realmente puede dar. OPTIMISMO PARA ESTE 2023 Más allá del frenazo que puedan sufrir las modalidades que más dependen del frío y de la nieve, si tuviéramos que hacer una previsión para este 2023, a nivel global, sin duda sería positiva. Y lo sería porque a pesar del contexto, todavía muy desfavorable en temas económicos y sanitarios, la práctica deportiva sigue a muy buenos niveles, especialmente en determinadas modalidades,con Bike, running, Outdoor, fitness y pádel. Puede que poco a poco vaya bajando la intensidad, pero el presente ha impuesto una nueva cultura donde el deporte y el bienestar juegan un papel clave. Por eso, estos deportes de los que hemos hablado -y otros- seguirán ganando cuota en un 2023 en el que, aunque van a seguir redirigiéndose los gastos hacia otros universos, el deporte va a seguir muy vivo. Ahora toca seguir aprovechando que el deporte atraviesa, en lo que a la práctica se refiere, un momento dorado. De los mejores en los últimos 50 años. La gente está apostando fuerte por el deporte y eso, más allá de los beneficios que tiene para la salud, se traduce en ventas para el sector. Lo técnico viene disfrutando, desde la crisis de 2008, de una dinámica muy buena, con crecimientos sostenidos año tras año y con un nuevo punto de inflexión con la llegada del Covid. Y este crecimiento, entre otras muchas cosas, ha servido para equilibrar un poco las fuerzas entre lo atlético y la moda. Y depender menos de la moda siempre es positivo. Lo bueno, además, es que precisamente esta moda, tan dañina a veces por lo mucho que se pierde, también ha vuelto a levantar cabeza en estos últimos dos años y ahora, el sector, pese a que la situación es todavía compleja, pese a que apenas hay frío, y pese a que el miedo al gasto sigue marcando el presente de muchos españoles, se encuentra en un momento “extraño” en el que por primera vez en muchos años, sus dos grandes universos, el deporte y la moda deportiva, respiran con cierta tranquilidad. Avanzando, casi, a una velocidad similar. A nivel global, insistimos. Y esta es la realidad actual del sector. En un contexto tan complejo, seguimos avanzando hacia un futuro donde el deporte, como práctica, cada vez tiene mayor peso para la gente.Y lo que toca, ahora, es aprovechar los meses o los años en los que este protagonismo se mantenga. Porque si la práctica sigue en estos niveles, las oportunidades siempre estarán allí. Otro tema, y ese sí que es complejo, sobre todo porque va a implicar muchos cierres, es quién va a saber aprovechar todas estas oportunidades.Y la respuesta es bastante evidente:los grandes.Los de siempre. El sector tiende a la segmentación desde hace muchos años y el COVID lo que ha hecho es acelerar esta tendencia. Y dar más trozo del pastel al online y a quienes han sabido “explotar” la omnicanalidad que el presente exige. Al final, como siempre, los fuertes se han hecho más fuertes (marcas y tiendas) y los pequeños, si no han cerrado, son cada vez más pequeños. Las grandes marcas van a seguir potenciando sus estrategias DTC a la misma velocidad con la que reducirán su lista de clientes y eso, conllevará la desaparición de muchas tiendas. Pequeñas, pero, también, no tan pequeñas.Y con el tiempo, tanto en el off como online, quedarán esas grandes marcas, las grandes cadenas que sigan contando con la confianza de estos grandes y los pocos especialistas que hayan sabido darle al consumidor lo que buscaba. En oferta, pero, sobre todo, en servicios y experiencias.
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