TradeSport 315 - Diciembre 2022

Que si el pádel, que si el bike, que si algunas modalidades outdoor… Todo el mundo habla de estos deportes como si fueran, hoy por hoy, los únicos que aportan valor. Los que sostienen al sector. Y puede que, en parte, por su crecimiento, sea lógico que todas las miradas se centren en ellos. Pero en la sombra sigue habiendo un deporte “condenado” por su madurez del que se habla poco pero siempre está. Está y ocupa mucho. Porque además de un deporte, hace años que es un negocio. El negocio rey. Más allá del revés que sufrió con la pandemia, el fútbol es un deporte muy vivo. Dinámico y, a la vez, estable. Ahora vive en la sombra de modalidades como el running, el pádel o el bike, que están en boca de todo el mundo por su fuerte crecimiento en los últimos años, pero sigue siendo el deporte rey. Y uno de los grandes motores sobre los que gira la parte más técnica del sector. Y lo mejor de todo es que, superado el bache del COVID, sigue su camino con absoluta tranquilidad. Su evolución, desde hace años, es plana, y aunque en otros segmentos eso podría interpretarse como un dato negativo,en el fútbol,la estabilidad es una buena noticia.Ya quisieran muchos segmentos alcanzar la madurez del fútbol y saber mantenerla. Porque con el volumen que mueve este deporte, que se mantenga estable no deja de ser una pequeña victoria para el sector. Ni las modas ni los deportes que disparan sus índices de práctica han logrado desestabilizar al fútbol. Es cierto que el COVID sí ha logrado alterar esta estabilidad, pero fue algo completamente imprevisible y ajeno al sector. El fútbol tuvo que ponerse en pausa durante casi medio año y, evidentemente, las ventas se frenaron en seco. Pero fue algo excepcional… Porque el fútbol es un mundo aparte. Un mundo que avanza completamente ajeno a todo lo que le rodea y los pocos altibajos que sufre -casi imperceptibles- no suelen tener relación alguna con el entorno global, más bien con ciertas particularidades que tiene el propio segmento. Una de estas particularidades, por cierto, son los años pares. Como este 2022, año de Mundial (un Mundial raro que se ha celebrado en invierno) en el que las marcas redoblan sus esfuerzos – y sus inversiones- y las ventas suelen repuntar. En calzado y, sobre todo, en réplicas. Superada la pandemia -o los daños colaterales de los primeros meses- las cosas, a corto y a medio plazo, no van a cambiar. Y no cambiarán porque hay muchos intereses detrás. Y la mayoría tienen poco que ver con el sector. Es deporte que mueve miles y millones de euros en derechos de imagen, traspasos, publicidad… y ya habrá quien se preocupe de que la maquina no pare. Porque como decíamos, el fútbol ya no es sólo un deporte; es un negocio.Y muy gordo. La base de practicantes asegura un mínimo de ventas muy elevado (es el que cuenta con más licencias, lo que asegura una base sólida y constante), pero probablemente sean los fuertes intereses que hay detrás los que siempre mantendrán el fútbol vivo. Y eso, aunque no guste, es un gran aval, el mejor, para que las tiendas y, sobre todo, para que las marcas, sigan apostando por este deporte. En cuanto a las ventas, y aunque entraremos en detalle más adelante, lo más significativo es que el fútbol es, sin duda, el deporte donde mayor monopolio tienen las dos grandes multinacionales del sector. Entre ambas controlan más del 80% de las ventas en unidades y en valor. Casi nada. LA PR CTICA, GARANT A DE POR VIDA Es fútbol es, con permiso del omnipresente pádel, el deporte con una mejor base de practicantes. Y con más licencias. La mayoría de quienes juegan son niños y jóvenes, es cierto, pero ese target ya representa un volumen de ventas espectacular. Y es que, más allá del dinero que puedan mover a fondo FUTBOL Una madurez muy atractiva derechos de televisión, patrocinios, sueldos de las estrellas o venta de entradas, y aunque la venta de material deportivo tenga un peso relativo en el global de este universo-negocio, el fútbol sigue siendo el deporte por excelencia del sector. Durante muchos años, cuando running y bike eran cosa de cuatro insensatos y el pádel de cuatro pijos, ha sido el deporte que mantenido viva la parte más técnica del sector. No hay que olvidar que en los últimos años el fútbol está concentrando entre un 8% y un 10% del total de las ventas del sector, unos porcentajes que, teniendo en cuenta el volumen que aún representa el sportwear, son muy importantes. La venta de calzado, por ejemplo, ronda desde hace años los dos millones de pares anuales –entre fútbol y fútbol sala-, y a eso hay que sumarle las réplicas, las equipaciones y una larga lista de complementos. La elevada facturación de este deporte, más allá del volumen importante que tienen las réplicas, se explica, simplemente, analizando la gente que lo practica. Y no hablamos sólo de las más de 900.000 licencias que hay –y que, sin duda, ya dan una idea bastante clara de cómo pueden ir las ventas- sino, sobre todo, por los miles y miles de españoles que juegan en liguillas amateurs. Sin ir más lejos, algunas estimaciones apuntan a que más de 3 millones de personas podrían estar jugado a fútbol cada semana. Por no hablar de los centenares de miles de niños que, jueguen o no, 59 Superada la pandemia -o los daños colaterales de los primeros meses- las cosas, a corto y a medio plazo, no van a cambiar. Y no cambiarán porque hay muchos intereses detrás. Y la mayoría tienen poco que ver con el sector.

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