TradeSport 315 - Diciembre 2022

ferias 56 ISPO 2022: ni tan mal El pasado 30 de noviembre se cerró la edición 2022 de ISPO.Una edición de reencuentro después de dos años sin feria y que, además, estrenaba fechas -se adelantaba dos meses a las fechas habituales- y duración -tres días en vez de cuatro-. Y el balance, más allá de las cifras oficiales, es bueno. Las expectativas no eran muy altas, por los recelos de las nuevas fechas, por la ausencia de muchas grandes marcas y porque el contexto sigue sin ser todavía el más idóneo para ser optimista, pero aun así el resultado final nos ha dejado muchas cosas buenas. Otras malas, evidentemente, pero siempre es mejor centrarse en el lado bueno de las cosas. Sobre todo, después de dos años sin ISPO. En el saco de lo bueno lo primero, sin duda, es que se haya celebrado. Con menos pabellones, con menos expositores, con el mundo del esquí prácticamente inexistente en la feria, con muchos huecos en los pabellones B… pero se ha celebrado. Y eso hay que agradecérselo, y mucho, a sus responsables. Quizás hubiera sido más fácil anteponer la rentabilidad y plantearse un nuevo aplazamiento, pero no lo han hecho. El sector necesitaba, después de dos años huérfano de esta gran feria, volver a encontrarse. Todos estamos hartos de hablar a través de pantallas y había muchas ganas de verse en persona. Más, incluso que de tocar producto. Lo importante era el cara a cara, el volver a estrechar manos y compartir un rato de charla “física”. Puede que incluso eso fuera más importante que el negocio. El tráfico fue especialmente bueno en los pabellones A. Los dedicados al outdoor, el segmento que mejor ha encajado el cambio de fechas. Puede que, incluso, fuera el que lo propició. Todo el proceso de fabricación de textil outdoor se ha adelantado y para este universo enero ya quedaba lejos. Noviembre, en cambio, es una época perfecta, sobre todo para las marcas del centro y el norte de Europa. Así que, en general, todos satisfechos. Tráfico y negocio. Faltaban muchas grandes marcas que sí habían asistido a la última ISPO prepandemia, pero eso no afectó en exceso a la buena marcha de esta parte de la feria. Además, no hay que olvidar que, aunque la ausencia de las grandes reste metros, también da más protagonismo a las otras marcas, que ganan tráfico y notoriedad. Que es lo que buscan cuando acuden a este encuentro. Los compradores habituales de ISPO acudieron igualmente al encuentro -en el caso de los españoles no fueron muchos, por cierto, pero tampoco lo habían sido antes- y aunque muchas marcas no estuvieron presentes como expositores, si acudieron como visitantes. “Paseantes” decían algunos. Para curiosear, para tener un mejor pulso del mercado, para plantearse asistir el año que viene y, para que negarlo, para hacer negocio sin tener que ser expositor. Pero eso ha pasado siempre. Otro aspecto a destacar, en positivo, es la vuelta del pádel a ISPO. En un desangelado pabellón C1, el pádel fue el protagonista, sobre todo la pista alrededor de la cual se ubicaron las 16 empresas que ocupaban el Pádel Village. Este segundo round, después del poco recorrido del primer intento hace 7 años, ha ido mucho mejor. Buen tráfico durante los dos primeros días, mucha curiosidad por este deporte y la mayoría de expositores satisfechos. El listón, es cierto, estaba muy bajo después de una Pádel Expo (Suecia) para olvidar -la mayoría repetían en ISPO- pero el balance, en general, es bastante positivo. Muchos contactos y bastantes esperanzas de que alguno de estos contactos se traduzca en algo bueno. También, para ser justos, algún expositor descontento porque las visitas fueron más para vender que para comprar, pero, en cualquier caso, el Pádel Village ha cerrado este segundo intento en positivo.Y con buenas sensaciones de que haya una tercera edición el año que viene.Y con más espacio. Precisamente dentro del Pádel Village tuvo lugar uno de los encuentros más destacables de este año. Al menos para la delegación española. Aprovechando la presentación del Clúster Internacional del Pádel -por cierto, uno de los grandes artificies de que el pádel haya vuelto a la feria y lo haya hecho con un buen balance- se llevó a cabo un pica a pica a modo de networking al que se sumaron Afydad e Indescat para, entre los tres, reunir a más de 150 personas que, durante un par de horas, compartieron impresiones sobre el pádel, sobre el deporte en general y sobre un presente y un futuro que, pese a un entorno todavía complejo, sí que ofrece muchas oportunidades para el sector. También es importante destacar, dentro de esta edición 2022, la apuesta de ISPO por la innovación y, en especial, el nuevo FuturLab sobre el que se artículo todo el pabellón B2. No fue, ni mucho menos, una de las zonas más concurridas de la feria, pero en él pudimos descubrir nuevas marcas que se apoyan en la tecnología para crecer y ver algunas de las herramientas tecnológicas Uno de los aspectos más destacados de esta edición ha sido la vuelta del pádel a ISPO. Y en este segundo round, después del poco recorrido del primer intento hace 7 años, las cosas han ido mucho mejor... Las expectativas no eran muy altas, por los recelos de las nuevas fechas, por la ausencia de muchas grandes marcas y porque el contexto sigue sin ser todavía el más idóneo para ser optimista, pero aun así el resultado final nos ha dejado muchas cosas buenas.

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