TradeSport 312 - Septiembre 2022

Más allá de los fuertes repuntes que pueden darse con las crisis, el objetivo del running tiene que ser alcanzar un estatus parecido al que tiene el fútbol. No su volumen; no sus índices de práctica: su madurez; su eterna estabilidad. que han entendido perfectamente que el corredor, especialmente el habitual, es muy exigente y no se deja seducir, necesariamente, por la marca. Busca valor, prestaciones, rendimiento. Y no antepone el precio a ninguno de estos valores añadidos. Ante este panorama, parece lógico que en el boom del running y, especialmente, en su evolución en el comercio, haya tenido mucho que ver el trabajo llevado a cabo por las grandes de este universo, tanto las especialistas -como Mizuno, Saucony, New Balance, Brooks, Hoka o Asics-, como las grandes multinacionales adidas y Nike, que se han volcado en el running a sabiendas de que podía aportarles mucho.Y así ha sido.También ha sido especialmente destacable el trabajo llevado a cabo por marcas nacionales como Joma que, apostando por el I+D, están consiguiendo fortalecer su cuota en un mercado tan competitivo y con marcas con un poder de inversión infinitamente superior. Mención aparte merece, como no, Decathlon. Su monopolio en las gamas bajas o de iniciación ha sido una de las razones que han obligado a trasformar las estrategias de muchas marcas. Su abrumante cuota de mercado en esta franja baja ha provocado que muchas marcas que antaño dominaban este primer precio (que, por aquel entonces, era bastante más alto) o bien han desaparecido o bien se han visto obligadas a reconvertirse en marcas de gama media a un precio asequible. Tampoco podemos dejar de lado una importante lista de marcas que, con conceptos innovadores, y apoyándose siempre en la tecnología, se están ganando un hueco poco a poco en este complejo y saturado mundo. Estas marcas, superespecializadas en muchos casos, están ayudando a consolidar nuevas categorías que, a estas alturas, ya tienen identidad propia y una fuerte competencia. Si hace poco más de una década el running se limitaba, casi, al calzado (con algunas líneas de textil, casi siempre de las marcas de zapatillas), la oferta existente hoy en día la componen una lista interminable de productos específicos para este deporte, muchos de ellos con una oferta repleta de marcas superespecializadas. También hay que tener muy en cuenta, cuando hablamos del running desde un punto de vista global, que en el fuerte crecimiento que ha experimentado este deporte también ha mucho que ver, tanto para marcas como para tiendas, el fuerte boom del trail. Su comportamiento en estos últimos años ha sido un perfecto complemento para el running, tanto para marcas como para tiendas. Ha cogido la estela del running y se ha convertido, con diferencia,en la modalidad más fuerte del universo outdoor. Para el sector, obviamente, ha sido un buen salvavidas. Para los especialistas y para los multideporte. Su ambigüedad representa una muy buena oportunidad para las marcas de running y outdoor, y para las tiendas especializadas en uno y otro universo. En definitiva, como en otros muchos deportes, ver las fuertes inversiones en I+D que hacen las marcas y ver como cada año lanzan importantes novedades al mercado, es alentador, porque significa que siguen creyendo a ciegas en este deporte y tienen claro que su volumen ya es suficientemente importante como para consolidarse como una a fondo 112 RUNNING categoría estrella. Para estar a la altura del fútbol. Al menos en concepto. GESTIONAR EL ÉXITO La historia del sector está llena de ejemplos de cómo se han quemado naves por no saber gestionar el éxito. El sector tiende demasiadas veces a volcarse a ciegas con aquello que funciona. Hace 15 años el running era un deporte más. Un deporte al que muchos le daban la espalda. Había bastante gente que corría, pero no la suficiente como para que la especialización ganara terreno al multideporte. Pero de repente la crisis lo cambió todo. Y en unos meses se pasó de llamar locos a quienes corrían por las ciudades a mirar con cara de sorpresa a quien no lo hacía. Correr estaba de moda.Y claro, el sector reaccionó. Bueno, para ser justos, reaccionaron las tiendas. Las marcas llevan años trabajando muy bien esta categoría, tanto en marketing como, sobre todo, en I+D, y aunque evidentemente las grandes han cambiado sus estrategias con el auge de práctica y han llegado a nuestro mercado muchas -muchísimas- nuevas marcas, ha sido la tienda la que más ha cambiado con el boom de este deporte. Durante meses, o años, la demanda fue muy buena y la oferta, además de serlo también, era bastante “razonable”. Pero apuntarse a un boom

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