con un arco algo elevado, y algo más anchos en la zona de los dedos en proporción, por eso la mayoría de modelos tienen versión para hombre y versión para mujer. Con todo este abanico de posibilidades es obvio que la elección de un buen pie de gato es tan importante como complicada. Primero tenemos que tener muy claro para qué lo vamos a usar y luego es muy recomendable estar atento tanto a las recomendaciones que nos hacen las marcas – a través de sus propias plataformas- como, algunas estimaciones hablan de que cada año se recauchutan entre 12 y 15 mil pies de gato. Y evidentemente lo que se recauchuta es lo que se deja de vender. Porque, aunque el pie de gato es un producto bastante asequible -su precio medio puede oscilar entre los 50 y los 75 euros-, pocos escaladores, por no decir ninguno, suele renovarlos al poco tiempo. ¿Por qué? Pues porque como hemos explicado al principio, es un producto al que cuesta adaptarse un poco en cuanto al ajuste y las sensaciones, y no tendría mucho sentido, por mucho desgaste que tenga la suela, comprar un pie nuevo cuando hemos conseguido que el que tenemos se adapte como un guante a nuestro pie. Mejor cambiar la suela un par o tres de veces antes de plantearse una renovación. La pregunta que mucha gente se hace es: ¿Cuántas veces se puede recauchutar un pie de gato? Pues a priori muchas, porque si se hace bien, la suela recupera prácticamente su estado original. En este sentido, y como decíamos antes, para muchos escaladores la vida útil de un pie de gato la termina marcando todo aquello que va más allá de la suela. Es decir, deciden cambiarlo cuando se desgastan otras partes como el empeine, las correas o los cordones. MUCHAS “RAZAS” Pese a que los pies de gato son un producto muy técnico y, por lo tanto, muy específico, no todos son iguales. De hecho, escoger un modelo de pies de gato que cubra nuestras necesidades exactas y que se ajuste a nuestros pies correctamente, no es sencillo. Y, es que, este calzado técnico especializado para escalada se puede clasificar en una larga lista de características que van desde el uso final (el tipo de escalada que haremos), hasta el perfil, pasando por aspectos tan determinantes como la horma, el tipo de curvatura, el talón, la estructura, la rigidez de la punta, el cierre o el material de la suela. Sin dejarnos, evidentemente, el género (unisex, hombre, mujer o niño). Lo primero, como hemos dicho, es tener muy claro para qué tipo de escalada lo necesitamos. De la misma manera que no es lo mismo un trekking de perfil bajo que un hiking exigente y, por lo tanto, no usaremos el mismo calzado, tampoco se necesitan las mismas prestaciones a la hora de escalar en vías largas con fisuras, en boulder, rocódromos o en la escalada deportiva. Para cada modalidad hay pies de gato específicos, construidos dando más o menos peso a las características más determinantes para cada práctica. ¿Significa eso que si hacemos escalada deportiva y rocódromo necesitamos dos pies de gato? Pues como en todo el universo del calzado outdoor existen modelos que apuestan por la polivalencia, pero en la medida de lo posible, sí es recomendable tener pies más “específicos”. Y por su precio medio, es perfectamente asumible. El uso que le demos al pie de gato marcará los otros aspectos que son determinantes a la hora de elegir uno u otro modelo.Así, nuestra elección deberá tener en cuenta aspectos como el perfil (simétrico o asimétrico), la horma (ancha o estrecha), la curvatura (plana o curva), el tamaño del talón (grande o normal), la rigidez de su punta (dura o blanda) o el material del corte (piel o sintético).Además, también podemos distinguir a los pies de gato por su cierre (velcro, cordón o bailarina) o por el material de su suela (Vibram u otro tipo de caucho).Y, evidentemente, también hay que diferenciarlos por“género”: cada vez hay más mujeres que escalan y, desde hace años, las marcas se han volcado en el desarrollo de modelos específicos para ellas. Los pies de las mujeres, por lo general, son más estrechos en el tobillo, a fondo 98 ESPECIAL ESCALADA - PIES DE GATO La elección de un pie de gato es tan importante como complicada. Primero tenemos que tener muy claro para qué lo vamos a usar y luego es muy recomendable estar atento tanto a las recomendaciones que nos hacen las marcas y, sobre todo, las tiendas
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