do técnico diseñado para escalada. No es un mercado, en cuanto a marcas, excesivamente competitivo en oferta. No en vano, pese a que sí es un deporte popular en determinados mercados, en la mayoría de países sigue siendo un deporte minoritario y muy técnico, lo que implica unos requerimientos de especialización -en diseño, pero, sobre todo, en producción- muy altos, de ahí que prácticamente todas las marcas sean especialistas puros, a excepción de alguna marca líder en el outdoor que, para completar su oferta, ha apostado por esta categoría. Así, la oferta actual está compuesta por apenas unas 25 marcas, entre las que destacan nombres como Andréa Boldrini, Boreal, Black Diamond, Climb X, EB, Evolv, Five Ten, Garra, La Sportiva, Lowa, Millet, Mad Rock, Mammut, Ocun, Red Chili, Rock Empire, Scarpa, Simond (Decathlon),Tenaya o Unparallel. LA SUELA, UNA PIEZA CLAVE Como hemos dicho antes el proceso de construcción de un pie de gato es muy artesanal. Al no ser un producto con grandes volúmenes de fabricación, las marcas suelen ser extremadamente cuidadosas en su producción, incluso con las gamas medias y bajas. Al fin y al cabo, como en tantos otros deportes outdoor, se trata de un elemento de seguridad clave en la práctica y ello ya implica un proceso de construcción extremadamente cuidado. Proceso en el que la suela es un elemento clave. La suela de los pies de gato no tiene mucho secreto en cuanto a materiales. El caucho es el material utilizado por todas las marcas para esta parte del pie de gato. Es un material que proporciona el valor añadido más importante de este producto, la adherencia y, por ende, la seguridad. Esta parte del calzado es la que más se desgasta, por lo que es necesario revisarla con asiduidad y repararla cuando sea necesario. En cuanto al tipo de caucho que se utiliza no hay mucho secreto. Hay varias marcas que utilizan su propio caucho y también está el fabricante italiano Vibram, especializado en suelas para todo tipo de calzado outdoor y que, además, es pionero en la construcción de suelas para escalada. Lo que si cambia, de una suela a otra, es el grosor, la rigidez. Para modelos que buscan aportar una mayor sensibilidad se apuesta por densidades de menos de 4 mm mientras que si lo que se busca es mayor rigidez, se apuesta por suelas de 4 mm o más. Dan mayor apoyo y favorecen el canteo y el apoyo en regletas a costa de pérdida de sensibilidad y algo de adherencia Más allá de la suela, hay otros elementos clave a la hora de construir -y, sobre todo, elegir- un pie de gato. El primero es la puntera, tan importante como la suela, pues es la parte que está más en contacto con la pared -o las presas- y, como sucede con la suela, se debe revisar constantemente y repararla cuando sea necesario (suele agujerearse por su constante desgaste. Las otras partes que conforman un pie de gato son el empeine, situado en la parte superior de la 97 Con la fuerte irrupción de los rocódromos y, sobre todo, con el radical cambio en el perfil de usuario, el alquiler se ha convertido en un servicio indispensable. Y muy rentable para las marcas y, sobre todo, para las instalaciones. puntera; la lengüeta, que se encarga de abrazar al empeine hasta el tobillo: las correas, que es la parte de ajuste o apriete del calzado que puede ajustarse al pie tanto con velcro como con cordones; las correas de tiro, unas pequeñas correas atadas al talón que nos ayudan a calzarnos los pies de gato ajustados; la anilla, el anclaje cosido al cuerpo para dar apriete a las correas de ajuste; y la talonera. A priori pueden parecer elementos “secundarios” pero las marcas cuidan mucho todos los detalles en estas partes del pie de gato porque, como veremos ahora, su estado es el que acaba determinando cuando hay que tirar el pie y comprarse uno nuevo. COMO EL GATO, SIETE VIDAS La suela es la parte del pie de gato que más desgaste sufre y tenerla en buen estado es fundamental. Afortunadamente, cuando está muy desgastada, ya no cantea igual y su agarre tampoco es el óptimo, no es necesario tirar nuestros pies de gato y adquirir otros, sino que podemos dejarlos como nuevos gracias al recauchutado. Recauchutar es, en resumen, arreglar la suela. Dejar la suela prácticamente como nueva añadiéndole más caucho. El proceso que se sigue es totalmente artesano, por lo que se trata de un proceso lento, que se realiza a medida y que exige unos conocimientos mínimos. Este proceso, en la teoría, es muy sencillo: se elimina -puliéndola- la superficie de la suela que está desgastada, y se sustituye por una nueva goma. En la práctica, la cosa es menos sencilla y requiere de una maquinaria específica que no está al alcance de cualquiera, de ahí que, con el tiempo, hayan surgido verdaderos especialistas en el recauchutado de pies de gato. ¿Qué implicaciones tiene dar una segunda, tercera o cuarta vida al pie de gato? Pues evidentemente eso implica menos ventas, porque la vida útil del pie se alarga bastante. De hecho,
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