El porqué del boom de los rocódromos hay que buscarlo mucho más allá del simple repunte de la práctica. Estos centros han sabido convertirse en auténticos centros lúdicos donde se reune la comunidad de escaladores... para mucho más que escalar 95 ternativa para practicar escalada, de ahí que en los últimos años la creación de dichos espacios haya ido en aumento. Son centros perfectos para quienes quieren practicar este deporte,pero no tienen la posibilidad -o no quieren- de hacerlo al aire libre; son perfectos para entrenar entre semana y, últimamente, se han convertido en una estupenda alternativa para quienes, habiendo ido al gimnasio muchos años, buscan una rutina diferente, divertida y que, al final, da iguales o mejores resultados en su objetivo de ponerse en forma y/o muscular. En el repunte en practicantes que ha supuesto este boom de los rocódromos, también ha tenido mucho que ver el auge de competiciones que se ha dado desde que en el año 2016 el Comité Olímpico Internacional anunció que la escalada formaría parte del programa olímpico de Tokio 2020. Quienes compiten, que cada vez son más, tienen que entrenar y prepararse para obtener los mejores resultados posibles, y acostumbran a hacerlo en rocódromos urbanos. En definitiva, más allá de ser el primer punto de contacto con la pared para quienes se acercan por primera vez a la escalada o un centro de entrenamiento perfecto para deportistas -amateurs y de élite- los rocódromos se han convertido en un punto de encuentro de toda la comunidad de escaladores, sean principiantes, aficionados y profesionales; en un centro lúdico-social donde todos ellos pueden compartir experiencias, anécdotas, recomendaciones y proyectos. Es más, en los últimos años han dejado de ser únicamente un espacio frecuentado por escaladores, sino que muchos de estos centros también han apostado por su vertiente más“social”: muchos de ellos, al disponer de un bar y/o zona de trabajo, también se han convertido en un lugar perfecto para tomar algo con un grupo de amigos o trabajar con el ordenador. Incluso es posible ver a grupos de niños y jóvenes celebrando cumpleaños, una tendencia que han sabido explotar muy bien los rocódromos y que, en cierta medida, ha servido de puerta de entrada para que algunos niños/jóvenes integrasen la escalada en sus hábitos deportivos. En definitiva,además del brillante presente que tiene esta modalidad, el futuro a corto plazo invita al optimismo. El hecho de que sea una de las pocas Distribución de rocódromos por CCAA modalidades outdoor que pueden hacerse, también, en indoor, le da ciertas ventajas, pero es que, además, el amplísimo abanico de posibles targets que tiene es, cuanto menos, una garantía de que a nivel global tiene mucho margen de recorrido. Seguiremos ganando practicantes, se seguirán abriendo rocódromos -algunos con dimensiones que hace apenas una década nadie hubiera podido imaginar- y las ventas seguirán una muy buena dinámica, en especial las de los pies de gato. En el horizonte, como ha pasado en todos los deportes, esta disciplina se estabilizará y madurará. Con todo lo bueno que ello conlleva.
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