El objetivo del comercio multideporte no es ni competir con Decathlon ni convertirse en un referente del outdoor técnico; basta con ser un buen socio para las marcas que quieren explotar las colecciones más asequibles o, sobre todo, las líneas claramente urbanas. 45 muy bien en determinadas tiendas multideporte, especialmente aquellas que no requieren un alto grade de especialización (léase trail o travel, por ejemplo). Además, en la última década se ha impuesto con fuerza un perfil de marca que apuesta por las franjas medias de precio y que encajan perfectamente en un amplio abanico de tipologías de tienda, entre ellas las multideporte. Este tipo de tiendas tiene que asumir que será muy complicado, casi imposible, captar a un cliente que ya se ha fidelizado con el comercio especialista –sobre todo si se trata de practicantes habituales- pero que el segmento ofrece muchas posibilidades y aún puede explotar un sinfín de caminos. El objetivo del comercio multideporte no es ni competir con Decathlon (porque es imposible) ni convertirse en un referente del outdoor técnico; basta con ser un buen socio para las marcas que quieren explotar las colecciones más asequibles o, sobre todo, las líneas claramente urbanas. En esta categoría, la del llamado travel, reside una gran parte del futuro del outdoor. UN LARGO CAMINO POR RECORRER El gran logro del outdoor, lo que realmente le ha ayudado a mantenerse fuerte en las adversidades y a no perder un ápice del potencial que tiene desde hace décadas, ha sido, sin duda, su capacidad para reinventarse. O, mejor dicho, su capacidad para adaptarse a los cambios que se han dado en su núcleo y en su exterior. El gran logro del outdoor ha sido haber sabido bajar de los 3.000 metros. Entender que el target que da volumen es el que está en la base de la pirámide. Y que, para sobrevivir, para crecer, lo primero que hay que hacer es responder a las necesidades de este target.Y sí, la parte más técnica sigue muy viva, más que nunca seguramente, pero lo que está manteniendo a flote el outdoor hoy por hoy tiene que ver más con la moda que con lo atlético. Y que marcas y tiendas hayan asumido esta realidad ha sido clave para sostener el potencial de este universo. La parte más técnica, como acabamos de decir, también crece. Normal. Cuanto más practicantes hay en las modalidades más “accesibles”, más acaba habiendo en las más exigentes. Primero se construye una base, luego se crece en la parte alta de la pirámide.Y eso, más pronto que tarde, se refleja en las ventas. Las marcas han sido claves en este cambio. Quizás han tardado un poco, pero al final han asumido que quien marca el camino son los consumidores, la demanda. Y eso las ha llevado a redefinir por completo sus colecciones. Las grandes han nacido y crecido con lo técnico, con lo extremo incluso, y han seguido apostando por esta tecnicidad máxima (que les da imagen) pero su estabilidad –y la del segmento en general- pasa por atender a un perfil de consumidor que busca colecciones menos técnicas y más asequibles. Colecciones cuyo gran valor añadido es el look outdoor. Un look que se ha impuesto con fuerza en la calle, incluso entre quienes ni han pisado ni pisarán una montaña.Y eso, para el segmento y,sobre todo,para determinadas marcas,ha sido una vía de crecimiento importante. Quizás la única. Para evolucionar hay que adaptarse a las necesidades del consumidor.Y eso es lo que han hecho las marcas, que pese a su esencia “técnica” han sabido explotar a la perfección el factor moda, conscientes de que hay un público objetivo muy importante y de que al practicante ocasional y al no practicante, aunque se les puede llegar a convencer de que apuesten por la tecnología, tendrán muchos menos reparos a gastar si ven que lo que compran también lo podrán usar para ir a trabajar o para salir a pasear por la ciudad. Este cambio ha sido muy importante para el mundo del outdoor y, a día de hoy, este target representa un porcentaje muy alto de las ventas de las grandes marcas generalistas. Pero hay que vigilar. Es importante mantener la esencia técnica por varias razones, como la imagen, la innovación o la tradición. Pero también hay que mantenerla porque depender de una moda es muy peligroso, y hoy por hoy el outdoor representa uno de los grandes paradigmas de los caprichos de la moda, tan reacia a asemejarse con el deporte, y ahora tan “predispuesta” al look outdoor. Y tan predispuesta a apropiárselo. En marcas, y en tiendas. SIN TECHO… APARENTEMENTE El outdoor está más que preparado para seguir ganando metros. Y lo está, seguramente, porque ha asumido los cambios. Ha sabido dimensionarse y ver dónde está el potencial. Entender los cambios en oferta, en tipología de negocio, en gustos del consumidor, en canales de venta, en reparto de poderes… Cambios que nos obligan a luchar contra más rivales, internos y externos, pero que son retos muy atractivos para el segmento. Un segmento que debe aprovechar que modalidades como el trekking, el senderismo o, sobre todo el llamado travel y el trail siguen ganando adeptos cada día. Y más ahora que, con la crisis del coronavirus, deporte, salud y naturaleza, han vuelto a primera línea de batalla: en esta nueva cultura deportiva que estamos construyendo en plena pandemia, el Outdoor juega un papel clave ya que une a los que tienen que ser dos de los grandes protagonistas de la era post-covid: la naturaleza y la salud. Con un futuro más o menos asegurado en practicantes y, también, en ventas, los retos que plantea el futuro, a corto y medio plazo, tienen mucho que ver con el dónde se va a vender. Y seguirá habiendo cambios importantes tanto a nivel offline -donde, pese a concentrarse, la especialización parece perder peso- como a nivel online. Sobre todo online. En definitiva: el Outdoor, como otras modalidades, ha ganado mucha fuerza con la pandemia y,cuando esta pase -que pasará-, saldrá muy reforzado y con un amplio margen de crecimiento. Su gran baza, su gran argumento para mantenernos tan optimistas respecto a su futuro, es que se trata de un universo tan extenso y con tantos perfiles de consumidor (practicantes habituales, practicantes ocasionales, consumidores no practicantes…) que puede ser explotado por muchas marcas y por muchos tipos de tienda. Y eso hay muy pocos sectores que puedan decirlo.
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