TradeSport 308 - Abril 2022

así con casi todas las modalidades. Al final, después de esta “depuración”, sólo nos quedarán algunas modalidades de bajo impacto u otras actividades de sala como el aeróbic o el step… y muchos de las que las practican lo hacen con material que cualquiera de nosotros situaría en categorías que poco tienen que ver con el fitness. O peor aún, con prendas compradas en el canal moda. Un canal, que, por cierto, lleva años apostando muy fuerte por la moda.Y por algo será… También hay que tener en cuenta que el fitness ha sido uno de los sectores que mejor ha comprobado la fluctuación del mundo de la moda y tras algunos años en los que la estética fitness triunfaba dentro y fuera de los gimnasios, de un día para otro este look se convirtió en obsoleto y las ventas cayeron en picado. Ahora parece que el gran trabajo que están haciendo determinadas marcas, sobre todo algunas especializadas en mujer, está generando, otra vez, una muy buena demanda en el comercio deportivo (y en la moda). En calzado es especialmente destacable la apuesta que están haciendo las grandes marcas del sector, con Reebok y Puma en cabeza, y en textil, marcas como Sontress, Casall o Löle, por poner algunos ejemplos, han sabido ganarse la confianza del consumidor, sobre todo de la a fondo 114 mujer, mezclando esta tecnicidad con un diseño muy cuidado. Algunas, además, han apostado por la exclusividad como valor añadido, apuesta arriesgada pero que, con un target como la mujer, puede conllevar muy buenos resultados.Y así está siendo. Mención aparte, pero no menos importante (al contrario) merece al gran trabajo, aunque nos pese, que están llevando a cabo algunas cadenas de moda. Seguramente viendo que el canal deporte no daba a la mujer lo que esta reclamaba, y viendo también el boom de determinadas modalidades de gimnasio, Bershka, Oysho y compañía han apostado a ciegas por el textil técnico. Y obviamente los resultados han sido excelentes. Y son ventas que pierde un sector deportivo que cada vez tiene menos poder en el difuso universo del fitness CARPE DIEM Últimamente hay muchos artículos en los que, analizando el sector, nos remitimos a este latinismo para explicar en que momento se encuentra una modalidad. Nos ha pasado con el Bike, con el running y con el pádel. Y es que el fitness, como estos deportes, está en un momento dulce que tiene que aprovechar. Después de algunos años movidos, y con la pandemia apretando todavía -y a expensas de que puedan aparecer nuevas variantes-, al fitness le vienen años buenos. El entorno en el que nos movemos, con la salud en el punto de todas las miradas, nos hace pensar que la cultura del bienestar que se ha empezado a construir, seguirá definiéndose en los próximos años. Sobre todo si, como es previsible, la práctica deportiva sigue al alza. Moderará su ritmo de crecimiento, es obvio, pero se mantendrá dinámica.Y el fitness, en este sentido, tiene todos los números para, en el peor de los casos, mantener su evolución actual. Los cambios no han sido fáciles, pero una vez consolidados, el fitness avanza a una velocidad de crucero y cuenta con mucho margen para crecer. En centros, en practicantes, en actividades… en casi todo. Otro tema es quien se aprovechará de este potencial. Y el problema es que en esa lista de “beneficiarios”, el sector, el canal entendido de la forma más tradicional, no está precisamente en las primeras posiciones. Quizás por lo complejo que es limitar exactamente lo que es el fitness o quizás porque el comercio ha preferido centrarse en otros deportes -y otros targets- pero sea por la razón que sea, el pastel del fitness, incluso del textil y el calzado, se lo están repartiendo otros… ESPECIAL FITNESS El fitness se ha transformado radicalmente, y de lo que había hace apenas una década no queda prácticamente nada. Y eso el canal deporte lo ha “sufrido”. Y no solo por una cuestión de ventas, sino más bien, porque ahora es bastante complejo catalogar con cierta exactitud, qué es y qué no es material de fitness. Además, ha sido uno de los sectores que mejor ha comprobado la fluctuación del mundo de la moda.

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