TradeSport 308 - Abril 2022

El gran éxito del fitness hay que buscarlo en su capacidad -y agilidad- para transformarse. Para adaptarse a las necesidades de un consumidor muy cambiante y muy exigente. Y a un entorno donde la salud, el bienestar, se ha convertido en el eje sobre el que gira una nueva -y mil veces reclamada- cultura del bienestar. Porque la nueva era del fitness comenzó mucho antes de que nos encerrasen tres meses en casa. 13 recer. El boom del low cost seguramente ha conllevado una bajada en el precio medio de este tipo de aparatos, pero el volumen, en cambio, ha crecido. Y las marcas han sabido adaptarse a la perfección a esta nueva realidad. El home-fitness, por su parte, ha vivido con el encierro el mayor de sus booms. Tan imprevisible que en pocas semanas se rompió el stock. La gente estaba encerrada y quería seguir haciendo deporte así que, con el ecommerce funcionando a las mil maravillas, en un tiempo récord tiendas y marcas se quedaron sin cintas de correr, elípticas, bicicletas estáticas o máquinas de remo. Antes de la pandemia, que evidentemente es una suerte de oasis, el segmento mantuvo una buena progresión. Algunos operadores especializados en la parte profesional no dudaron en apostar, también, por los aparatos domésticos, y este pequeño nicho de mercado creció en competencia al mismo ritmo que lo hacía en ventas. La subida del IVA no tuvo mucha incidencia en esta pequeña parcela del fitness, pero la crisis sí fue determinante. Ahora la dinámica vuelve a ser positiva, porque, aunque pueda sonar a paradoja, la progresión a del home-fitness siempre ha estado estrechamente ligada a la de los gimnasios. Cuando los gimnasios han crecido, el home-fitness también lo ha hecho. Evidentemente hay gente que para ahorrar, prefieren sacrificar cuotas de gimnasio y apostar por aparatos domésticos sobre todo ahora, con el miedo al Covid todavía presente-, pero por regla general, quienes apuestan en firme por estos aparatos –al menos por las gamas medias y altas- son quienes ya tienen una rutina de gimnasio o de entrenamiento. A diferencia de otros deportes, el problema del home-fitness no hay que buscarlo en la oferta. Todo lo contrario. Las marcas, pese al complejo entorno, no han dejado de evolucionar sus aparatos. Los cambios en la última década han sido brutales, y aunque es cierto que el precio medio también ha crecido, las prestaciones y los servicios que hoy ofrecen este tipo de aparatos justifican, casi siempre, la inversión. Otro tema, y ese ya es más complejo, es si quienes los compran acaban usándolos como pensaban. En cuanto a la formación, es obvio que, con la constante aparición de nuevas actividades, los profesionales vinculados a los gimnasios, especialmente los entrenadores, tienen que formarse constantemente. Cada año aparecen nuevas propuestas para que los gimnasios impartan clases y es fundamental que se conozcan a la perfección todas sus ventajas. En este contexto, se han hecho fuertes varias empresas de formación especializadas en buscar nuevas actividades de fitness (o aparatos) y formar a los entrenadores de los centros que apuestan por ellas.Al fin y al cabo, la aparición de nuevas actividades (o la reinvención de las ya existentes) es una pieza clave para atraer a la gente al gimnasio y mantener el buen ritmo que tiene el fitness actualmente. UN DEPORTE“EXTRAÑO” DENTRO DEL SECTOR Como hemos dicho antes, el fitness se ha transformado radicalmente, y de lo que había hace apenas una década no queda prácticamente nada.Y eso el canal deporte lo ha “sufrido”.Y no solo por una cuestión de ventas, sino más bien, porque ahora es bastante complejo catalogar con cierta exactitud, qué es y que no es material de fitness. Quien va al gimnasio a hacer cinta suele hacerlo con calzado y textil running; si hace cicling utilizará material pensado para bicicleta y

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