a nivel internacional y que explica porque, hoy en día,en España ya hay unas 10 fábricas de pádel… y en breve abrirá alguna más. APROVECHAR LAS OPORTUNIDADES 2022 será un año importante para el pádel. Después de un 2021 de transición, de analizar el margen de recorrido a nivel internacional y ver las mejores opciones, de seguir depurando el mercado interno y de recuperarse de los sobresaltos de producción, 2022 es un año para apostarlo todo. Un año de cambios en los que la internacionalización se acentuará y el pádel seguirá creciendo en los mercados en los que ya se ha posicionado en los últimos años… y abrirá nuevas fronteras en Europa,Asia o Estados Unidos (donde está por saber si el emergente Pickleball puede ser un gran aliado… o un enemigo). A lo largo de las últimas dos décadas, y sobre todo en los últimos años, el pádel ha experimentado varios puntos de inflexión, algunos para crecer en practicantes y ventas y algunos otros para reoganizarse. Queda camino, pero aunque el segmento sigue contando con demasiadas marcas y todavía ciertas prácticas no muy leales sigan estando al orden del día, el pádel ha iniciado un camino de madurez y profesionalización de no retorno. Hacia adelante. Tanto a nivel de marcas como, también, de sector.Y el Clúster Internacional del Pádel es un buen ejemplo de ello. Ahora quizás nos parezca evidente lo importante que es, para cualquier sector, que sus marcas de referencia se unan y marquen unos objetivos comunes, pero durante muchos años el pádel ha ido mucho por libre. Por suerte, y en el mejor momento, el pádel ha entendido que es inevitable apoyar ciertas iniciativas sectoriales si se quiere seguir avanzando. Y más con la internacionalización arrancando a una velocidad de vértigo en algunos mercados. Al fin y al cabo, se trata de aprovechar las infinitas oportunidades que tiene hoy por hoy este deporte. 67 Después de un 2021 de transición, de analizar el margen de recorrido a nivel internacional y ver las mejores opciones, de seguir depurando el mercado interno y de recuperarse de los sobresaltos de producción, 2022 es un año para apostarlo todo. más complicado encontrar esa diferenciación. Eso y que fabricar a 10 mil kilómetros de casa implica muchos inconvenientes a nivel de control de calidad y control de “originalidad”. Este panorama es, sin duda, el que ha animado a muchas marcas -cada vez más- a apostar por la relocalización, bien acercando la producción a países donde sea más ágil y rápido controlar esa producción, o bien apostando por controlarla totalmente con fabricas externas que trabajen en exclusividad o, incluso, apostando por fábricas propias. Los motivos de este cambio de tendencia son evidentes: para franjas medias y, sobre todo altas,Asia queda muy lejos y no aporta ningún valor añadido más allá de los costes; fabricar en Europa o en España, en cambio, aporta muchas ventajas a nivel de calidad, servicio y control. Sobre todo, control. Y esas ventajas son, hoy por hoy, imprescindibles para competir con garantías en estas franjas. Que para muchas marcas son las importantes (aunque no sean las más vendidas en unidades). Hacer palas de pádel, lo hemos dicho un millón de veces, es fácil. Hacerlas bien es otro tema. Las marcas, después de años produciendo en Asia, han entendido lo importante que es controlar lo máximo posible lo que producen. Por la calidad y, sobre todo, por la “exclusividad” (para evitar copias, vaya).Y esta es la razón que está empujando a muchas marcas a impulsar sus propias fábricas (aquí o fuera) o a confiar en fabricantes muy especializados y exclusivos. Los costes pueden subir, es cierto, pero las gamas medias y altas, que al fin y al cabo son las que hay que tener más controladas, llevan varios años teniendo una muy buena demanda, de manera que esta apuesta por recuperar el control de la fabricación está más que justificada. La lista de marcas que lo están llevando a cabo es cada vez más larga, y sus resultados (en producto y ventas) demuestran perfectamente las ventajas que aporta este cambio de estrategia en la producción. Un cambio que cobrará todavía más sentido a medida que el pádel gane terreno Por muchas asignaturas pendientes que tenga, por muchos baches que nos podamos seguir encontrando en el camino (como el actual conflicto entre jugadores y WPT), el potencial del pádel es simplemente espectacular. Y, por suerte, hay muchas empresas nacionales que, aun teniendo que competir con grandes multinacionales, pueden conseguir muchas cosas si están preparadas (sobre todo financieramente). Ventajas competitivas tienen unas cuantas, comenzando por su profundo conocimiento del producto y del deporte. Con eso, ya están más que preparadas para estar en la línea del frente ahora que el pádel ha dejado de ser un deporte de argentinos y españoles...
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