A lo que debe aspirar el running, es a la estabilidad, a la madurez. Y no entendida como algo negativo. Al contrario. Una madurez que signifique regularidad, identidad propia, un volumen de practicantes y ventas sólido y con capacidad para crecer, aunque sea poco a poco. Una madurez que, al fin y al cabo, ponga fin a esta montaña rusa en la que lleva viviendo el running las últimas dos décadas 62 creciendo progresivamente y las ventas mantienen su dinamismo. Y eso, para marcas y tiendas, es un balón de oxígeno importante. En cuanto a las marcas, como era previsible, todas las grandes vinculadas al outdoor y al running siguen apostado a ciegas por esta modalidad. Algunas lo han hecho progresivamente (al ritmo que crecía esta modalidad) y otras, directamente, se han superespecializado. En el bando del outdoor, durante muchos años el camino lo ha marcado, con diferencia, Salomon, aunque la lista de marcas especialistas que están haciendo un gran trabajo es larga, con nombres como The North Face, Tecnica, Scott, Hoka, Mammut, Topo, Scarpa o, sobre todo, La Sportiva. En el bando del running, pasa exactamente lo mismo. Las marcas dudaron un poco al principio y apenas tenían uno o dos modelos en su catálogo -seguramente por la estrecha vinculación de esta modalidad con el Outdoor-, pero con el tiempo se han dado cuenta de su potencial y han inundado sus colecciones con una amplia variedad de modelos. Marcas como Mizuno,Asics, Saucony, Brooks o New Balance han apostado muy fuerte por esta categoría. Incluso la generalista adidas lleva años apostando muy fuerte por el Trail con Terrex. Y que Nike haya vuelto al Trail también es muy significativo. A todas estas marcas debemos añadir, además, las que se han superespecializado en textil running/trail (Under Armour, X-Technology o la española Lurbel, por poner algunos ejemplos) o en complementos como mochilas, calcetines y una larga lista de accesorios. Las marcas deben seguir aprovechando el buen momento del trail, implicarse en su promoción y, sobre todo, centrar sus esfuerzos en los que empiezan a descubrir el trail y los que aún corren por la montaña con calzado running. Y aprovecharse, sobre todo, de que, como en el running, Decathlon no es una amenaza directa. Al menos en calzado… GESTIONAR LA CARRERA En algunas ocasiones el running ha gestionado mal su evolución. Como quien se equivoca con los ritmos en una carrera de larga distancia, corriendo demasiado cuando la meta aún está lejos. Y esa mala planificación ha tenido muchas consecuencias. Muchos daños colaterales. Por suerte, como hemos dicho mil veces, el futuro del running depende de él mismo, de la capacidad que tengan marcas, tiendas y el sector en general, de dimensionar el mercado en su justa medida. De no querer ir más rápido de lo que sería aconsejable. De entender, al fin y al cabo, que el running tiene margen de recorrido y que lo importante es llegar, no llegar cuanto antes. Porque la gran suerte que tiene el running, y eso parece que no va a cambiar, es que su base de practicantes es muy buena. Y sigue agrandándose. Con la crisis aparentemente superada, perdemos a nuestro principal aliado, y aunque el potencial está prácticamente intacto, ahora toca trabajar. Toca moverse para mantener la fuerza del running. Y toca encontrar ese equilibrio donde la madurez de un segmento no es sinónimo de que esté quemado. El running ha crecido lo suficiente como para mantenerse fuerte. Y estable. Puede y debe seguir el ejemplo del fútbol y convertirse en un deporte regular, con un volumen de ventas muy importantes y que se mantienen sin excesivos problemas año tras año. Con o sin crisis… a fondo RUNNING
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