TradeSport 306 - Febrero 2022

do año tras año y que, obviamente, asegura un buen volumen de ventas. La clave, ahora, es no volver a caer en la tentación y procurar -entre todos, pero sobre todo las marcas- que la oferta se ajuste más o menos a esa demanda. Y hay que hacerlo teniendo muy claro que el running, a corto y medio plazo (en esto del deporte hacer previsiones a largo es muy atrevido) seguirá siendo uno de los deportes más importantes y más dinámicos de nuestro sector. Ahora parece que la niña bonita sea el bike, pero hay muchas más modalidades que, además de estar en un buen momento, tienen mucho margen de recorrido. Otro tema, y esa es la gran clave del futuro, es quién aprovechara este buen momento del deporte. Quién, desde la vertiente comercial, podrá explotar mejor todo este potencial que tiene el running.Y la realidad del segmento, hoy por hoy, en plena crisis, es que la oferta sigue siendo bastante exagerada: hay demasiadas tiendas especialistas, el multideporte sigue apostando muy fuerte por esta modalidad, las marcas están apostando fuerte por sus tiendas propias y, por si fuera poco, el online, que tradicionalmente no había sido un competidor fuerte, se ha convertido en uno de los grandes vendedores de running en los últimos dos años. LA MADUREZ COMO META El sector no ha destacado, nunca, por su capacidad para gestionar sus éxitos. Y ha tenido unos cuantos. Quizás por miedo o quizás por necesidad, siempre que algo ha destacado, en la bonanza o en las crisis,la solución del sector ha sido explotarlo cuanto más rápido mejor. Explotarlo y quemarlo. Y eso pasó con el running. Hace apenas 15 años el running era un deporte más. Un deporte al que muchos le daban la espalda. Había bastante gente que corría, pero no la suficiente como para que la especialización ganara terreno al multideporte. Pero de repente la crisis lo cambió todo. Correr estaba de moda. Y claro, el sector reaccionó. Bueno, para ser justos, reaccionaron las tiendas. Las marcas llevaban años trabajando muy bien esta categoría, tanto en marketing como, sobre todo, en I+D, y aunque evidentemente las grandes han cambiado sus estrategias con el auge de práctica, y han llegado a nuestro mercado muchas -muchísimas- nuevas marcas, ha sido la tienda la que más ha cambiado con el boom de este deporte. Después de los altibajos de los que hemos hablado antes el segmento, por suerte, ha entendido que el hecho de que cada vez haya más gente que corre –porque eso es obvio- no significa, ni mucho menos, que se necesite más oferta de tiendas. Ni especialistas ni multideporte semiespecializadas. Lo que el running necesita ahora, y sobre todo cuando pase del todo esta pesadilla del coa fondo 60 RUNNING El buen comportamiento del trail en los últimos años ha sido clave para que las crisis con las que se ha encontrado el sector en general, y el Outdoor en particular, se esquivasen con cierta pericia. ronavirus, es mantener un ritmo estable. Y seguir sumando adeptos, aunque sea poco a poco. Desde un punto de vista puramente pragmático, más corredores significa más clientes potenciales. Y a nuestro favor juega la adicción que provoca este deporte, capaz de ir sumando corredores habituales. La duda, ahora, es saber si este target es capaz de sostener una industria que en la última década ha crecido exponencialmente sin preocuparse, demasiado, del futuro a medio y largo plazo. Porque, como hemos dicho tantas y tantas veces, el verdadero reto del running empezará cuando, sin la complicidad de la crisis actual, unos y otros tengan que ayudar a este deporte a seguir creciendo. El running, como el sector en general, ha ganado fuerza sin esforzarse demasiado, pero el día que todo esto acabe, el día que dejemos atrás las crisis económicas y las sanitarias, tocará trabajar para mantener el ritmo. Y ese día, a lo que debe aspirar el running, es a la estabilidad, a la madurez. Y no entendida como algo negativo. Al contrario. Una madurez que signifique regularidad, identidad propia, un volumen de practicantes y ventas sólido y con capacidad para crecer, aunque sea poco a poco. Una madurez en la que tiendas y marcas se

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