TradeSport 306 - Febrero 2022

La evolución del running en estos últimos años se parece mucho a una carrera de larga distancia. A las sensaciones que uno tiene, tanto físicas como emocionales. Con buenos y malos momentos, con kilómetros en los que se consigue un buen ritmo y, también, con bajones. Las piernas fallan, flaquean las fuerzas, tienes la sensación de que la meta está a miles de kilómetros, pero, al final, sacas fuerzas de donde sea y vuelves a recuperarte. Y llegas. Pues así está el running, que tras un fuerte frenazo después de años de fuerte crecimiento, ha vuelto a ganar ritmo por culpa, o gracias, a la pandemia. La maldita crisis del coronavirus, lo hemos dicho muchas veces, ha sido un gran aliado para el deporte. Para la práctica. Y con permiso del Bike, el running ha sido uno de los deportes más beneficiados, con un fuerte repunte de la práctica y de las ventas. Antes de ese fatídico marzo en el que nos confinaron, el running estaba en calma, en plena transición después de unos años locos. Años en los que corrió mucho, pero acabó tropezando. Pero se levantó.Y poco a poco se redimensionó y se adaptó a la verdadera realidad del mercado, equilibrando, por suerte, oferta y demanda. El segmento se racionalizó y, con bastantes muertos en la cuneta, empezó a comportarse de una forma más lógica. Pero entonces llegó el Covid. Y el ritmo se aceleró. UN ALIADO HABITUAL El running siempre ha sabido aprovechar muy bien las crisis. Aprovecharse de ellas. Cuando las cosas se han torcido a nivel económico, el deporte siempre ha salido ganando, sobre todo su parte más atlética. Con una economía en retroceso y con el miedo marcando la agenda, la gente apuesta por el ahorro y el ocio se transforma por completo, dando mayor protagonismo al deporte por su accesibilidad y su asequibilidad.Y, también, por los múltiples beneficios que tiene a nivel de salud. El gran repunte del running, el que realmente marcó un antes y un después para este segmento, se dio justo cuando empezó la crisis económica de finales de la primera década de este siglo, en 2008-2009. En los años siguientes la práctica se disparó espectacularmente. Y con ella, las ventas. Este buen comportamiento, que duró muchos años, acabó frenándose en seco. Y con consecuencias. Por suerte, tras unos meses de muchas dudas y miedos, se recuperó cierta estabilidad. Cierta lógica. Hasta que llegó un encierro de dos meses que sirvió, entre muchas otras cosas, para que la gente valorase lo importante que es salir y lo importante que es el deporte. Que modalidades como el bike, el pádel, el senderismo o el propio running hayan ganado tanta fuerza desde el pasado mayo de 2020 no es, ni mucho menos, casualidad. Estar encerrados en casa dos meses no ha sido nada fácil y nos ha hecho valorar muchas cosas que antes no se tenían en cuenta. Entre ellas, sobre todo, la salud. Y el deporte como eje de esta salud. La espectacular estampida de gente corriendo o yendo en bici que vimos cuando nos dejaron salir era más que previsible. Como también lo era que ese nuevo afán para hacer deporte iría mucho más allá de ser una simple excusa para salir y serviría para construir una nueva cultura del deporte en la que éstas y otras modalidades pasarían a ser un hábito irrenunciable para mucha gente. Y los índices de práctica y de ventas que vemos, casi dos años después, así lo confirman. Esa cultura deportiva que tanto hemos anhelado parece que ha empezado a coger forma.Y en ella el running tiene un papel importante. Aunque suene mal decirlo, el coronavirus llegó en un momento clave para el running. Porque después de años muy buenos se había estancado. a fondo RUNNING Recuperando la normalidad Y porque con una economía recuperándose, esta modalidad -y otras- ya estaban sufriendo un nuevo “desvío” en el gasto en ocio. Eternos rivales del deporte, como la tecnología, el turismo o la restauración volvían a centrar el gasto de los españoles y muchos de los que lo habían convertido en algo muy habitual ya hacía tiempo que habían bajado el ritmo. Eso, y que el mercado seguía muy saturado, con una oferta que se mantenía muy alta y una 57 La maldita crisis del coronavirus, lo hemos dicho muchas veces, ha sido un gran aliado para el deporte. Para la práctica. Y con permiso del Bike, el running ha sido uno de los deportes más beneficiados, con un fuerte repunte de la práctica y de las ventas

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