TradeSport 306 - Febrero 2022

La gran baza que ha colocado al outdoor en el podio de los deportes con mayor potencial a corto, medio y largo plazo es la accesibilidad que tienen las llamadas modalidades de bajo impacto outdoor 30 El outdoor se mantiene fuerte en plena pandemia Se tambaleó, pero no cayó. La gente hacía deporte, pero no compraba. O, al menos, no tanto como antes, cuando el outdoor estaba en pleno auge. Por si fuera poco, en plena crisis, el tiempo nos dio la espalda, con inviernos calurosos y veranos –la época floja del outdoor- que tampoco propiciaban el sell-out. Ni un solo aliado. Pero la situación se superó, con dificultades, y arrancó un ciclo mucho más positivo para el Outdoor. Para el Outdoor como deporte. Otro tema es en qué se transformó el Outdoor, como segmento, por “culpa” de esa crisis. Sobre todo a nivel de ventas: el comercio especializado offline sufría a pesar del buen momento que volvía a vivir el Outdoor como deporte, y la única explicación lógica, más allá de que la gente comprase un poco menos -y franjas más bajas- es que el online estaba ganado mucho terreno. Eso, y que algunas cadenas especializadas que se las prometían muy felices, no se adaptaron a la dimensión real del segmento. El Outdoor es un segmento relativamente complejo en cuanto a las ventas. Y lo es porque desde que ganó músculo, en practicantes sobre todo, las El deporte, como llevamos tiempo diciendo, ha salido bastante reforzado de la crisis sanitaria que estamos atravesando. Tras un encierro asfixiante, y en un abrir y cerrar de ojos, se disparó la práctica de modalidades como el running, el pádel, el Bike…o el Outdoor. Si nos remontamos a los meses anteriores a la crisis del Covid.19, la situación del outdoor era un poco compleja. La práctica seguía creciendo, pero, sin embargo, las ventas no seguían esa misma tendencia. El Outdoor había avanzado completamente ajeno a la crisis durante unos años, pero, al final, la acabó sufriendo. A última hora, seguramente. Y por eso duró poco. El revés fue intenso, pero, por suerte, corto. Desde el principio se vio que era un tema vinculado básicamente a las ventas y muy relacionado con aspectos económicos. La práctica seguía en auge y la gran mayoría de modalidades, en especial el trail y el senderismo, gozaban de muy buena salud… en practicantes. Las ventas, obviamente, sufrieron la crisis, sobre todo aquellas vinculadas a la llamada moda Outdoor –el gran grueso del segmento- que, como toda la moda, cayó en picado. El outdoor freno en seco, pero afortunadamente, como pasó en otros segmentos, la vertiente más atlética actuó como salvavidas. Como le pasó al running o al bike. Y como le ha pasado hora con el Covid-19, la crisis convirtió a muchas modalidades Outdoor en una válvula de escape perfecta, por su accesibilidad y asequibilidad, para llenar los momentos de ocio. grandes cadenas le han dado mucho protagonismo, especialmente a las franjas medias de precio (que, además, son las que controlan la mayor parte de las ventas). Los especialistas se han hecho fuertes en lo alto de la pirámide, pero han perdido fuerza en número. Y quien ha ganado mucho en todos estos cambios son los operadores online, especialmente los que, aun siendo multideporte, se han volcado en el Outdoor. Con la crisis económica superada, y ajenos a la que se nos venía encima al arrancar 2020, el Outdoor definió muy bien las reglas del juego: las gamas altas eran coto privado del comercio especialista (off y on) y las gamas bajas las contolaba Decathlon, que con su marca Quechua hace años que es en el gran“impulsor” del Outdoor más light. En medio, en lo que aparentemente es tierra de nadie pero que en realidad abarca el target más extenso del segmento, es donde se da la mayor competencia, porque es en esta franja donde compite absolutamente todo el mundo: el comercio especialista, con las líneas más “populares” de las grandes del Outdoor y con una larga lista de

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