TradeSport 305 - Enero 2022

65 El sector se encuentra en una especie de limbo donde, por primera vez en muchos años, sus dos grandes universos, el deporte y la moda deportiva, respiran con mucha tranquilidad. Avanzando, casi, a una velocidad similar. Con todo lo bueno que eso supone para el sector, para la oferta y para el consumidor. lidades, con Bike, running, Outdoor, fitness y pádel en cabeza. Puede que sea algo pasajero, al menos en la intensidad, pero el presente ha impuesto una nueva cultura donde el deporte y el bienestar juegan un papel clave. Por eso, estos deportes de los que hemos hablado -y otros- seguirán ganando cuota en un 2022 en el que, mientras sigan disparándose puntualmente los contagios, seguirá sin desviarse radicalmente el gasto hacia otros universos que puedan restarle peso al deporte. Un buen ejemplo de que las cosas no pintan mal para este 2022 es la apuesta que siguen haciendo prácticamente todas las marcas por la innovación. Los resultados financieros de 2021 han sido bastante buenos teniendo en cuenta la situación, recuperando en algunos casos el estatus quo de 2019, y muchas grandes marcas y tiendas lo han pasado bastante mejor de lo que cabría esperar. Creciendo, incluso. Así que no es extraño, en este sentido, que unos y otros se enfrenten a 2022 con optimismo. Este optimismo, sin embargo, no es general. La pandemia ha sido un aliado para mucho, pero para otros ha sido un auténtico desastre. La puntilla. Es la historia de siempre: los grandes se hacen grandes, y los pequeños se hacen pequeños. Y desaparecen. Las oportunidades eran para todos, eso es innegable, pero no todo el mundo estaba preparado para aprovecharlas, y si algo ha quedado claro en esta pandemia es que quienes estaban “despistados” en marzo de 2019, cuando el COVID dio su primer golpe, han tenido muchos problemas por mantenerse en pie. Y si lo han hecho,la mayoría están tambaleándose y al borde de caer en la lona. Porque al final, el COVID ha servido para acelerar una selección natural que muchos imaginaban a 4 o 5 años vista. Pero volvamos a lo que depara este 2022 más allá de quien controlará las ventas. Hablemos del cuánto. Y las cosas pintan bien. Y es así porque, como hemos dicho, la práctica vive un momento dulce y, también, porque a diferencia de otros años, el invierno está siendo bueno. Con frio y nieve. El esquí, que generalmente marca esos primeros ánimos del año, está bastante satisfecho con el arranque y, además, hay muchas esperanzas puestas en los deportes Outdoor, en el bike o en el pádel, sobre todo si se solucionan con cierta rapidez los problemas de suministro que han marcado este pasado 2021. Por lo pronto, lo que hay que hacer es seguir aprovechando que el deporte atraviesa, en lo que a la práctica se refiere, un momento dorado. De los mejores en los últimos 50 años. La gente está apostando fuerte por el deporte y eso, más allá de los beneficios que tiene para la salud, se traduce en ventas para el sector.Lo técnico hace años,desde la crisis de 2008, que viene disfrutando de una dinámica muy buena,con crecimientos sostenidos año tras año, pero es obvio que, con la llegada de la pandemia, y por “culpa”, en gran parte, de ese asfixiante encierro, los índices se han disparado.Y siguen al alza.Y lo que ya era positivo,lo es todavía más. Sobre todo, porque ha servido para equilibrar un poco las fuerzas entre lo atlético y la moda. Y depender menos de la moda siempre es positivo. Lo bueno, además, es que precisamente esta moda, tan dañina a veces, también ha vuelto a levantar cabeza en este 2021 y en los primeros días de 2022, con la campaña de Reyes y las rebajas. Y ahora, el sector, se encuentra en una especie de limbo donde, por primera vez en muchos años, sus dos grandes universos,el deporte y la moda deportiva, respiran con mucha tranquilidad. Avanzando, casi, a una velocidad similar. Con todo lo bueno que eso supone para el sector,para la oferta y para el consumidor. Y esta es la realidad actual del sector. En un contexto tan complejo, seguimos avanzando hacia un futuro donde el deporte, como práctica, cada vez tiene mayor peso para la gente. Porque el deporte es bienestar, es salud. Y la salud no tiene precio. Y sí, ha tenido que llegar una pandemia para que muchos se dieran cuenta de ello, pero ese no es el debate. Lo que toca, ahora, es aprovechar los meses o los años en los que este protagonismo se mantenga. Porque si la práctica sigue en estos niveles, las oportunidades se multiplican. El deporte controla la venta de material técnico y, con ello, el canal se asegura un mínimo de ventas y, además, hay más perfiles de tienda que pueden mantenerse a flote si saben gestionar bien esta apuesta casi exclusiva por lo técnico. En cuanto al reparto del pastel, poco van a cambiar las cosas respecto a 2021. El sector tiende a la segmentación desde hace muchos años y el COVID lo que ha hecho es acelerar esta tendencia. Los fuertes se harán cada vez más fuertes (marcas y tiendas) y lo harán, además, apoyándose en esa omnicanalidad que hace años que se advierte como imprescindible. Las grandes marcas van a potenciar sus estrategias DTC a la misma velocidad con la que reducirán su lista de clientes. Nada nuevo.Y eso, quizás no ahora pero sí más adelante, conllevará la desaparición de muchas tiendas. Pequeñas y no tan pequeñas. Independientes y, también, asociadas.Y no es culpa de la pandemia; es el progreso.

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