2021ha terminado. Y lo ha hecho con una nueva ola que, pese a la virulencia de su propagación, no está teniendo -gracias a la vacunación- un efecto especialmente significativo en la economía.Algunas comunidades han impuesto ciertas restricciones, pero la que, sin duda, es la gran campaña de ventas, la Navidad, apenas se está viendo afectada. Este no ha sido un año especialmente difícil. Raro quizás, pero no difícil. Y ni siquiera ha sido malo. Y lo malo, en cualquier caso, es que, por factores todavía vinculados a la pandemia, ha habido ciertas oportunidades que no se han podido aprovechar.Deportes como el pádel,el bike,algunas modalidades Outdoor y, también, ciertas colecciones sportwear de algunas grandes marcas, han tenido muchos problemas de oferta por culpa de la falta de materia prima en las fábricas o por el cierre de éstas. Coletazos de la crisis del COVID que se convierten en oportunidades perdidas. Todo indica que, al menos a corto plazo, la demanda de estos y otros deportes seguirá bastante dinámica, así que, en cuanto todo recupere cierta normalidad -y todo apunta a que será a lo largo de este 2022 o en el primer semestre de 2023- esas oportunidades podrán aprovecharse. Porque si a estas alturas hay un aspecto que es incuestionable es que el deporte, el sector, ha salido bastante reforzado de esta crisis sanitaria. Habrán cambiado muchas cosas a nivel global, habrá cierres, pero si hacemos una lectura en conjunto, el deporte ha ganado mucho músculo en estos últimos dos años. Y todo apunta a que este buen comportamiento se va a alargar unos años más. Porque la práctica sigue manteniendo una buena dinámica -más pausada, pero positiva- y, también, porque la moda deportiva, que tanto peso tiene en el sector, está volviendo a coger velocidad de crucero. Hace años, bastantes, que la balanza no estaba tan equilibrada y ambos universos, el técnico y el lifestyle, no avanzaban a una velocidad similar.Y eso, en el contexto que hemos vivido, es importante destacarlo. UN AÑO DE TRANSICIÓN 2021 ha sido un año de transición. Entre un 2020 muy marcado, lógicamente, por el COVID y el encierro, y un 2022 en el que, sin haber dejado del todo atrás a la pandemia, se supone que todo debería de volver a la normalidad.Y todo se recolocará, precisamente, en función de cómo se hayan gestionado las cosas este 2021. 2020 fue un año de ruptura, de tener que adaptarse a una situación inesperada que nos obligó a dar un salto de 3 ó 4 años para poder adaptarnos a una realidad que la esperábamos mucho más adelante. De entender que la omnicanalidad no era una opción, era una obligación. De plantearse nuevos modelos para sobrevivir en un entorno que, en un abrir editorial 5 El reto, a lo largo de este año que empieza, es acabar de redefinir bien los cambios que se han dado en los últimos meses. Acabar de profesionalizar la gestión y, sobre todo, integrar todo lo que significa la digitalización. Todo indica que el buen comportamiento que está teniendo el sector se va a alargar unos años más. Porque la práctica sigue manteniendo una buena dinámica y, también, porque la moda deportiva está volviendo a coger velocidad de crucero. Resituarse y cerrar de ojos, se había vuelto completamente digital. Y los que no reaccionaron rápido -la mayoría- lo habrán podido hacer a lo largo de 2021… para prepararse para este año que empieza con esperanza. Porque no nos engañemos, los que a estas alturas no hayan entendido el cambio y se hayan adaptado a él, difícilmente lo podrán hacer. El reto, a lo largo de este año que empieza, es acabar de redefinir bien estos cambios que se han llevado a cabo en los últimos meses.Acabar de profesionalizar la gestión y, sobre todo, integrar todo lo que significa la digitalización. Y comprender, sobre todo, que esa digitalización no significa apostarlo todo al online, sino entender que, también esa digitalización es determinante en el offline. APROVECHAR LA INERCIA El sector sigue teniendo mucho margen de recorrido todavía. Ahora toca seguir por la senda del crecimiento y aprovechar que el deporte siempre se ha beneficiado en épocas de crisis. A corto y medio plazo la práctica se mantendrá a muy buenos niveles y las modalidades que han dinamizado las ventas en los últimos años seguirán generando mucho tráfico en la tienda. Si a eso añadimos, como hemos dicho antes, que el otro gran foco del sector, la moda, también atraviesa un buen momento, podemos ser muy optimistas de cara a este 2022. Otro tema, y aquí es donde se “complica” la cosa, es quién sacará partido de esta buena evolución.Y la respuesta parece bastante obvia: los que hayan entendido y se hayan adaptado a las nuevas reglas del juego. Y aquí ya hay plazas seguras como las grandes cadenas, que pese a todas las restricciones han seguido creciendo, sobre todo en metros; las grandes marcas, que acelerarán su estrategia DTC; algún grupo de compras que, sin ser el más fuerte, sí está entendiendo hacia donde hay que ir -y con quien-; y algunos especialistas que llevan años gestionando eficazmente su negocio y, sobre todo, que llevan tiempo apostado por la omnicanalidad.Al resto, probablemente, les toque seguir sufriendo. Jaume Ferrer Director jferrer@tradesport.com
RkJQdWJsaXNoZXIy Njg1MjYx