Si hay algo que nadie debe dudar a estas alturas es que el Outdoor sigue siendo uno de los universos con mayor margen de crecimiento del sector. Y lo sigue siendo, básicamente, por una razón: por el enorme peso que tiene, y tendrá a partir de ahora, todo lo que tenga que ver con la naturaleza, el bienestar y el deporte. El gran abanico de modalidades que se engloban bajo su paraguas le convierte en un universo en el que cualquiera puede entrar. Unos, más expertos y exigentes, pueden irse a subir cumbres de 4.000 para arriba; otros se conforman con un buen trekking ligero; algunos –cada vez más- simplemente quieren correr por la montaña; y también hay quien, un sábado o un domingo por la mañana, se va a pasear por una ruta fácil.Todos ellos, desde el alpinista extremo hasta el que pasea por caminos llanos sin ninguna dificultad técnica, son el futuro de marcas y tiendas. EL PUNTO DE INFLEXIÓN: POPULARIZAR EL OUTDOOR En este futuro,pero sobre todo en un presente donde el Outdoor se ha hecho fuerte por la base, aunque la parte más exigente, más técnica, también gane peso, el protagonismo será de las llamadas modalidades de bajo impacto (trekings ligeros, senderismo, walking…). Si éstas han sido el motor del Outdoor durante muchos años,su peso todavía será más importante en los próximos años.Y más después de todo lo que ha conllevado la pandemia. Hoy por hoy, y seguramente durante mucho tiempo, el target más importante para marcas y tiendas, por el volumen que representan, es el que hay debajo de la pirámide. Esa gente que va poco a la montaña, la que va con cierta asiduidad, pero hace modalidades poco exigentes o aquella que, simplemente, busca un look outdoor para su día a día sin ninguna intención de ir a la montaña. Las marcas lo saben perfectamente y han tardado muy poco en adaptar sus colecciones a esta realidad. Sin renunciar a sus líneas más técnicas, han entendido que no todo el mundo quiere hacer grandes excursiones, y aunque la tecnicidad sigue siendo uno de los grandes reclamos de este tipo de prendas, para desconectar, hacer un poco de deporte y disfrutar de la naturaleza –lo que quiere la mayoría de gente- no es necesario tener una chaqueta de 700 euros con una columna de agua de 20.000 ni unas botas de 200 euros que han sido diseñadas para terrenos muy técnicos. Evidentemente marcas y tiendas tienen que seguir apostando fuerte por las gamas más técnicas –es su esencia y la esencia del sector- pero es obvio que unos y otros, incluso los más especialistas, tienen que cuidar mucho a este perfil más bajo (bajo por el uso que hace del material, no por su poder adquisitivo) porque es el que da el volumen necesario para sobrevivir y seguir creciendo en otras categorías. Y sobre todo porque es el que ahora mismo genera más demanda.Y para darse cuenta del cambio basta con ver la oferta actual de los grandes especialistas, mucho más amplia y con una decidida apuesta por el segmento medio, algo impensable hace 10 o 15 años. La demanda es la que es y, si encima la competencia multideporte off y online se hace fuerte, mantener ese “puritanismo” es absurdo. TRAVEL Y TRAIL DINAMIZAN LAS VENTAS Como hemos dicho antes, son muchas las modalidades que, dentro del Outdoor, han ganado terreno en los últimos años. Modalidades más exigentes, como el alpinismo, y modalidades mucho más accesibles como el nordic walking. Dicho esto, y teniendo claro que en todas las partes de la pirámide se han dado crecimientos, hay dos universos que, en los últimos años, incluso bastante antes de la llegada del Coronavirus, están empujando muy a fondo 34 ESPECIAL OUTDOOR
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