Siendo conscientes de la complicada situación económica actual de tiendas, distribuidores, marcas y estaciones de esquí, aún podemos estar aliviados por que la coyuntura de 2020 no se haya llevado a más de medio sector por delante. Si 2020 sacudió a todos los sectores con violencia, en el caso del deporte invernal se expresó con especial virulencia ya que la llegada del otoño y de la nieve fue acompañada de un férreo confinamiento 34 Esquí reset Por Carlos Grande A las puertas de la temporada invernal, las tiendas especializadas de esquí y deporte invernal miran con más inquietud que ningún año al cielo. Si todos los años este sector está muy pendiente de la climatología debido a la cada vez mayor dificultad para acumular nieve en nuestras pistas de esquí y montañas, en esta ocasión lo hacen con especial atención debido a que al año 2020 se le puede denominar como un año en blanco, y no precisamente por la abundancia de nieve, a pesar de haber contado con la inesperada visita de Filomena que cubrió el país de un manto de nieve como no se recordaba en muchas lugares, especialmente Madrid. Lamentablemente el año en blanco, se debe a que la mayoría de practicantes de deportes de invierno no pudo disfrutar de esa extraordinaria nevada pero tampoco de la practica de su deporte favorito. Y es que, si 2020 sacudió a todos los sectores con violencia, en el caso del deporte invernal se expresó con especial virulencia ya que la llegada del otoño y de la nieve fue acompañada de un férreo confinamiento en toda España y en la practica totalidad de Europa que impidió que los ciudadanos acudieran a esquiar a las pistas de esquí o a practicar deportes invernales a las montañas. La expansión de la segunda ola de la pandemia y su consiguiente emergencia sanitaria derivó en una drástica caída de las ventas, como no podía ser de otra manera tras tener que permanecer con cierres autonómicos, perimetrales, etc., y el consecuente vaciamiento de las estaciones de esquí. Por tanto, 2020 fue un RESET para el sector, la pandemia pulso el botón de reboot y el sector ha tenido que reiniciar su actividad y recomponerse tras un año que ha hecho acumular dudas y deudas en muchos operadores del sector. Por suerte, y sin restar ni un ápice del dramatismo con que se afrontó la anterior temporada desde el sector,la situación no alcanzó la alerta que la FESI (La Federación Europea de Industrias de Artículos Deportivos) lanzaba en el mes de diciembre en un comunicado que hablaba de la posible desaparición del 65% de las empresas del sector lo que podría haber sido un mazazo del que hubiese sido muy difícil recuperarse. Así, siendo conscientes de la complicada situación económica actual de tiendas, distribuidores, marcas y estaciones de esquí, aún podemos estar aliviados por que la coyuntura de 2020 no se haya llevado a más de medio sector por delante. Instalados en la rampa de lanzamiento de la temporada 2021 el sector mira con optimismo, al menos en el caso de España donde con más de un 80% de la población vacunada y una tasa de incidencia baja, todo apunta que si la climatología acompaña, el sector tendrá un efecto rebote recuperando los esquiadores del año prepandemia, e incluso incorporando a nuevos practicantes. La industria deportiva ya ha vivido una situación similar. Así tras el impacto de la primera ola y los confinamientos, la salida en tromba de gente a practicar deporte al aire libre provocó roturas de stocks y falta de producto, y pese a que se perdieron oportunidades de venta y no todos los nuevos practicantes se han mantenido, lo cierto es que el saldo de nuevos practicantes sigue siendo positivo. Aunque es posible que el sector de los deportes de invierno pueda acusar el mismo mal que aquejó a la distribución deportiva con una rotura de stocks y falta de producto en esta temporada, que no sería una buena noticia, lo cierto es que si esto es derivado de una ola de esquiadores, riders y montañeros, así como de nuevos practicantes y el sector es capaz de sostenerlos serían buenas señales para el futuro. Deseo que el sector, tenga un año excelente, sobre todo porque lo merece tras la nefasta temporada 20/21, y que gane nuevos practicantes, sobre todo ante el reto que la climatología está poniendo al sector en España, ya que el verdadero problema del sector a medio plazo es el cambio climático y como, cada vez, resulta más complicado mantener las pistas en condiciones óptimas debido al descenso de precipitaciones y subida de temperaturas, lo que reduce los días hábiles de esquí. Por ello, una vez que parece hemos “controlado” el coronavirus la ocupación del sector es mirar al cielo con inquietud y esperar un año blanco de verdad. artículo del mes
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