70 en cuenta el volumen que aún representa el sportwear (un 50%), son muy importantes. La venta de calzado, por ejemplo, ronda desde hace años los dos millones de pares anuales –entre fútbol y fútbol sala-, y a eso hay que sumarle las réplicas, las equipaciones y una larga lista de complementos. La elevada facturación de este deporte, más allá del volumen importante que tienen las réplicas, se explica, simplemente, analizando la gente que lo practica. Y no hablamos sólo de las más de 900.000 licencias que hay –y que, sin duda, ya dan una idea bastante clara de cómo pueden ir las ventas- sino, sobre todo, por los miles y miles de españoles que juegan en liguillas amateurs. A todo esto, hay que añadir, y no es un dato secundario -al contrario-, que el fútbol es el deporte que mueve más dinero entre los no practicantes. No hay ningún otro deporte que genere tantas ventas no destinadas a la práctica.Y el volumen es espectacular. Las réplicas, por ejemplo, generan cifras suficientemente astronómicas como para que las marcas se planteen pagar 90 ó 100 millones de euros a un club. Sobre las ventas, poco que decir. Desde hace muchos años el fútbol es un segmento claramente dominado por las dos grandes, Nike y adidas. Ambas marcas controlan el mercado de forma aplastante. Son ellas quienes más venden -con mucha diferencia- y quienes más invierten en esponsorizaciones y patrocinios. Lo de innovación en producto es otro tema. Entre ambas marcas repreEl tenis perdió mucho protagonismo en pro del pádel, pero a día de hoy, y tras el revés de la crisis y de la perdida de jugadores e instalaciones, está sumido en una estabilidad que muchos calificarían de bendita. outdoor técnico; Es, al fin y al cabo, un segmento que siempre ha avanzado completamente ajeno a todo lo que le rodeaba y los pocos altibajos que ha sufrido -casi imperceptibles- no tenían ninguna relación con el entorno global, más bien con ciertas particularidades que siempre ha tenido el propio segmento,como,por ejemplo,repuntar en los años pares, años con Eurocopa o Mundial. Esta estabilidad debe entenderse, también, como un mínimo innegociable para un deporte que, si se define por algo, es por los grandes intereses que tiene detrás. La mayoría de los cuáles, por cierto, tienen muy poco que ver con el sector. Es deporte que mueve miles y millones de euros en derechos de imagen, traspasos, publicidad… y ya habrá quien se preocupe de que la máquina siga funcionando. La base de practicantes asegura un mínimo de ventas muy elevado (es el que cuenta con más licencias, lo que asegura una base sólida y constante), pero probablemente sean los fuertes intereses que hay detrás los que siempre mantendrán el fútbol vivo. Y eso, aunque no guste, es un gran aval, el mejor, para que las tiendas y, sobre todo, para que las marcas, sigan apostando por este deporte. Es fútbol es, sin duda, el deporte con una mejor base de practicantes. Y con más licencias. La mayoría de practicantes son niños y jóvenes, es cierto, pero ese target ya representa un volumen de ventas espectacular. Y es que, más allá de los billetes que puedan mover derechos de televisión, patrocinios, sueldos de las estrellas o venta de entradas, y aunque la venta de material deportivo tenga un peso relativo en este universo, el fútbol es el deporte por excelencia del sector. Durante muchos años, cuando running y bike eran cosa de cuatro insensatos, ha sido el deporte que mantenido viva la parte más técnica del sector. No hay que olvidar que en los últimos años el fútbol está concentrando entre un 8% y un 10% del total de las ventas del sector, unos porcentajes que, teniendo sentan alrededor de un 80% de las ventas, tanto en unidades como en valor. Y esta cifra, más allá de dejar poco margen a la competencia, constata que en el mundo del fútbol quien tiene más dinero es quién tiene más posibilidades de controlar el mercado. ¿Y el resto del pastel? Pues ese 15-20% que dejan las grandes se lo reparten media docena de marcas.Y aunque pueda parecer poco, el volumen que mueve el fútbol es tan grande que esas “migajas” son suficientemente atractivas como para que algunas marcas se vuelquen en ellas y se atrevan, sin complejos, a luchar en este segmento. Sin complejos y, muchas veces, con muy buenas armas. La mayoría de cosas que hemos dicho acerca del fútbol sirven, también, para el fútbol sala. Estabilidad como máxima. Aunque con una gran diferencia: su impacto mediático no es ni una millonésima parte del que tiene el fútbol. Y eso, aunque para muchas cosas es un contratiempo, también demuestra que las cifras que mueve el fútbol sala en lo que a pares vendidos se refiere son, simplemente, espectaculares Y lo son desde hace muchos años. Y poco importa si hay un porcentaje alto-o muy alto- de este casi millón de pares que en los últimos años se venda para ir por la calle.Al final, son ventas. DEPORTES DE RAQUETA El presente del tenis y el pádel apenas ha cambiado en los últimos años. Siguen caminos y ritmos diferentes, pero ambos siguen sumidos en una cómoda evolución. Cómoda pero no siempre positiva. El tenis se ha estabilizado después del retroceso que experimentó con el boom del pádel y está inmerso en una madurez que da poco margen al cambio, ni para bien ni para mal. El pádel, después de unos años un poco locos, ha bajado su ritmo de crecimiento, pero sigue ganando adeptos y consolida su recién estrenada condición de deporte de raqueta con más practicantes. Caminos diferentes pero un presente similar donde ambos buscan alternativas para crecer. El margen de recorrido del tenis es muy limitado, pero es un deporte con una base muy sólida que difícilmente se tambaleará. Las urgencias del pádel son más importantes: pese a que sigue ganando practicantes y, sobre todo, espacio en la tienda, el margen de crecimiento de este deporte es cada vez más limitado dentro de nuestras fronteras y si este universo no quiere morir de éxito es fundamental que ESPECIAL 300 ACTIVIDADES DEPORTIVAS
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