TradeSport 300 - Julio-Agosto 2021

68 ESPECIAL 300 ACTIVIDADES DEPORTIVAS parte importante del negocio para muchos comercios multideporte, sea cual sea su tamaño. En estos últimos años el fútbol ha avanzado en la sombra. Y muy cómodamente. Mientras la gente hablaba de running, pádel, bike o sneakers, el fútbol hacía su camino con absoluta tranquilidad. Y casi en el anonimato. Su evolución, lo hemos dicho, ha sido plana y estable, y aunque en otros segmentos eso podría interpretarse como un dato negativo, en el fútbol, la estabilidad es una buena noticia. Muy buena. Con el volumen que mueve este deporte, que se mantenga estable no deja de ser una pequeña victoria para el sector. Ni crisis, ni moda, ni deportes que disparan sus índices de práctica: nada ha logrado desestabilizar al fútbol. Ni crisis, ni moda, ni deportes que disparan sus índices de práctica: nada ha logrado desestabilizar al fútbol, que siempre ha avanzado completamente ajeno a todo lo que le rodea basta con ser un buen socio para las marcas que quieren explotar las colecciones más asequibles o, sobre todo, las líneas claramente urbanas, que seguramente no requieren un grado tan alto de especialización ni tienen un target tan definido. Pero el gran cambio no se ha dado solo en la segmentación de la oferta por tipo de negocio; se ha dado, sobre todo, en quién vende. Y en eso, como hemos dicho antes, el online ha ganado terreno de una forma espectacular. Y lo han hecho, además, unos pocos operadores. Y aun reconocido que algunas de las principales cadenas offline han hecho un gran esfuerzo en potenciar la venta online, es evidente que los especialistas del online se han convertido en los grandes protagonistas de las ventas en los últimos años, con crecimientos espectaculares, y convirtiéndose, para casi todas las marcas, en sus principales clientes. Y eso, lógicamente, ha hecho mucho daño a un comercio offline que, por desgracia, cada vez tiene menos argumentos para defender su propuesta de valor. Otro cambio importante que se han dado en estos últimos años, y que dibuja un panorama casi opuesto al de hace 30 años, tiene que ver con la oferta. El Outdoor ha sido, durante muchos años, uno de los segmentos más técnicos del sector. Y esta tecnicidad es sobre la que giraban todas las estrategias de las marcas. Pero las tendencias cambian y es fundamental adaptarse a estos cambios. La moda, un día, decidió que el look outdoor era interesante, y las cosas empezaron a cambiar. Por suerte. La moda entro en el segmento arrasándolo todo.Y tal fue esa fuerza que hoy por hoy, aunque la afirmación no guste, es la moda quien sostiene el universo outdoor. Se le puede llamar travel, walking, urban o como se quiera, pero las ventas de líneas urbanas, o, mejor dicho, la venta de producto que no se usará para practicar modalidades outdoor, es la que tiene, desde hace años, más cuota en las ventas.Y con diferencia. Hace 30 años el Outdoor era un coto privado de unos pocos puristas. En practica y en ventas. Ahora, como llevamos años diciendo, es un universo tan extenso y con tantos perfiles de consumidor (practicantes habituales, practicantes ocasionales, consumidores no practicantes…) que puede ser explotado por muchas marcas… y muchas tiendas. FÚTBOL Llevamos muchos años hablando del fútbol como un perfecto ejemplo de estabilidad y madurez. Su evolución en los últimos años ha sido plana, y si bien apenas tenía repuntes importantes, tampoco sufría ningún retroceso.Y eso, en un segmento que mueve tanto dinero, es un gran valor añadido: con los volúmenes que mueve este deporte, especialmente en calzado, pero, también, en equipaciones, esa madurez, ese comportamiento regular, supone un porcentaje muy importante de las ventas globales del sector y, por supuesto, una

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