offline se las prometía muy felices, llegó el boom del online. Y claro, un caramelo como el del Outdoor no pasó inadvertido para muchos grandes operadores del online. Con la crisis superada, el Outdoor definió muy bien las reglas del juego. El comercio multideporte, sobre todo el de las grandes ciudades, se olvidó de las gamas altas, coto privado del comercio especialista. Las gamas bajas hace años que son cosa de Decathlon, que con su marca Quechua se ha convertido en el gran proveedor del Outdoor. ¿Qué le queda al comercio multideporte? Pues poco margen, la verdad. En los últimos años sus alternativas para explotar el Outdoor se han limitado a tocar algo de trail, apostar por alguna de las marcas outdoor que se han popularizado como marca de “travel” y poco más. Material duro, mejor olvidarse. Calzado y textil técnico de gama alta, también. Lo que sí puede hacer es apoyarse en algunas marcas reconocidas de gama media que ofrecen un perfecto equilibrio entre precio y calidad. Pero tampoco será fácil, porque el comercio especialista, antes reacio a este tipo de producto, ha apostado en firme por él tras entender -por fin- que este perfil de marca le ayuda a atraer a otro perfil de público muy importante y, sobre todo, le permite diversificar la oferta sin perder especialización. Sin olvidarse de que, además, son marcas que generalmente garantizan un margen muy bueno. Al final, el objetivo del comercio multideporte no debe ser convertirse en un referente del tima década, las reglas del juego han cambiado mucho.Y sobre todo ha cambiado, y mucho, quién, y cómo vende.Y ese cambio empezó con la crisis de hace una década. El Outdoor había avanzado completamente ajeno a la crisis durante unos años, pero, al final, la acabó sufriendo. A última hora, seguramente. Y por eso duró poco. El revés fue intenso, pero, por suerte, corto. Desde el principio se vio que era un tema vinculado básicamente a las ventas y muy relacionado con aspectos económicos. La práctica seguía en auge y la gran mayoría de modalidades, en especial el trail y el senderismo, gozaban de muy buena salud… en practicantes. Las ventas, obviamente, sufrieron la crisis, sobre todo aquellas vinculadas a la llamada moda Outdoor –el gran grueso del segmento- que, como toda la moda, cayó en picado. El outdoor freno en seco, pero afortunadamente, como pasó en otros segmentos, la vertiente más atlética actuó como salvavidas. Como le pasó al running, o al bike (y como le ha pasado hora con el Covid-19), la crisis convirtió a muchas modalidades Outdoor en una válvula de escape perfecta, por su accesibilidad y asequibilidad, para llenar los momentos de ocio. Y eso fue determinante para que este universo aguantase el chaparrón. Se tambaleó, pero no cayó. La gente hacía deporte, pero no compraba. O, al menos, no tanto como antes, cuando el outdoor estaba en pleno auge. Por si fuera poco, en plena crisis, el tiempo nos dio la espalda, con inviernos calurosos y veranos –la época floja del outdoor- que tampoco propiciaban el sell-out. Ni un solo aliado. Pero la situación se superó, con dificultades, y arrancó un ciclo mucho más positivo para el Outdoor. Para el Outdoor como deporte. Otro tema es en qué se transformó el Outdoor, como segmento, por “culpa” de esa crisis. La especialización se ha convertido, en estos últimos años, en una huida hacia adelante para muchos segmentos. Una huida hacia delante y una necesidad. Sobre todo, por culpa -y gracias- a cómo el canal dejó de lado el deporte cuando la moda deportiva vendía sin apenas esfuerzos. Fue entonces cuando la especialización empezó a consolidarse. Y, sin duda alguna, el Outdoor fue el gran pionero en la especialización. Ya antes de la crisis, pero sobre todo con ella, el panorama comercial dio un vuelco espectacular y las especialistas empezaron a coger mucha fuerza en detrimento de las multideporte tradicionales. El poco cuidado que tenía el comercio respecto a lo técnico, y un deportista cada vez más exigente y con nuevos hábitos de compra, cambiaron las reglas del juego.Y más rápido de lo que muchos se hubieran imaginado. En muy poco tiempo se tejió una red muy sólida de tiendas especialistas –y superespecialistas- que, con permiso de Decathlon, de algunas grandes cadenas,no tardó en controlar una parte muy importante del pastel,especialmente en gamas altas y, últimamente, también en las medias. Pero cuando este comercio especialista 66 ESPECIAL 300 ACTIVIDADES DEPORTIVAS
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