en cuenta que el target que ha disparado las ventas es, en sus primeros pasos, más de multideporte que de especialista, queda claro quien se reparte el pastel. Así que, como era previsible, la burbuja acabó estallando. Durante 3 ó 4 años muchas tiendas tuvieron cierto margen para crecer y consolidarse, pero desde hace bastante tiempo los cierres han empezado a tener más peso que las aperturas. Incluso grandes especialistas que jamás hubiéramos pensado que bajarían la persiana han tenido que poner punto y final a su aventura. El segmento, por suerte,ha entendido que el hecho de que cada vez haya más gente que corre –porque eso es obvio- no significa, ni mucho menos, que se necesite más oferta de tiendas. Ni especialistas ni multideporte semiespecializadas. Ni es fácil especializarse ni tampoco lo es posicionarse en un segmento donde ya hay muchos comercios de referencia que llevan años luchando. Y donde, como hemos dicho, hay tanto grandes operadores volcados en el running. Offline y, también, online. BIKE El bike ha sido, sin duda, uno de los segmentos que más cambios ha experimentado –para bien- en las últimas tres décadas. Ha crecido vertiginosamente, se ha frenado en picado, ha vuelto a coger un buen ritmo y pese a que la crisis ralentizó su buena progresión, en estos últimos años ha vuelto a pegar un salto cuantitativo -y cualitativo-. Sobre todo en plena pandemia. En los 80, fue la aparición de un nuevo modelo de bicicleta, las mountainbike, la que propició el El bike ha sido uno de los segmentos que más cambios ha experimentado en las últimas tres décadas. Ha crecido vertiginosamente, se ha frenado en picado, ha vuelto a coger un buen ritmo y, en estos últimos meses ha vuelto a pegar un salto cuantitativo -y cualitativo-. dado claro, por culpa del maldito virus, que la práctica sigue en niveles muy buenos y que muchos corredores han incorporado este deporte a sus hábitos, a su rutina.A estas alturas hay una base muy sólida de corredores que sigue creciendo año tras año y que, obviamente, asegura un buen volumen de ventas. El porqué del boom del running lo tenemos todos más o menos claro y no hace falta extenderse en ello. Basta, seguramente, con decir que es una modalidad muy accesible y asequible, y que sus beneficios para la salud -física y psíquica- son considerables. Lo raro, con esta lista en la mano, es que hace dos décadas correr fuera de locos ¿Por qué se tardó tanto en dar el salto cuantitativo? Pues seguramente la crisis del 2008 tuvo mucho que ver en ello. Curiosamente. En una época de contención del gasto, de cambio en los hábitos de compra y de muchos recelos a gastar en ocio (incluso pudiendo), el deporte ganó mucho protagonismo como válvula de escape, como opción de ocio asequible.Y el running fue la modalidad que más adeptos sumó. En apenas 3 años el running cogió un estatus que nadie hubiera imaginado a mediados de los 90. Ni con la fiebre olímpica. El crecimiento, en los primeros años, fue espectacular. En practicantes y en ventas. Y también en tiendas. El problema es que es muy difícil, casi imposible, mantener un ritmo alto durante toda la carrera, sobre todo en distancias largas. Y como era previsible, el crecimiento se ralentizó. Y las ventas, obviamente, cayeron. Siguen siendo mucho mejores que las de hace unos años, antes de la crisis -y evidentemente infinitamente mejores que las de hace tres décadas- pero probablemente las consecuencias de un frenazo o, incluso, de un retroceso, hayan sido mucho peores por el sobredimensionamiento del mercado y por las expectativas (exageradas) puestas en esta modalidad. Hace apenas dos décadas el running era un deporte más. Un deporte al que muchos le daban la espalda. Había bastante gente que corría, pero no la suficiente como para que la especialización ganara terreno al multideporte. Pero de repente la crisis lo cambió todo. Correr estaba de moda.Y claro, el sector reaccionó. Bueno, para ser justos, reaccionaron las tiendas. Las marcas llevaban años trabajando muy bien esta categoría, tanto en marketing como, sobre todo, en I+D, y aunque evidentemente las grandes han cambiado sus estrategias con el auge de práctica, y han llegado a nuestro mercado muchas -muchísimas- nuevas marcas, ha sido la tienda la que más ha cambiado con el boom de este deporte. Durante meses, o años, la demanda era muy buena y la oferta, además de serlo también, era bastante “razonable”. Pero apuntarse a un boom como el del running es relativamente fácil. O eso creían muchos. Y en muy poco tiempo la red de comercios especializados en running se disparó. Exageradamente. Y muchas veces bajo la gestión de gente que no tenía la más remota idea de llevar una tienda y que creían que con la pasión que tenían por este deporte bastaba. Por si fuera poco, parece que nadie se dio cuenta de que el running es un deporte que se“presta” mucho a ser trabajado por los comercios multideporte, tanto los independientes de mediano formato como, sobre todo, los grandes operadores con megatiendas en toda la península (que lógicamente no dejaron pasar la oportunidad de apostar por un deporte con tan buena salud). La especialización tiene un gran tirón entre los corredores habituales, pero el poder de las grandes cadenas es muy grande, y teniendo 64 ESPECIAL 300 ACTIVIDADES DEPORTIVAS
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