TradeSport 300 - Julio-Agosto 2021

57 su vocación de servicio. Durante muchos años su “razón de ser” ha sido apoyar a las marcas nacionales en su internacionalización, y el trabajo ha sido muy bueno, pero en los últimos años, con la llegada de la nueva junta presidida por Andrés de la Dehesa, la patronal ha decidido dar un paso al frente con una nueva estrategia en la que se apuesta fuerte por la calidad de los servicios, por el consolidar al deporte como eje de la nueva cultura del bbienestar que se está construyendo y, sobre todo, por dar soluciones a las marcas para refozar su posicionamiento fuera y dentro de nuestras fronteras. Afydad está más activa que nunca y el sector se está beneficiando de ello. EL COMERCIO NO SE ASOCIA En el lado del comercio las cosas cambian considerablemente. Estamos en 2021 y aunque a más de uno le sorprenda, sobre todo en el extranjero (en mercados más maduros), el comercio deportivo español no tiene todavía una asociación representativa que vele por sus intereses. Intentos ha habido muchos, pero todos fallidos. No ha servido de mucho el empeño que han puesto alguno porque siempre ha habido alguien que se ha preocupado de frenar cualquier iniciativa, bien conscientemente, bien no dando su necesario apoyo para que la asociación tirara adelante. Hace ahora un poco más de 25 años, en marzo de 1995, y aprovechando el “I Congreso de Gestión Detallista de Artículos deportivos” se sentaron las bases para crear una asociación de detallistas. La FEDAS (la Federación Europea de Asociaciones de Comercio deportivo) puso sobre la mesa las principales ventajas que conlleva este tipo de uniones. Y lo hizo ante los responsables de las principales asociaciones de compra, que representaban a más de 700 tiendas. La idea, entonces, era crear un grupo de Asociaciones“autonómicas” (o Comisiones) que se englobarían dentro de una Asociación Nacional, cuyo objetivo prioritario sería defender los intereses del comercio frente a las autoridades, las instituciones y, también, frente a los proveedores. Las intenciones eran muy buenas y había voluntad para, de una vez por todas, crear una Asociación de detallistas. Bastaron unas pocas reuniones para gestar la creación de ANDAD (nombre con el que se bautizó la Asociación), que en el momento de constituirse tenía más de 900 socios potenciales (los socios de los grupos impulsores del proyecto). Pero, aunque los primeros meses invitaron a ser optimistas, poco a poco las cosas se fueron torciendo y poco a poco ANDAD fue perdiendo fuerza. Para darle un nuevo empujón se decidió trasladar su sede a Madrid y que fuera la ATDM, la Asociación de Tiendas de Deporte de Madrid, quien retomase el proyecto, pero la oportunidad ya había pasado. Comenzó una nueva época dorada para el sector, superada la crisis de mediados de los 90, y como suele ocurrir, el comercio se despreocupó por completo de la Asociación.Las cosas iban bien y no había mucho de lo que preocuparse. O eso parecía. Los pocos frentes abiertos se afrontaban individualmente,y como la venta era relativamente fácil y la competencia no era muy fuerte, muchos no veían necesario pertenecer a una asociación nacional. Pero como era de esperar, la bonanza no duró eternamente. Creció la competencia, especialmente con Decathlon, y el comercio, sin unión, no pudo hacer nada, salvo mirar cómo el gigante azul se expandía a un ritmo vertiginoso. Los nuevos canales de venta también supusieron un fuerte revés para el comercio, que empezó a darse cuenta de que había entrado en una nueva etapa en la que quedarse tras el mostrador era poco más que un suicidio. Y la puntilla final la dio la crisis. El consumo cayó en picado, las tiendas físicas no vendían y, encima, tenían que ver cómo sus proveedores apostaban por otros canales.Y aunque en esta última década ha habido algún intento tímido para reactivar una asociación de detallistas (ANCODE por ejemplo), las cosas apenas han cambiado y el Retail sigue librando sus batallas por separado. Y es una lástima, porque ha habido gente que se ha implicado mucho en este asunto. El punto de inflexión puede venir,paradójicamente, desde Afydad, la patronal de las marcas, que en esta nueva etapa está apretando fuerte para que el Retail se integre a la asociación. No será fácil, pero viendo los precedentes, es difícil que no se consiga mejorar lo que se ha hecho hasta ahora. Eso sí, como siempre, nos guste más o nos guste menos, el éxito de una iniciativa como esta dependerá de que se integren en ella los principales operadores del comercio. Son muchos los que han apoyado este asociacionismo siempre, es cierto, pero como en todo, si no se cuenta con el apoyo de los grandes, es muy difícil tirar para adelante un proyecto de estas características. Un proyecto que hace 20 años, hace 10 y, sobre todo ahora, es fundamental para el sector. El punto de inflexión en el comercio puede venir, paradójicamente, desde Afydad, la patronal de las marcas, que en esta nueva etapa está apretando fuerte para que el Retail se integre a la asociación. No será fácil, pero viendo los precedentes, es difícil que no se consiga mejorar lo que se ha hecho hasta ahora. Fabricantes y distribuidores han logrado construir una asociación fuerte que se esfuerza en dar a sus socios las mejores herramientas para competir en un mercado tan competitivo ISPO acogió, en 2020, la primera toma de contacto entre Afydad y el Retail

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