TradeSport 300 - Julio-Agosto 2021

Hay una legión de triatletas esperando con muchas ganas que todo quede atrás. Gente que sigue entrenando fuerte y que espera, con ansias, a que la competición vuelva a la normalidad. Y esto nos hace pensar que, cuando las cosas vuelvan a la normalidad (que esperemos que sea pronto) el triatlón puede volver a tener una época dorada. 119 para volver a competir son tantas que, quizás, al menos a corto plazo, el factor precio no sea tan determinante como se pensaba. UN REVÉS… PREVISIBLE Uno de los grandes batacazos que ha tenido el triatlón en la última década se ha dado a nivel de tiendas. El crecimiento en practicantes también se tradujo, lógicamente, en un boom de las ventas. La demanda era buena, pero se exageró el potencial.Y mucho. Los que llevaban años trabajando esta modalidad ya avisaron en su día de que la burbuja estallaría más pronto que tarde. Y acabaron dando en el clavo. El triatlón tenía recorrido, pero no tanto como algunos pensaron. En un tiempo récord, la oferta multiplicó la demanda, y cuando esto se da en marcas y productos, el problema es relativo, pero si se da en tiendas, las cosas se complican bastante. Y así pasó. En apenas tres o cuatro años se multiplicaron las tiendas especializadas en triatlón. Algunas, incluso, estaban ubicadas en zonas donde no tenía ningún sentido abrir una tienda de estas características. Como en el running, algunos fieles practicantes de triatlón apostaron por lanzarse a la aventura de abrir un comercio especializado, pero lo hicieron creyendo que era fácil. Con mucha pasión, pero con poco sentido común. La realidad, pese a quien le pese, es que el triatlón, con boom incluido, es un deporte minoritario y la cifra de practicantes no justifica las innumerables aperturas que hubo hace apenas 5 ó 10 años, especialmente en las grandes ciudades. Además, hay que tener muy en cuenta que aunque los neoprenos son un producto muy específico que, generalmente, se vende sólo en tiendas de triatlón, el calzado se puede comprar en una tienda de running y las bicis en una de bicicletas. Y eso significa mucha más competencia, sobre todo teniendo en cuenta que tanto bike como running son dos de los segmentos más fuertes del momento y, también, dos de los más especializados a nivel comercial. Pero la culpa no fue solo de las tiendas. Las marcas no ayudaron mucho. Muchas se dejaron llevar por el volumen y vendieron a todos aquellos que llamaban a su puerta, sin analizar en qué tiendas y en qué zonas era mejor estar. Mejor y más seguro. Por suerte, con la selección natural, las marcas también entendieron que debían asumir sus limitaciones y, sobre todo, cuidar a sus clientes históricos, sin dejarse cegar por las constantes aperturas que había para colocar su producto. Es la única manera de que un deporte como el triatlón siga siendo una buena apuesta para tiendas y marcas. APROVECHAR LA OLA DEL BIKE Y RUNNING Dejando de lado el problema de las tiendas y su sobreoferta, es obvio que el boom del triatlón ha tenido varios benefactores y beneficiados, entre ellos los segmentos del bike, la natación y el running. En el caso del running, basta con tener claro que, a pesar de que hay marcas especializadas en calzado de triatlón y de que algunas marcas del universo running tienen modelos específicos de triatlón, la gran mayoría de los triatletas corren con calzado running, de manera que los movimientos que han tenido que hacer estas marcas han sido mínimos, y generalmente más vinculados al marketing que al I+D. En textil la cosa cambia un poco porque el mono ha ganado un protagonismo importante (algo que se ha dejado notar en la oferta de marcas), aunque también hay mucha gente que cuando se libra del neopreno, y con el bañador debajo, simplemente se pone una camiseta técnica para seguir. En bicis pasa exactamente lo mismo. Las marcas

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