TradeSport 299 - Junio 2021

Cuando terminó el encierro, la gente salió en tromba a la calle y el deporte se convirtió en la gran válvula de escape para miles y miles de españoles. No se podía viajar, apenas se podía ir de tiendas y la mejor alternativa, por asequible y accesible, y sobre todo por salud, era el deporte. Y el outdoor era una apuesta segura. 39 nalidad… y absolutamente todo, está a la altura. Y lo mismo pasa en textil, donde grandes marcas como Trangoworld o Ternua hacen la competencia sin complejos a las grandes multinacionales del outdoor, desde The North Face hasta Salomon, pasando por Haglöfs, Salewa o Columbia. A estas marcas hay que añadir otras mucho más especializadas como Laken, Lorpen, Lurbel o Buff, todas ellas referentes en su categoría a nivel nacional e, incluso, a nivel mundial. LA MODA, UN EXTRAÑO ALIADO PARA EL OUTDOOR El Outdoor ha sido, durante muchos años, uno de los segmentos más técnicos del sector. Y esta tecnicidad es sobre la que giraban todas las estrategias de las marcas. Pero las tendencias cambian y es fundamental adaptarse a estos cambios. La moda, un día, decidió que el look outdoor era interesante, y las cosas empezaron a cambiar. La moda entró en el segmento arrasándolo todo y tal fue esa fuerza que hoy por hoy, aunque la afirmación no guste, es la moda quien sostiene el universo outdoor. Se le puede llamar travel, walking, urban o como se quiera, pero las ventas de líneas urbanas, o, mejor dicho, la venta de producto que no se usará para practicar modalidades outdoor, es la que tiene más cuota en las ventas. Incluso ahora que el coronavirus ha disparado la práctica. Bastante antes que la crisis de 2010 empezara, el mundo del Outdoor ya se dio cuenta de que su estética gustaba. El look Outdoor tenía muy buena acogida en la calle y eso, obviamente, había que explotarlo. Poco importaba si quien se compraba una chaqueta con membrana de 20.000 columnas de agua la usaría para subir al Montblanc o para ir a comprar el pan en moto. Ventas son ventas.Y cuando hay tendencia,hay que aprovecharlo. Las grandes, que no son precisamente tontas ni puristas, y que se deben al negocio por muy técnicas que quieran aparentar ser, reaccionaron rápido. Y en muy poco tiempo el llamado Outdoor urbano cogió una fuerza brutal.A unos les gustará más y a otros menos este cambio en las estrategias de muchas marcas, pero la realidad es que el gran target de muchas marcas Outdoor es, incluso ahora, el no practicante. Cada vez hay más gente que se viste de pies a cabeza con material técnico sin ninguna intención de subir ni siquiera a un 3.000. Por suerte para el Outdoor, la gente ha entendido que no hace falta hacer grandes expediciones para disfrutar de la naturaleza. Y la gran baza que ha colocado al outdoor en el podio de los deportes con mayor potencial a corto, medio y largo plazo es, precisamente, la accesibilidad que tienen las llamadas modalidades de bajo impacto, a las que puede acceder todo el mundo. Como ha quedado más que claro con la pandemia. La oferta, además, se ha disparado en estos últimos años y cualquier perfil de practicante tiene a su alcance una lista infinita de posibilidades para practicar modalidades como el trekking, el senderismo, las travesías o el walking, modalidades muy recreacionales y, sin ningún afán competitivo. Si a este boom de las modalidades de bajo impacto (y el consecuente crecimiento de las ventas) le añadimos, como hemos dicho antes, que el look outdoor se impone incluso entre los que

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