TradeSport 298 - Mayo 2021

artículo del mes 64 Por Carlos Grande La postpandemia La llegada del verano parece marcar, nuevamente, el punto en que España, Europa y gran parte del mundo comienza a dejar atrás el coronavirus. Esperemos que esta vez, gracias a la vacunación, el punto de inflexión sea cierto y no tengamos que volver a ver nuevas olas. Aunque resulta lógico pensar que alcanzar la “vieja” normalidad llevará tiempo, la opinión de diversos expertos apunta a un cambio sustancial en lo que respecta a restricciones, mascarillas, turismo, etc. Al mismo tiempo, esta “nueva” normalidad es también una incógnita ya que desconocemos qué hábitos han llegado para quedarse y cuáles serán abandonados una vez el subconsciente colectivo entienda que la pandemia quedó atrás. En lo que respecta a la distribución deportiva hay, en mi opinión, un par de hábitos que serán esenciales en el futuro del sector, tanto en su comportamiento como en la estructura del mismo. Por un lado, los nuevos comportamientos en cuanto a la adquisición de productos y el gran deslizamiento de ventas al canal digital no parece que se vayan a revertir. Es más, son muchas las voces que afirman que estos comportamientos no sólo se sostendrán, sino que seguirán creciendo notablemente. Estas afirmaciones, junto a aquellas que ya antes de la pandemia dudaban del futuro de los centros comerciales -fruto de las dinámicas observadas en Estados Unidos que incluso en algún caso hablaban de “apocalipsis retail”- y la caída, fruto de las restricciones, en el tráfico comercial en estos centros, parecen augurar cambios en la estructura del retail. Incluso la aceleración del teletrabajo, que puede permitir una mayor dispersión residencial -más alejada de las grandes ciudades- y un menor tránsito cercano a las principales calles y centros comerciales puede empujar en este sentido.Ante este hecho, parece que nos podemos encontrar en la antesala de un profundo cambio en la estructura y oferta comercial tal y como la hemos entendido hasta el momento, aunque tampoco existen certezas al respecto. En cualquier caso,resulta necesario,en mi opinión, que el sector acelere el proceso de digitalización y mejore su oferta comercial digital y la relación con sus clientes por este canal aprovechando todas las sinergias posibles.Y eso va especialmente para las tiendas, pues es evidente que las marcas, especialmente las más relevantes a nivel de volumen de ventas, han iniciado un camino hace tiempo cuyo objetivo es sustituir a las propias tiendas (y no lo esconden). Apostar por el canal online no significa descuidar el punto de venta. Hay que intentar conseguir que éste sea un lugar atractivo al que acudir… pero no sólo puede quedarse en eso. Por otro lado, el sostenimiento de las nuevas tasas de práctica deportiva generadas por la pandemia va a ser un elemento determinante desde mi punto de vista. En especial para los deportes al aire libre a los que ha dado un impulso arrollador como para romper stocks de diversos productos y contar con listas de espera para recibirlos, como sucede en el caso de las bicicletas. También será relevante cómo actuar para recuperar las tasas de las disciplinas más duramente golpeadas por la pandemia, como el esquí -gravemente afectado por las olas recurrentes de coronavirus que han atravesado Europa durante el invierno- o ciertos deportes indoor como pueden ser los que se llevan a cabo en gimnasios y centros similares. El sector se enfrenta al reto enorme de retener a todos o gran parte de esos nuevos practicantes y recuperar los perdidos, para lo cual será interesante aliarse con administraciones, que han de estar interesadas en una población más saludable, y con las propias empresas y clubs que realizan eventos basados en el deporte y que generan una actividad económica a su alrededor que trasciende el propio el deporte (marchas ciclistas, carreras populares…) y que también suponen, en muchas ocasiones, un impulso para el turismo. Cómo he afirmado en TRADESPORT en múltiples ocasiones, cuanto mayor sea la tasa de práctica deportiva y el número de practicantes de deporte, mayor será el número de clientes “cautivos” del sector y mayores serán las ventas de performance e, incluso, del resto de segmentos, pues éstos se verán impulsados por el propio deporte y sus marcas, ya sea moda, athleisure o cualquier otra derivada del deporte. Ambos hábitos aquí señalados, la compra digital y la práctica deportiva, serán esenciales en el futuro a corto y medio plazo del sector, su estructura y configuración, así como para el sostenimiento y supervivencia de marcas, grupos, cadenas y tiendas. Y, junto a ellos, el resto de hábitos señalados que la pandemia ha acelerado, como el teletrabajo. La manera en que el sector afronte estos hábitos y configure una respuesta -tanto individual como colectiva- será relevante para su futuro, sobre todo cuando son numerosos los“outsiders”de la moda que están luchando por ocupar espacio en la venta de deporte (especialmente en textil y calzado) y cada vez hay más sectores que luchan por el ocio y tiempo libre de la población. Y todo ello, más allá de las propias luchas internas del sector por ganar cuota, en especial de algunas marcas respecto al retail. En mi opinión, el sostenimiento de la diversidad de oferta, tanto a nivel de puntos de venta como de marcas, dependerá en los próximos años de esta respuesta y del grado de cohesión y respuesta que entidades como AFYDAD pueden aportar para aliarse a las administraciones y responder como sector. Sobre todo, cuando, lamentablemente, no se cuenta con una estructura similar a nivel de tiendas en ninguno de sus escalones, ni de grupos ni de tiendas. Queda un duro trabajo post-pandémico a realizar y es urgente no demorarse. La compra digital y la práctica deportiva, serán esenciales en el futuro a corto y medio plazo del sector, su estructura y configuración, así como para el sostenimiento y supervivencia de marcas, grupos, cadenas y tiendas

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