El gran grueso de las ventas de raquetas, más de un 55% en unidades y de un 70% en valor, se llevan a cabo en comercios especialistas y multiproducto. El resto se lo reparten grandes superficies, pro-shop, Internet y, sobre todo, Decathlon. 51 a mantener vivo este deporte y lo que ayuda a que siga teniendo cierto tirón entre los más pequeños. Nadal ha ayudado, eso está claro, pero sin esa cultura de club el tenis estaría muerto. Es un deporte con mucha tradición en nuestro país, desde hace años, y aunque es relativamente caro –más por las instalaciones que por el material- ha construido una base sólida que mantiene un volumen importante de practicantes. Además, gracias a los éxitos de los tenistas españoles ha ganado un peso mediático del que pocos deportes pueden presumir (y que el pádel ni tiene ni tendrá en muchos años) y eso, siempre, es una ayuda para que los más pequeños se animen. El futuro es bastante previsible. Incluso en la era post-COVID. El tenis es un deporte mucho más difícil que el pádel. O, mejor dicho, es más complicado alcanzar un nivel mínimo con el que empezar a disfrutar. El pádel, además de mucho más social, es más accesible y cualquiera, a cualquier edad, puede aprender lo básico y divertirse jugando en muy poco tiempo. El tenis no.Y, en este sentido que a corto y medio plazo no se va a dar ningún boom de nuevos practicantes. Puede que “rasque” algún porcentaje del repunte de la práctica que se ha dado con la pandemia, pero no es un perfil de deporte que sume nuevos adeptos en las franjas de edad con más potencial. Ni siquiera creemos que haya un gran trasvase del pádel al tenis (argumento que se defendía cuando el pádel empezó a robar protagonismo al tenis), pero tampoco perderá más terreno del que ha haya podido perder en los últimos años. Lograr grandes crecimientos es prácticamente imposible, tanto por su dificultad como por el empuje del pádel (que “roba” algunos jugadores potenciales y, sobre todo, instalaciones e inversiones). Alcanzar los niveles de 2010 o 2011, los mejores de este siglo XXI, es prácticamente imposible, sobre todo a corto o medio plazo, pero también es bastante improbable que pierda fieles. Y esa estabilidad, esa bendita estabilidad, es mucho más importante de lo que pueda parecer. SIN CAMBIOS… INESPERADOS Evidentemente la pandemia marcará los resultados de 2020. Por eso son poco “objetivos” de cómo está siendo su evolución. Probablemente será un “lo perdido por lo ganado”, es decir, que el poco repunte que se habrá dado tras el encierro acabe equilibrando las pérdidas que hubiera podido ocasionar éste. Si miramos un poco más atrás, para ver cómo ha sido la evolución en estos últimos años, es obvio que las ventas reflejan a la perfección la evolución en practicantes de los últimos años. Máxima estabilidad. Aunque ahora mismo la mayoría de tiendas multideporte y, también, especializadas, están volcando muchos esfuerzos en el pádel, el tenis sigue siendo un deporte con bastante presencia en tienda (1 de cada 5) y con buena rotación durante todo el año. El gran grueso de las ventas de raquetas, más de un 55% en unidades y de un 70% en valor, se llevan a cabo en comercios especialistas y multiproducto. El resto se lo reparten grandes superficies, pro-shop, Internet y, sobre todo, Decathlon, que controla una cuarta parte de las más de 340.000 raquetas que se venden cada año. En cuanto a las marcas, y dejando de lado el Ni siquiera un más que previsible boom del pádel a nivel internacional puede alterar el peso que tiene este deporte en las estrategias de las grandes de la raqueta. omnipresente Decathlon, el mercado de las raquetas está controlado por, como mucho, unas 10 marcas. Marcas como Babolat (líder indiscutible), Head , Wilson, Dunlop o Prince. Es una categoría muy marcada por la especialización, sin presencia de las grandes multinacionales (aunque alguna lo intentó). En cuanto al calzado, es probable que sea la categoría que, dentro del tenis, ha experimentado un mejor comportamiento en los últimos años. Como también ha sucedido en el pádel. En apenas una década se ha triplicado la cifra de unidades vendidas. Eso sí, a diferencia de las raquetas, Nike y adidas, sí tienen un protagonismo importante. Ellos, marcas especialistas como Asics, K-Swiss, Lotto o Joma, y algunas marcas de material duro que han apostado por esta categoría en los últimos años –principalmente Babolat Wilson y Head-. En textil, entran en juego Decathlon –con todo lo que ello conlleva- y las grandes multinacionales, que sacan partido a sus inversiones en patrocinio y dominan aplastantemente el mercado. Aunque, como en otros deportes, el textil es una categoría muy compleja, el trabajo de marcas como Nike, adidas,Asics o la española Joma está dando sus frutos. CRECER POCO A POCO Ese tiene que ser el objetivo del tenis. Marcarse una meta realista e intentar avanzar hacia ella.
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