a fondo 48 más de lo que da de sí este deporte. Y ahora que los resultados se empiezan a ver, hay que saber aprovechar la oportunidad. Y, sobre todo, hay que saber hacer valer la enorme ventaja competitiva que supone llevar tantos años apostando por este deporte y liderando el desarrollo de palas, calzado, textil y accesorios. Las grandes de la raqueta y los especialistas del pádel tienen que darse prisa en poner un pie en estos mercados y hacerse fuertes (si hace falta uniéndose) antes de que los “autóctonos” se den cuenta de lo fácil que es hacer palas mediocres y revienten el mercado. Porque oportunistas los hay en todas partes… DARWINISMO… TAMBIÉN A NIVEL COMERCIAL Hasta ahora hemos hablado del pádel como deporte y de las marcas,pero en esta partida hay otra pieza de la que es fundamental hablar: las tiendas. Su “historia” es muy similar a la historia del running, de la que tantas veces hemos hablado en esta revista. Como en el caso del running, el boom del pádel a nivel de practicantes conllevó un fuerte crecimiento del comercio especializado en pádel. En muy pocos meses las tiendas especialistas se multiplicaron exponencialmente.Y lo hicieron a la misma velocidad que el pádel ganaba cuota en el comercio multideporte,especialmente en las grandes cadenas.A la sobreoferta de marcas se unió la sobreoferta de tiendas, creando un cocktail explosivo que originó la guerra de precios que, todavía hoy, manda en el pádel. Como en el running, después de unos meses (unos cuantos) de crecimiento desmesurado, los cierres comenzaron a estar a la orden del día. Primero los de aquellos que abrieron tiendas especializadas sin tener la más remota idea de cómo se gestiona un negocio; pero después empezaron a caer algunos grandes que habían sido incapaces de dimensionar el mercado en su justa medida.Y Padelmanía es el mejor ejemplo. Poco a poco la red especialista se ha ido reordenando. Y segmentando. Que el comercio multideporte haya apostado tan fuerte por esta modalidad limita mucho el recorrido del comercio especialista, cuyo crecimiento se ha frenado en seco en los últimos meses. Los que quedan, los que han sobrevivido, se han hecho fuertes y tienen, todavía, margen de recorrido (Padel Nuestro, sin ir más lejos, no para de abrir tiendas), pero difícilmente veremos nacer nuevas tiendas especialistas. A no ser, como es el caso de Tennis-Point, que detrás tengan un grupo muy sólido y que su apuesta sea claramente internacional.Y rompedora en concepto (¿quién imaginaba hasta ahora una tienda especializada en tenis y pádel en plena milla de oro barcelonesa?). En definitiva, la lógica impone que, más allá de las grandes cadenas y de los muchos comercios multideporte multiespecialistas que se han volcado en esta modalidad (y que controlan una cuota importante del pastel), sean los especialistas ya posicionados quienes puedan ganar un poco de terreno (a costa de ganar metros).También seguirán creciendo los comercios especialistas online sin tiendas físicas y las llamadas Pro-shops. Su ESPECIAL PÁDEL Las marcas están acercando la producción e, incluso, están apostando por controlarla totalmente, bien con fábricas propias bien con fábricas externas con las que trabajan en exclusividad. Para franjas medias y, sobre todo altas, Oriente Medio y Asia quedan muy lejos y no aportan apenas valor añadido. La internacionalización será clave para el crecimiento de muchas marcas, pero ni ha sido nunca, ni es ahora, condición indispensable para que el pádel sobreviva. Es más importante acabar de ordenar el mercado interno. crecimiento reflejará, todavía más, la gran problemática a la que se históricamente se enfrenta el comercio físico frente a estos operadores online por culpa de la gran saturación que todavía hay en oferta. EL CAMBIO DE ESTRATEGIA EN LA PRODUCCIÓN, CLAVE Más allá del problema puntual de desabastecimiento que está atravesando por culpa de la pandemia, uno de los aspectos que más ha cambiado en el mundo del pádel en los últimos años es el de la producción. La larga lista de marcas que durante muchos años han operado en este segmento y las consecuencias que ello tiene para el conjunto del sector, ha “obligado” a las grandes marcas a buscar constantemente caminos para diferenciarse. Y en estos últimos años, uno de esos caminos ha sido el de la relocalización: las marcas están acercando la producción e, incluso, apostando por controlarla totalmente, bien con fábricas propias bien con fábricas externas con las que trabajan en exclusividad. Para franjas medias y, sobre todo altas, Oriente medio y Asia quedan muy lejos y no aportan valor añadido; fabricar en Europa o en España, en cambio, aporta muchas ventajas a nivel de calidad, servicio y control. Sobre todo, control.
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