Ni crisis, ni modas, ni deportes que disparan sus índices de práctica: nada, hasta este 2020, había logrado desestabilizar al fútbol. Hasta la llegada del coronavirus avanzaba completamente ajeno a todo lo que le rodeaba y los pocos altibajos que sufría -casi imperceptibles- no tenían ninguna relación con el entorno global, más bien con ciertas particularidades que siempre ha tenido el propio segmento.
RkJQdWJsaXNoZXIy Njg1MjYx