TradeSport 293 - Diciembre 2020

Creo que las tiendas “monomarca” son un error, ya sean propias o franquicias. Van contra el principio que mueve la dinámica comercial, la competencia entre productos, la libertad de elección del consumidor, la necesidad de comparar. La concentración de grandes volúmenes de venta en pocos clientes en España, hace que la visión de las multinacionales sea “simplista”. Las direcciones de estas compañías quieren centrarse en cinco clientes que les aportan el 80% de la venta. Y eso, desde mi punto de vista, es un error que genera oportunidades para otras empresas. L ¿Cuál cree que es el futuro del outdoor a nivel retail? ¿Cree que estos cambios estratégicos de las marcas se traducirán, también, en una mayor especialización y en una apuesta firme por parte de las marcas por las tiendas propias? Quizás pocas personas lean esta entrevista, pero, de las que lleguen hasta aquí, muchas podrán pensar que estoy loco por lo que voy a responder, pero, lo hago con datos y una larga experiencia propia. Desde mi punto de vista, las tiendas “monomarca” son un error, ya sean propias o franquicias. Van contra el principio que mueve la dinámica comercial, la competencia entre productos, la libertad de elección del consumidor, la necesidad de comparar. Una“flagship” tiene sentido. Es como un “templo” de la marca, ideal para los mas devotos, ideal para presentar la gama más amplia posible, ideal para transmitir perfectamente los mensajes de la marca, pero, una cadena o red de tiendas de una marca, créame, no tiene sentido. Económicamente será rentable durante el momento álgido de la marca, pero después, acabará siendo un lastre. Para muestra, solamente hay que ver cuantas tiendas The North Face han cerrado. A nivel “retail”, el outdoor se va a extender a muchos puntos de venta que hoy son, más lifestyle, como decía antes, más “every day”. Los especialistas en outdoor existentes, perdurarán si se van adaptando y captando nuevos consumidores menos“especiales” pero que les atrae el conocimiento que ofrecen. Que el número de “retailers” especialistas en outdoor crezca, sinceramente, lo dudo. Es una cuestión de sostenibilidad del negocio. Los productos outdoor se van a vender mucho, en muchos sitios,a gente que,hasta ahora,viajaba en avión, pernoctaba en hoteles y alquilaba coches, pero ahora, esta gente ha descubierto la bicicleta, la furgoneta “camperizada”, la aventura de buscar donde pasar el fin de semana, el amanecer en lo alto de un puerto, gente que busca otro tipo de experiencias y que, casi de repente, se han convertido en verdaderos “outdoors”. Aprovechando su larga trayectoria en el mundo de la moda nos gustaría preguntarle si ha visto muchas diferencias entre ambos sectores -moda/outdoor y, sobre todo, si cree que hay “formas de trabajar” de la moda que el Outdoor, y el deporte en general, deberían importar… O viceversa. Cómo decía al principio de la entrevista, desde mi punto de vista, el outdoor es “el mundo real” y la moda “el mundo del postureo”. Las diferencias, desde el punto de vista de los negocios, son escasas pero importantes. En la moda se trata de crear una “emoción” que conecte con el consumidor para generar la “razón” de ser adquirido ese producto. En el outdoor, se crea un producto con el objetivo de dar un rendimiento que genere el motivo de ser adquirido. En el mundo “sporting goods” en general, detrás de la mayoría de productos hay todo un argumentario técnico que, en muchos casos, a la mayoría de consumidores que pagan por ello, no les motiva principalmente. Esto es lo que le falta al outdoor, mayor renovación a nivel de diseño. Hay consumidores que van a comprar algo y se encuentran, años después, con algo que es casi lo mismo que lo que necesitan sustituir. El “mundo real” (el outdoor) necesita emocionar como lo hace el “mundo del postureo” (la moda). Si no lo hace, vendrá el sector de la moda y explotará el momento del outdoor, bueno, si no ha venido ya y como Uniqlo y otros están vendiendo outdoor “every day”. Estamos en un momento de “reset” de la sociedad. Hemos pasado de consumir, vender, producir, volar, viajar, movernos, todo, exageradamente a quedarnos quietos y ver como la naturaleza, sin nuestro comportamiento de “termitas”, se regenera y nos enseña que, el equilibrio es la medida. El outdoor está ante la oportunidad de participar de este equilibrio necesario. La vida al aire libre, el contacto con la naturaleza, la búsqueda de la foto con el paisaje, los cielos, las nubes…, la construcción de esa experiencia que nos hace sentirnos afortunados de vivir en este maravilloso planeta. Es el momento del outdoor. capital humano 58

RkJQdWJsaXNoZXIy Njg1MjYx