Cada vez son más numerosas y frecuentes las estrategias de patada a seguir: ante las dudas, la toma de decisiones se conduce a acciones que no sabemos dónde nos conducirán o que no solucionan nada... pero nos hacen ganar tiempo artículo del mes 20 Patada a seguir Por Carlos Grande sea “lo que Dios quiera” ante un mal comienzo de la etapa clave del retail o por no quedarse atrás frente a los competidores. Centrándonos en la distribución deportiva, los ejemplos de esta estrategia del rugby son numerosos y multinivel. Durante demasiado tiempo he advertido desde esta columna de TRADESPORT que las tiendas y grupos debían ser conscientes de sus actos y asumir las “riendas” de su destino, al menos en aquellas cosas que ellos pudieran dirigir o intentar conducir al lugar que ellos deseaban. Sin embargo, la dinámica del sector, en un gran porcentaje, más que perseguir una línea propia ha sido proclive a seguir la línea marcada por otros a pies juntillas. Han priorizado el presente contra el futuro, el seguidismo contra la independencia, y las estrategias de corto alcance frente al diseño de estas a medio/largo plazo. Con estos mimbres podemos imaginar, en la coyuntura actual, cual está siendo el comportamiento del sector. Lamentablemente, y a pesar de que en cuanto a rotación global de producto no sea de los más afectados por el impacto de la crisis del COVID-19, la desigual situación está provocando saltos al vacío de muchos operadores del sector. Ni esto, ni el hecho de que incluso los grandes La conocida como patada a seguir es una acción habitual del rugby que se produce cuando un jugador que tiene el balón en su poder va a ser agarrado por la defensa contraria. En ese momento, como ningún jugador puede ser tocado si no lleva el balón, le da una patada hacia delante, normalmente fuerte y a ras de césped para que el balón con forma de melón se vuelva loco, lo que provoca varias situaciones. Por un lado el jugador que ha soltado el balón ya no puede ser agarrado, pero también que el equipo que defiende deba concentrarse en impedir que otro jugador atacante coja el balón en su terreno y consiga un golpe franco. Y también, la acepción a la que me refiero en este artículo, y que muchas veces es la estrategia por la que se usa la patada a seguir, quitarse el balón de encima y que sea lo que Dios quiera. Desde hace tiempo las incertidumbres de los mercados y sectores, la competitividad y la debilidad financiera de las empresas que acumulan, en general, un alto grado de endeudamiento (tal y como la crisis del COVID-19 y el confinamiento tan nítidamente han mostrado), hace que se use la estrategia de la patada a seguir con demasiada asiduidad y atrevimiento. De hecho,buena parte de las medidas ideadas por el Gobierno y las CCAA para que el tejido empresarial afronte la crisis son, en definitiva, una patada a seguir. Ante la incertidumbre del COVID-19 y el desconocimiento de su duración y efectos, diseñar medidas financieras, económicas y socio-laborales que permitan que no se derrumbe la estructura empresarial, aun desconociendo si esta es sostenible. Medidas como los ICO avalados al 80% por el gobierno es el ejemplo más evidente, y el alargamiento del periodo de carencia y el plazo de de pago recientemente aprobado así lo atestiguan. Regresando propiamente a las empresas,cada vez son más numerosas y frecuentes las estrategias de patada a seguir. Ante las dudas, la toma de decisiones se conduce a acciones que no sabemos dónde nos conducirán o que no solucionan los problemas pero que nos hacen ganar tiempo. La explicación de la crisis subprime es, en buena medida,el resultado de sucesivas patadas a seguir en el campo financiero, estrategias o medidas que hicieron ganar tiempo y, al mismo tiempo, engordar una burbuja inmensa hasta el punto que no soportó más y cayó como un castillo de naipes. En este preludio de Navidad jalonado por el Black Friday y el puente de la Constitución, podemos observar esa técnica del rugby en la que rápidamente muchas empresas de la distribución comienzan a desarrollar “operaciones ambulancia”, estrategias estén haciendo “limpieza” de almacén y personal parecen buenas noticias, aunque a pesar de esta incertidumbre apuesto a que habrán sido pocos, quizás podremos contarlos con los dedos de las manos, los que han invertido algo de tiempo y 40€ en asistir al Spain Retail Congress que se ha celebrado los días 17, 18 y 19 de Noviembre. En un entorno cambiante como el actual, repleto de dificultades y con múltiples canales de venta, la toma de decisiones es difícil, por ello es fundamental aprender de las experiencias de otros similares a nosotros, aquellos que han tomado estrategias adentrándose en lo desconocido, invirtiendo en tecnología, buscando caminos y cuya experiencia ha sido positiva o satisfactoria. Por ello es absolutamente necesario esforzarse por conocer estos casos personalmente y observar que estrategias podemos trasladar a nuestro negocio. Adquirir conocimiento para diseñar el modelo de negocio de nuestra tienda o empresa no es sencillo, requiere esfuerzo y no siempre resultarán exitosas nuestras decisiones, pero tendrán bases y objetivos. Y sino ya sabemos, patada a seguir y que sea lo que Dios quiera.
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