TradeSport 291 - Octubre 2020

El sector le debe mucho al calzado técnico. Defenestrado en su día por culpa de la moda, acudió al rescate cuando muchos estaban al borde del abismo. Sin hacer mucho ruido. Y cuando nadie se lo esperaba. Como nadie esperaba que deportes como el running, el bike o el pádel experimentasen el boom que han experimentado, tanto en ventas como, sobre todo, en practicantes. 56 a fondo CALZADO TÉCNICO porque su presencia en el comercio multideporte ha sido, tradicionalmente, muy importante. Además, aunque con muchas diferencias en las cifras, son modalidades que, por su volumen de practicantes, en las últimas décadas han tenido ventas muy regulares, incluso en entornos hostiles. Y en un contexto tan desfavorable, su estabilidad no solo es destacable, sino que, sobre todo, ha sido otra de las claves para que el calzado técnico, en general, remase contracorriente con tanta fuerza. Primero hablemos del fútbol. Antes de que el running tuviera su particular boom, el fútbol ha sido el deporte que más pares vendía, por encima de los dos millones. Ha sido, y en muchos comercios multideporte lo sigue siendo, el deporte estrella. Además, a diferencia del tenis y el basket, el fútbol sí ha podido aprovecharse un poco de la moda y potenciar las colecciones de calzado urbano inspiradas en la estética de las botas de fútbol. Sobre todo entre los más pequeños. La parte más técnica está aplastantemente dominada por adidas y Nike, con más del 75% del mercado. El resto se lo reparten marcas especialistas como Lotto, Mizuno, las españolas Joma, Kelme o Munich, o la recién llegada New Balance, entre otras. La lucha, a nivel tecnológico, es intensa. Entre Nike y adidas para robarse cuota, y entre las demás, para intentar mitigar el protagonismo de las dos grandes. Mención aparte merece Munich, la primera marca que aposto por dar un salto al complejo mundo de la moda deportivo y con colecciones específicas para ese canal –inspiradas en sus iconos de fútbol sala- ha conseguido, no solo hacer frente a las dificultades que supone luchar en un segmento donde dos empresas controlan más del 75% del mercado, sino, sobre todo, entrar en un canal tan restrictivo y hacerlo, además, por la puerta grande. Y allí sigue. En cuanto al baloncesto y al tenis, vidas paralelas. Mantienen una cifra bastante regular de ventas y una presencia muy estable en la tienda tradicional. La cifra de practicantes no crece, pero no cae excesivamente,y su principal handicap es que muchas veces ha estado a expensas de lo que decía la moda, creciendo cuando el look tenía aceptación en las calles, y perdiendo fuerza cuando se le daba la espalda. En baloncesto, dominio contundente de Nike y adidas y un muy buen trabajo de marcas como Under Armour. En tenis pasa algo parecido,pero la fuerza de las especialistas es mucho más importante, por número y por volumen, con marcas como K-Swiss,Asics,Wilson, o Babolat al frente. La fuerza de Nike y adidas, que llevan a cabo importantes inversiones en I+D y en patrocinios, es considerable, pero mucho menos que en otros segmentos. Caso aparte merece el calzado pádel, que en estos ´últimos añosestá siendo una de las categorías con mejor comportamiento. El trabajo llevado a cabo por las marcas, especialmente por Asics, K-Swiss o Babolat, y por las especialistas, ha sido determinante para que este deporte en auge empezara a darle mayor protagonismo al calzado. Por fi n. MANTENER LA TENDENCIA A veces no siempre vale subirse al carro de lo que se vende y dejar de lado algo que haya dejado de ser tendencia. A veces lo que toca es aguantar y mantener la esencia.Y eso es lo que debería haber aprendido el deporte en los últimos años.A“respetar” lo técnico.A darle el valor que realmente tiene.

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