TradeSport 290 - Septiembre 2020

52 a fondo RUNNING BAILAR EN LA TORMENTA El running ha aprendido muchas cosas en estos últimos años. A crecer y a perder. A rediminsionarse. A aprovechar la corriente cuando el rio baja revuelto. Ha sabido, sobre todo, entender que incluso en plena tormenta se puede salir a bailar. Cuando peor pintaban las cosas, cuando la crisis empezó a golpear con fuerza, casi sin quererlo el running se convirtió en un salvavidas. En el equilibrio que necesitaba el sector para no derrumbarse del todo. Y lo mejor es que ese protagonismo no se ha apagado en una década.Al contrario. El running siempre emerge cuando se le necesita. Y su futuro, como el futuro de muchos otros segmentos, depende casi exclusivamente de la capacidad que tengan marcas, tiendas y el sector en general, de seguir dimensionando el mercado. Cuando entienda que la carrera es larga y que ir demasiado rápido nos puede acabar pasando factura. De entender,al fin y al cabo,que el running tiene margen de recorrido y que lo importante es llegar, no llegar cuanto antes. Aunque suene mal, el hecho de haber encadenado crisis, primero la económica y ahora la vírica (que viene acompañada de una fuerte recisión), ha beneficiado al running, que no solo ha ganado cuota, sino que, además, ha conseguido consolidarse como una rutina indispensable para muchos españoles.Y eso tiene un valor incalculable. El reto será ver cómo gestiona su futuro el running cuando, por fin -y esperemos que sea pronto- dejemos atrás las crisis. Sean las que sean. Entonces, tocara moverse para mantenerse. Encontrar ese equilibrio donde la madurez de un segmento no es sinónimo de que esté quemado. El running puede y debe seguir el ejemplo del fútbol y convertirse en un deporte estable y con un volumen de ventas muy importante que se mantiene sin excesivos problemas año tras año. El COVID-19 ha cambiado muchas cosas.Y a medio y largo plazo estos cambios se acentuarán todavía más. Cambios en los hábitos de compra y, también, en los hábitos de ocio. Y en la cultura del bienestar. Si algo parece -por ahora- que hemos aprendido después de tres meses de encierro forzado es lo importante que es la salud para cualquier persona y para cualquier sociedad. Y el deporte, en este sentido, va a tener un protagonismo importante en los próximos años. Las riadas de gente que salía a correr y en bici cuando las famosas fases de desescalada lo permitieron nos dan una idea bastante clara del papel que puede y debe jugar el deporte. Evidentemente que habrá altibajos, y que no todos los que en aquellos días salieron en tromba a correr lo han seguido haciendo, pero lo que está claro es que modalidades como el bike o el running van a tener cada vez más peso en el día a día de los españoles.Y eso, si lo sabemos gestionar como sector, puede ser una base muy sólida para que la vertiente más técnica del deporte se asegure, como mínimo, la estabilidad. Que ya es mucho… El verdadero reto del running empezará cuando, sin la complicidad de la crisis, unos y otros tengan que ayudar a este deporte a seguir creciendo. El running, como el sector en general, ha ganado fuerza sin esforzarse demasiado, pero el día que todo esto acabe, el día que dejemos atrás las crisis económicas y las sanitarias, tocará trabajar para mantener el ritmo.

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