TradeSport 289 - Julio-Agosto 2020

en la penúltima página 102 Tecnología es oportunidad… reset inspiración para consolidar el capital humano y nuestra futura prosperidad. Debemos ser optimistas, y sí, hemos avanzado mucho, pero ha llegado el momento de aplicar la innovación, y para ello debemos invertir. Invertir en formación, en aprendizaje, desde los máximos responsables de las empresas hasta los dependientes de las tiendas. Invertir en herramientas tecnológicas que nos aporten soluciones adaptadas a nuestras necesidades actuales, pero también a las de medio y largo plazo. Las inversiones inteligentes de hoy, marcarán el futuro de nuestras empresas y de nuestro sector. La economía se está orientando vertiginosamente hacia una polarización tecnológica. Ya he comentado en alguna ocasión desde estas líneas, la pugna entre Estados Unidos y China, como también, la potente rivalidad entre Amazon y Google, que influyen, sin lugar a dudas, en los futuros escenarios de desarrollo comercial. Hemos pasado de planificar, a tener que adaptarnos. El Covid-19 ha sido como un reset para nuestras empresas, nos ha obligado a experimentar, a tomar decisiones rápidas, a explorar nuevas oportunidades. Todo lo que nos está pasando es una oportunidad para mejorar, para evolucionar. La cuestión es no tener miedo y potenciar nuestra capacidad para reinventarnos. La tecnología es un medio no el fín; es únicamente la herramienta, no el objetivo. Paul Romer, premio Nobel de Economía y autor de la Teoría del Crecimiento Endógeno, sostiene que al crecimiento económico contribuyen, de manera significativa, el capital humano, la innovación y el conocimiento. En este momento tenemos un serio problema para poder crecer, porque el aspecto fundamental, el capital humano, debe aprender, reciclarse y evolucionar para implementar con éxito la innovación y el conocimeinto. Estamos, debido a lo que está ocurriendo,“bloqueados”. Nuestra maravillosa sociedad del bienestar, este sistema idílico de mercados globalizados, se ha hundido ya tres veces en las últimas dos décadas. Primero fue la gran burbuja de Internet, después la crisis de los derivados financieros del 2008, y ahora el Covid-19. Como comenta Jose María Lassalle en su libro Ciberleviatán: El colapso de la democracia liberal frente a la revolución digital (Arpa Editores), con los atentados de las Torres Gemelas en 2001 perdimos la seguridad, con la crisis financiera de 2008 se volatilizó nuestra prosperidad, y la actual pandemia nos ha hecho conscientes de nuestra fragilidad. El rol de la educación, de la formación, la ciencia y la tecnología, deben ser las verdaderas fuentes de Por Andrés de la Dehesa adehesa@sportmas.com En este momento tenemos un serio problema para poder crecer, porque el aspecto fundamental, el capital humano, debe aprender, reciclarse y evolucionar para implementar con éxito la innovación y el conocimeinto.

RkJQdWJsaXNoZXIy Njg1MjYx