TradeSport 287 - Mayo 2020

El baloncesto, obviamente, es el segundo en la lista. La práctica sigue siendo muy alta, sobre todo a nivel escolar, y las licencias poco tienen que envidiar a las del fútbol. Hay menos ligas amateurs, pero aun así los volúmenes son suficientemente importantes como para que las marcas le dediquen el mismo esfuerzo que al futbol.Y más allá del fútbol y el baloncesto, a distancia, deportes como el balonmano, el vóley o el hockey también necesitan equipaciones, y aunque en alguno de estos deportes ya depende de que alguna marca se superespecialize (muchas veces por tradición zonal), hay colecciones suficientes como para cubrir la demanda. Deportes de equipo aparte, también cabe destacar la creciente apuesta de las marcas por las equipaciones de running/ Trail running. Es un deporte individual, es obvio, y con una oferta textil muy amplia, pero muchas marcas especializadas en colectivos están aprovechando el tirón de las carreras populares y el auge de clubes para posicionar líneas exclusivas para este perfil de cliente que busca prendas personalizadas y, en el caso de las carreras, grandes volúmenes (y precios bajos). LA OFERTA SE DISPARA… Y SE DIVIDE Cuando la demanda es alta y el margen es bueno (porque lo es) la oferta se dispara. Es ley de mercado. Los volúmenes que se mueven, como Aunque aparentemente es un sector secundario, al que pocas tiendas le prestan excesiva atención (las razones son varias y casi siempre perfectamente justificables) y que jamás aparece en las listas de segmentos más destacados, los volúmenes que mueve el mundo de las equipaciones le convierten en uno de los segmentos fuertes del deporte. Fuertes y constantes. Habrá altibajos, habrá reequilibrios de poderes, pero las ventas son muy estables y con mínimos asegurados. Es simple: tantos equipos, tantas equipaciones.Y a esto hay que sumar las ligas amateurs.Y no hablamos de fútbol, sino de varios deportes de equipo, así que es relativamente fácil tener una idea de las espectaculares cifras que mueven las equipaciones. Como también es fácil imaginarse la competencia férrea que hay en este universo para posicionarse ye ir ganando cuota. Con tanto dinero de por medio, la lucha es casia degüello. Y muchas veces con estrategias que no siempre están dentro de los límites de lo moral. Los últimos años han sido, precisamente, una lucha. Una lucha intensa entre dos estrategias, entre dos maneras de hacer las cosas. Entre quienes pasan por la tienda y quienes pasan de la tienda.Tras un boom de los segundos, de quienes vendían directamente a tienda, los bandos están claramente definidos y perfectamente repartidos. Y con las cartas sobre la mesa hay menos trampas y todo el mundo sabe el juego de sus contrincantes. UN SEGMENTO DOMINADO POR EL FÚTBOL Aunque es obvio que en estos últimos años deportes como el running, el bike, el padel o el fitness han dinamizado la parte más atlética del sector, hay otros deportes que, por su estabilidad y/o por sus niveles de práctica, tienen un peso específico para el sector y para muchas marcas. Uno de ello es, obviamente, el fútbol.Y dentro del fútbol, como es lógico, las equipaciones tienen un protagonismo clave, con volúmenes de ventas, en unidades y valor, que hay que tener muy en cuenta.Y que las marcas tienen muy en cuenta. La gente sigue jugando al fútbol y, obviamente, tienen que equiparse. Para hacernos una idea de las cifras que puede llegar a mover este universo bastaría con repasar los datos federativos. Un análisis de los clubes (y colegios) y las licencias (casi un millón) nos daría una idea bastante clara de la fuerza de este segmento.Además, habría que añadir, como hemos dicho antes, una interminable lista de liguillas amateur que, obviamente, tienen una incidencia directa en la venta. Y el volumen es para asustarse. El fútbol monopoliza gran parte de las ventas, pero hay más deportes cuyo protagonismo en el subsegmento de las equipaciones es importante. 65

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