TradeSport 286 - Abril 2020

5 Después de dos meses de confinamiento con la mayor parte de las tiendas físicas con las persianas bajadas, Escodi ha planteado una encuesta abierta sobre los hábitos de consumo durante esta época y las tendencias del consumidor una vez el comercio vuelva a abrir. La encuesta, en la que han participado 704 personas, y que ha sido dirigida por el profesor en Psicología del Consumo, Albert Vinyals Ros da un resultado claro: el 75% de los participantes asegura que quiere que se reduzca el consumismo y más del 60% se está replanteando sus necesidades. La profunda crisis económica que ha originado la pandemia de la COVID19 subyace en la argumentación de la voluntad de reducir el consumo en el futuro inmediato, pero también tiene un peso específico en el alto porcentaje de las respuestas en este sentido, la aspiración a contribuir a preservar el medio ambiente con un consumo más moderado (70%).Y eso, a pesar de que cuando se pregunta a los encuestados sobre que hará la sociedad en general en relación al consumo, no lo tienen tanto claro, puesto que el 42% cree que todo seguirá igual y el 41% que las cosas cambiarán. Las medidas sanitarias y el confinamiento han supuesto, a lo largo de estas cinco semanas, incrementos muy significativos de la compra online de productos de gran consumo. La incorporación de la generación silenciosa -la de más edad- al e-commerce ha contribuido a este incremento. No obstante, en cifras globales la venta online también ha registrado un descenso durante el periodo de tiendas cerradas, especialmente en todo aquello que no se consideran productos de primera necesidad. Curiosamente, en la encuesta de Escodi el 42% de los participantes asegura que comprará menos online cuando acabe la alerta sanitaria y sólo un 17% afirma que comprará más a través de las plataformas digitales del que lo hacía antes del confinamiento. Albert Vinyals interpreta estas cifras como la voluntad del consumidor a reencontrarse con gente en el proceso del consumo, lo que puede comportar un “impulso” de la tienda física y el comercio de proximidad, como mínimo en los primeros tiempos. “La compra online continuará creciendo en el futuro, en relación con la situación anterior al confinamiento, porque mucha gente mayor ha aprendido cómo hacerla”, asegura Vinyals. La crisis del COVID-19 impulsará cambios en el sector Retail Es evidente que la crisis actual del COVID-19 está mermando la salud y la economía de todos los países del mundo y, a la vez, hace que las formas y los modus operandi de diversos modelos de negocio se vean obligados a dar un giro. La crisis sanitaria actual y, por ende, económica pone de manifiesto que los diferentes modelos de negocio tendrán que hacer un esfuerzo por adaptarse si quieren sobrevivir, siendo el sector retail un buen ejemplo. Surgirán nuevos conceptos y formas de negocio, ya que los cambios sociales que se van a experimentar en esta crisis, impulsarán a variaciones también en las maneras de consumo. Es decir, triunfarán aquellos que sepan adaptarse a los cambios sociales surgidos en estos meses. ¿Cuáles serán los cambios más importantes que el sector retail experimentará para adaptarse a esta crisis y, además, salir reforzado? 1. Cambio en la organización de los espacios: Esta crisis cambiará el diseño de los espacios, incluso su distribución. Por ejemplo, a partir de ahora los espacios serán más amplios, teniendo en cuenta que hay que guardar un metro de distancia entre personas. Otro ejemplo es lo que se hizo al comienzo del estado de alarma como alternativa el sector de la restauración, enfocándose en el Delivery contacto cero. Por este motivo, seguramente a partir de ahora haya que tener más en cuenta el concepto de Delivery en el diseño de locales comerciales. 2. Re-diseño de tiendas: Las tiendas de moda, por ejemplo, echaron la llave con unas colecciones que, al volver a abrir, pertenecerán a la temporada pasada. Por eso, tendrán que poner rebajas, lo que conllevará la distribución y el diseño nuevo de tiendas y una optimización de los almacenes para que todo funcione de forma perfectamente integrada. Además, aumentarán los muebles de promoción de productos PLV, con hologramas o displays en movimiento para llamar la atención del consumidor 3. Priorización de medidas de seguridad y prevención en las superficies de alimentación. Debido al COVID-19, Moinsa recomienda al sector alimentario soluciones de equipamiento para que los alimentos se mantengan en condiciones aptas para el consumo. Por ejemplo, de acero inoxidable que, entre otros beneficios, son más fáciles de limpiar y más resistentes al agua; y de madera, que han ganado un gran protagonismo en las tiendas al aportar calidez.Además, ayudan a recrear espacios naturales, enmarcando los productos frescos dentro de un escenario. 4. Cambio en la forma de pago: Sustituir el “pago” por el “autopago” ya era una tendencia al alza antes del COVID-19, pero lo que éste ha hecho es acelerarla. En el sector de la alimentaEl consumidor postCOVID comprará menos... y comprará offline (al principio) ción, se puede incluir el RFID en carros y cestas, o en elementos informáticos integrados, incluyendo apps a través de las que pagar y así eliminar el contacto con el dinero o la tarjeta. Restauración, por ejemplo, cuenta con los quioscos de autopago y para los que les es incómodo seleccionar lo que quieren, la tendencia se está encaminando a desarrollar la selección por voz o con asistentes virtuales. Lo importante en este punto es tener claro que no se trata de cambiar a personas por tecnología, sino de una integración entre ambas. Además, para los tengan que mejorar las soluciones existentes pueden emplear mamparas de metacrilato en la zona de mostrador, entre el personal y los clientes. 5. Probadores, ¿sí o no?: El COVID-19 no es el responsable de que estén cambiando las zonas de probadores; lo que ya venía pasando es que los espacios dedicados a éstos se reducen. La tendencia es que existan más áreas de espera, con sofás, cargadores de móviles, etc. que suelen estar ubicados en estas áreas; también se colocan armarios de Click and Collect para las compras por internet. En resumen: esta crisis no eliminará los probadores, ya que los clientes necesitan vivir la experiencia de compra, ver, tocar y probar, simplemente se producirá un rediseño. 6. Redistribución de la logística: En la actualidad y en el futuro, es importante hacer referencia a cómo se debe optimizar la cadena de suministros. Por ejemplo, los almacenes han de estar preparados para atender todas las futuras demandas cuando termine el estado de alarma (que no serán pocas). Por eso, llegado el momento, se llevará a cabo una redistribución de la logística en todos los sectores del retail. 7. Adaptación al comercio online: A medida que transcurre esta crisis, queda claro que muchos negocios del sector retail se están “salvando” gracias a las ventas online. Por ello, se pone de manifiesto que a partir de ahora cualquier negocio de retail ha de contar con el ecommerce. Los expertos del sector retail aseguran que en este momento lo importante no es “vender una prenda de ropa”, sino conectar con el usuario.

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