TradeSport 285 - Marzo 2020

Una vez definido su margen de crecimiento objetivo, habiendo asumido que el perfil de jugador potencial de tenis y pádel tiene muy poco que ver, el tenis ha entrado en una fase de absoluta madurez, en la que no crece, pero resiste. 33 perderá más terreno del que ha perdido en los últimos años. Crecer es prácticamente imposible, tanto por su dificultad como por el empuje del pádel (que “roba” algunos jugadores potenciales y, sobre todo, instalaciones e inversiones); y también es bastante improbable que pierda fieles. Y eso, al final, es mucho más importante de lo que pueda parecer. ESTABILIDAD ABSOLUTA Las ventas, lógicamente, reflejan a la perfección la evolución del tenis en los últimos años. máxima estabilidad. Aunque ahora mismo la mayoría de tiendas multideporte y, también, especializadas, están volcando muchos esfuerzos en el pádel, el tenis sigue siendo un deporte con bastante presencia en tienda (1 de cada 5) y con buena rotación durante todo el año. El gran grueso de las ventas de raquetas, más de un 55% en unidades y de un 70% en valor, se llevan a cabo en comercios especialistas y multiproducto. El resto se lo reparten grandes superficies, pro-shop, Internet y, sobre todo, Decathlon, que controla casi una cuarta parte de las más de 325.000 raquetas que se venden cada año. En cuanto a las marcas, y dejando de lado el omnipresente Decathlon, el mercado de las raquetas está controlado por, como mucho, unas 10 marcas. Marcas como Babolat (líder en unidades), Head , Wilson, Dunlop o Prince. Es una categoría muy marcada por la especialización, sin presencia de las grandes multinacionales (aunque alguna lo intentó), y donde las fuerzas están mucho más repartidas (esa es otra gran diferencia con el pádel), y sin diferencias abismales como las que se dan en deportes como el fútbol, por ejemplo. En cuanto al calzado, es probable que sea la categoría que, dentro del tenis, ha experimentado un mejor comportamiento en los últimos años. Como también ha sucedido en el pádel. En apenas una década se ha triplicado la cifra de unidades vendidas. Eso sí, a diferencia de las raquetas, Nike y adidas, sí tienen un protagonismo importante. Ellos, marcas especialistas como Asics, K-Swiss, Lotto o Joma, y algunas marcas de material duro que han apostado por esta categoría en los últimos años –principalmente Babolat Wilson y Head-. En textil, entran en juego Decathlon –con todo lo que ello conlleva- y las grandes multinacionales, que sacan partido a sus inversiones en patrocinio y dominan aplastantemente el mercado. Aunque, como en otros deportes, el textil es una categoría muy compleja, el trabajo de marcas como Nike, adidas, Asics o la española Joma está dando sus frutos. FUTURO ASUMIDO Lo bueno del tenis, lo hemos dicho, es que ha sabido entender cuáles son sus límites. Y lo ha hecho, además, con un mercado perfectamente ordenado, controlado y bastante “legal”. Todos los males que sufre el pádel, no los tiene el tenis, seguramente porque la oferta (y la demanda) es muy inferior, y eso ayuda a que la estabilidad no implique deslealtades. Se sabe cómo es el mercado, se sabe hasta donde se puede llegar, y se trabaja acorde con estas limitaciones. Sin esperar más. Y así, con esta filosofía, con este conocimiento del terreno de juego y de sus reglas, el tenis avanza sin sobresaltos, mirando lo que perdió, quizás, pero también agradeciendo lo que le queda por recorrer. Cuando a uno le dan por muerto, lo que se vive se valora mucho más. Ahora, la salud del tenis dependerá básicamente de la capacidad que tengan clubes y marcas de mantener viva esa cultura del tenis que sigue latiendo en nuestro país.Y es muy difícil que eso se deje caer. Por tradición. E incluso por estatus (el de los clubes). En cuanto a las marcas, poco que decir. En un mercado cada vez más estable y maduro, con una cifra de practicantes que apenas varia, las cuotas no van a cambiar mucho, y menos en un deporte donde el jugador suele ser tan fiel a la marca. La tecnología, la innovación, será el gran valor añadido tanto para intentar que los jugadores cambien de marca como, sobre todo, para que quienes ya juegan con nuestra marca, decidan renovar su material. En cuanto al comercio, lo más normal es que las cosas no cambien lo más mínimo en los próximos meses. El tenis seguirá teniendo una presencia importante en grandes cadenas (especialmente en Decathlon, que controla más del 25% de las ventas en unidades), algunas multideporte que, por ubicación o por tradición, seguirán dándole un espacio importante a este deporte, y las especialistas en deportes de raqueta, aunque ahora den la mayor parte de su espacio al pádel, mantendrán su cuota de tenis. Nada va a cambiar ni para bien ni para mal. Estamos, en este momento, en un relajado peloteo desde el fondo de la pista… Y en tierra batida.

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