Jaume Ferrer Editor jferrer@tradesport.com Salud... mental #hagamosbarrio Dicen que de las crisis siempre surgen oportunidades.Pero sinceramente,en el estado anímico en el que muchos nos encontramos, aun siendo positivos, no es nada fácil ser positivo. Rectifico: lo difícil es ver las cosas (al menos las del corto plazo) positivas.Todo el mundo habla del presente, que es lo que más alarma, pero nadie se plantea cómo serán las cosas cuando termine el confinamiento.Y no hace falta ser un experto para saber que la normalidad no se recuperará de un día a otro. La vuelta a la rutina será progresiva y para muchos, lenta. Lo lógico es que todavía se tarde bastante en celebrar eventos que reúnan a mucha gente (entre ellos lo deportivos) o se abran de inmediato comercios donde el tráfico sea muy alto (como centros comerciales o zonas comerciales de gran afluencia). A estas alturas nadie, absolutamente nadie, sabe como será el “día después” de vencer esta batalla. Lo que si parece bastante claro es que las consecuencias van a ser grandes y quienes puedan recuperarse van a tardar en hacerlo. No se trata, ni mucho menos, de ser pesimistas. Estamos reaccionando bastante bien a la situación. Algunos preferirían ser más radicales en las medidas de confinamiento, pero aún así, las que se han tomado son suficientemente drásticas como para acabar dando sus frutos. Otro tema es, insisto, cómo se volverá a la normalidad. Y dudo mucho que hoy por hoy, quienes están buscando soluciones para el presente, tenga tiempo de preocuparse por el futuro. Dicho esto, sí creo que un paso importante que el Gobierno debería dar cuando la situación haya mejorado, es apostar por el deporte. Probablemente se mantendrán cerrados los colegios y las universidades, los transportes quizás no operen al 100% hasta dentro de mucho y puede que incluso, cines, teatros, restaurantes o tiendas tengan que limitar, durante mucho tiempo, su aforo, pero lo que debería priorizarse, permitirse sin ninguna restricción, es hacer deporte. Y no hablo deporte profesional. Hablo de que no se pongan trabas, al contrario, a que la gente salga a correr, vaya en bici o incluso, juegue a pádel o se escape a hacer senderismo. Cuidando ciertos aspectos,como la distancia entre deportistas o la higiene,es importante que, tras un emocionalmente complicado encierro, podamos al menos hacer un poco de deporte. Si nos lo permiten, si esa es una de las primeras medidas que toma el gobierno para recuperar cierta normalidad, es obvio que el sector puede recuperar parte de lo mucho que ha perdido en estos días.Viendo las reacciones de mucha gente en las redes sociales durante este encierro, creo que el ejercicio físico, aunque sea un simple paseo, va a convertirse en una rutina mucho más habitual. Hay mucha gente, que privada de libertad, está empezando a darse cuenta de lo importante que es el ejercicio. Y lógicamente, quienes ya lo sabían, tienen unas ganas tremendas de volver a su día a día “deportivo”. El deporte, como otros muchos sectores que viven de la venta, está pasando un mal momento. Y no creo que sea nada fácil consolar a quienes tienen cerrados sus establecimientos con mensajes motivadores tipo “después de una crisis hay muchas oportunidades”, entre otras cosas porque esta crisis dejará muchos daños colaterales a corto plazo, pero lo que sí es importante es que veamos con cierto optimismo que esta crisis puede, de nuevo, hacer que la práctica despunte.Y si, hay quien ya se está aprovechando de ello (el comercio electrónico se ha erigido como un gran aliado en estos días) pero a la larga, es algo de lo que todos nos beneficiaremos. Incluso o, sobre todo, el tambaleante sistema sanitario español y el, hoy más que nunca preciado, estado del bienestar. Estamos inmersos en unos días muy complicados e inéditos en nuestro quehacer. Hace solo un mes nadie podía imaginar que nos encontraríamos en esta situación, que está poniendo en jaque a todo y a todos. El confinamiento, el estado de nuestra sanidad,el cierre de empresas y comercios y todos los efectos económicos que ello conlleva, tendrá muchas y diferentes consecuencias. En este cambio sistemático en el que parecemos avanzar sin un rumbo claro, a veces preocupados y otras veces relativizándolo todo, hay una serie de “agentes” que se han ganado nuestro respeto y nuestro afecto. Personal médico y enfermeros principalmente, cuerpos de seguridad, transportistas hasta cajeros de comercios de alimentación o indispensables que están haciendo un esfuerzo para que todo fluya mejor y nos afecte lo mínimo posible las consecuencias de esta fatídica pandemia. En la lista de “agentes” que nos están haciendo más fácil este confinamiento también es importante poner en su justo lugar al comercio de proximidad. A esos pequeños súpers, panaderías o farmacias de barrio que abren su persiana cada día para dar servicio a la población de proximidad, para que podamos cubrir nuestras necesidades básicas. Algunos dirán que son afortunados por poder abrir y seguir facturando, y así es, pero no por ello hay que dejar de poner en valor el fundamental papel de este tejido comercial de proximidad. Que ellos abran la persiana nos ahorra colas, aglomeraciones y tener que coger coche para ir a las grandes superficies comerciales. Y eso, en el contexto en el que estamos, es oro puro. Es salud. Es más, este #hagamosbarrio debería empezar desde ya. Encerrados en casa, sin poder practicar deporte, pero con los grandes del ecommerce activos y poniendo a todo volumen sus cantos de sirena, es importante que no nos lancemos al gasto por el gasto, pues eso no ayudará en nada al comercio físico que se ha visto obligado a cerrar.. No estaría de más que estos días de encierro y de cierres, aplazáramos las compras que nos genera el impulso de poderlas adquirir y disponer vía internet y esperemos a que la tormenta pase para adquirirlo en el comercio de proximidad, que mucho lo necesitará. La tienda de barrio, el comercio tradicional, no tiene mucho margen para actuar. Un revés que pone en jaque su supervivencia. Los efectos de esta pandemia cuestionan muchos aspectos de esta brutal globalización que padecemos y uno de ellos es el del contagio. Como suelen decir algunos expertos, cuando Estados Unidos o China tosen, Europa coge una pulmonía. Y esto siempre acaba repercutiendo a los mismos.Y siempre será así si no somos capaces de dar valor a lo local. De protegernos de la globalización o, mejor dicho, de sus demonios, apostando por lo local. La llamada glocalización, que al fin y al cabo implica aprovechar las ventajas de lo global y de lo local, es tan necesaria como combatir el cambio climático, como potenciar la sostenibilidad o como, ahora, luchar contra esta maldita pandemia. El ecommerce es tan imparable como necesario, y evidentemente que en épocas como ésta su papel es muy importante; también las grandes cadenas son imprescindibles en nuestro día a día, en nuestra forma de comprar tan homogénea y globalizada; pero el tejido comercial no tiene ninguna alma ni diferenciación si dejamos que se muera el comercio de proximidad. Si dejamos que lo global acabe con lo local.Ahora más que nunca, ese comercio debe protegerse. Corre un “meme” por las redes que viene a decir que cuando volvamos a la normalidad, los bares y restaurantes, el ocio en general, va a experimentar un boom espectacular.Y así será. Pero también estaría bien que pensáramos en esas tiendas de barrio que, esperemos, abrirán de nuevo para intentar seguir subiendo la persiana cada día. Como dice la publicidad del Ministerio de Sanidad #EsteVirusLoParamosUnidos. Esto es unidad, pero también solidaridad: la de proteger un comercio que siempre, siempre, ha estado allí. Cuando se acabe este encierro #practiquemosdeporte #hagamosbarrio AYÚDANOS CON TUS SUGERENCIAS: tradesport@tradesport.com obli í jaq Desde el año 1993 sport panel edita mensualmente tradesport,la primera publicación del sector deportivo. Tras más de 25 años de historia, y con la misma independencia con la quese fundó, tradesport se ha consolidado como un medio de comunicación imprescindible para aquellos que quieran conocer la evolución del sector. editorial opinión 3 Raul Bernat Redactor jefe raul@tradesport.com
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