TradeSport 285 - Marzo 2020

La salud del pádel a nivel de practicantes, instalaciones y ventas es buena, pero también es evidente que este deporte tiene una serie de asignaturas pendientes que, sí o sí, debe corregir. Y más pronto que tarde. Acabar de ordenar el mercado y potenciar la internacionalización, son dos aspectos clave. 25 tar precios. Y eso revienta el segmento. Y un dato basta para darse cuenta de las consecuencias que ello implica: el pádel es, desde hace muchos años, el deporte con mayor índice de promociones. Hace 5 años, en plena crisis, pero con el pádel subiendo como la espuma, 4 de cada 10 palas vendidas por los comercios especialistas tenían descuentos superiores al 30% sobre el precio marcado. Este 2018, 3 de cada 10 palas se han vendido todavía con descuentos por encima del 30% (y solo un 19% se vendían a precio real). Con estas cifras, es obvio que el margen de este deporte (28% en 2018) sigue estando muy lejos del que sería deseable. ¿La solución? Pues no es precisamente fácil.Y no lo es porque cualquiera puede hacer una marca de pádel… y es muy complejo evitar que eso acabe afectando al sector. Se ha intentado impulsar determinados códigos éticos, acabar con la venta de maletero, exigir un mínimo de calidad a las marcas, intentar que las tienda son hagan el juego a determinadas marcas que no respetan la ley no escrita del respeto a ciertas normas, pero nunca se ha conseguido casi nada. La situación de ahora es la misma que la de hace 2, 3, 5 o 10 años. Hay más gente jugando, sí, pero también hay más marcas. PRIORIDAD 2: LA INTERNACIONALIZACIÓN Antes de insistir sobre la importancia de la internacionalización es importante que repitamos una cosa: el pádel no necesita salir de nuestras fronteras para sobrevivir. Puede, perfectamente, construir un segmento fuerte y con recorrido a nivel interno. El problema es que llegará a un punto en el que ya será imposible crecer y,además de que con ello las marcas perderían muchas oportunidades, la fuerte competencia que en un mercado tan maduro radicalizaría todavía más la guerra de precios, poniendo en peligro el devenir de muchas marcas y tiendas. El consumidor, por cierto, encantado. En este sentido es obvio que la internacionalización es un paso fundamental para que el pádel alcance el potencial real que tiene y, también para que las marcas crezcan. Crezcan, ganen solidez y, con esa solidez, puedan ser más fuertes, también, internamente. La teoría es fácil. ¿Cuál es el problema? Pues que todavía nos está costando mucho que el pádel gane fuerza más allá de España,Argentina y pocos mercados más. Es cierto que en los países nórdicos o en algunos mercados del sur de Europa se están logrando excelentes resultados (sobre todo si tenemos en cuenta lo conseguido hasta ahora) pero en Centroeuropa, una de las zonas con mayor potencial, no se acaban de ver las bondades de este deporte (salvo algunas excepciones como Bélgica). Las marcas lo han intentado, muchas veces respaldadas por asociaciones, patronales, federaciones u organizadores feriales, pero cuesta. O no se abre camino o lo que se consigue es menos de lo que cabría esperar. E intentos los ha habido. Sobre todo, por parte de las marcas. O, mejor dicho, de unas cuantas marcas que tienen claro que su futuro pasa por salir de España. Que su facturación tocará techo si sólo se limitan a uno o dos mercados.Y que la guerra de precios irá a más. El futuro, a corto plazo, invita al optimismo. Como hemos dicho, poco a poco se van construyendo más pistas. Hay mercados, como el nórdico, o algunos en Asia, que ya están experimentando un fuerte boom de practicantes y eso, lógicamente, se traduce en ventas. Hay que estar atento a este despegue porque, como en España, puede ser muy rápido… y estar en primera línea puede ser vital para sacarle partido. Y ese partido puede ser muy muy interesante para las marcas que tengan capacidad de exportar. Que por suerte no son todas las que hay. La internacionalización, en este sentido, también es un buen camino para depurar el mercado porque, al fin y al cabo, solo las marcas realmente implicadas desde hace tiempo en este deporte, (sean especialistas o vengan del mundo de la raqueta) tienen capacidad real para plantearse operar fuera de España. LAS GRANDES SOSTIENEN EL CRECIMIENTO DEL PÁDEL Si nos centramos en las ventas, el mercado total del padel, según las primeras estimaciones, rozó los 110 millones de euros en 2018, un 6,4% más que en 2017, cuando alcanzó los 103 millones de euros. Las palas representaron el 51,86% del total del mercado, el calzado el 16,61%, el textil el 14,69% y el 16,94% restante correspondió a los accesorios y complementos. El número de palas vendidas que se contabilizaron a lo largo de 2018 alcanzó la cifra de 713.620 unidades, un 0,56% más que en el año 2017, cuando, a través de los diferentes canales de venta, se vendieron 709.653 palas. En valor, el crecimiento fue bastante superior, -un 5,22%-, alcanzando los

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