TradeSport 284 - Febrero 2020

67 El futuro del running depende de la capacidad que tengan marcas, tiendas y el sector en general, de dimensionar el mercado, de entender que el running sigue teniendo margen de recorrido y, sobre todo, de tener claro que para que el running mantenga su fuerza hay que empezar a trabajar fuerte.. y juntos. segmento en cuanto a I+D ha sido vertiginosa, tanto en calzado como en textil y complementos. El aumento de competidores se ha convertido en el gran estímulo de las marcas, que han entendido perfectamente que el corredor, especialmente el habitual, es muy exigente y no se deja seducir, necesariamente, por la marca ni por el precio. Busca valor, prestaciones, rendimiento. Ante este panorama, parece lógico que en el boom del running y, especialmente, en su evolución en el comercio, haya tenido mucho que ver el trabajo llevado a cabo por las grandes de este universo, tanto las especialistas, como Asics, Saucony, New Balance, Brooks o Mizuno, como adidas y Nike.También ha sido especialmente destacable el trabajo llevado a cabo por varias marcas nacionales como Joma que están consiguiendo asentar su cuota en un mercado tan competitivo y con marcas con un poder de inversión infinitamente superior. Tampoco podemos dejar de lado una importante lista de marcas que, con conceptos innovadores, y apoyándose siempre en la tecnología, se están ganando un hueco poco a poco en este complejo y saturado mundo. Estas marcas, superespecializadas en muchos casos, están ayudando a consolidar nuevas categorías que, a estas alturas, ya tienen identidad propia y una fuerte competencia. Si hace poco más de una década el running se limitaba, casi, al calzado (con algunas líneas de textil, casi siempre de las marcas de zapatillas), la oferta existente hoy en día la componen una lista interminable de productos específicos para este deporte, muchos de ellos con una oferta repleta de marcas superespecializadas, especialmente en complementos. Mención aparte merece, como no, Decathlon. Su monopolio en las gamas bajas o de iniciación ha sido una de las razones que han obligado a trasformar las estrategias de muchas marcas. Su abrumante cuota de mercado en esta franja baja ha provocado que muchas marcas que antaño dominaban este primer precio (que, por aquel entonces, era bastante más alto) o bien han desaparecido o bien se han visto obligadas a reconvertirse en marcas de gama media a un precio asequible. ADAPTARSE A UNA NUEVA REALIDAD El running ha cambiado mucho. Muchísimo. En apenas una década ha crecido a un ritmo vertiginoso en muy poco tiempo y, en muy poco tiempo, se ha dado un batacazo histórico. Por no haberse sabido dimensionar. Por esperar mucho más de lo que en realidad debía esperarse. Pero el pasado es pasado y ahora toca mirar hacia adelante.Y el futuro del running sólo será positivo si el segmento, todo, asume que lo importante no es crecer exageradamente sino hacerlo progresiva y racionalmente. Eso, y entender, también, que pasado el boom, el futuro del running depende sí o sí de la capacidad que tengan marcas, tiendas y el sector en general, de dimensionar el mercado, de entender que el running sigue teniendo margen de recorrido y, sobre todo, de tener claro que para que el running mantenga su fuerza unos y otros tienen que empezar a trabajar fuerte.Y juntos. Parte de lo conseguido has ahora nos ha venido casi regalado. Ahora, para seguir creciendo, habrá que remar.Y mucho. Y sobre todo, tenemos que encontrar ese equilibrio donde la madurez de un segmento no es sinónimo de que esté quemado. El running ha crecido lo suficiente como para mantenerse fuerte. Y estable. Que el fuerte repunte logrado hace algunos años se haya frenado en seco no quiere decir que el running vaya a caer. Puede seguir el ejemplo del fútbol y convertirse en un deporte estable, con un volumen de ventas muy importantes y que se mantienen sin excesivos problemas año tras año. Y eso, sin duda, es mucho.

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