ne cierta presencia en los medios porque la liga nacional cuenta con equipos punteros en Europa y porque nuestra selección ha logrado importantes metas a nivel europeo y mundial. Aun así, la práctica entre los más pequeños es muy baja y son muy poco los clubes y colegios que apuestan por este deporte. Algo raro, por cierto, porque las instalaciones las tienen (es la misma cancha que la del fútbol sala). Al final, la parte más positiva de estos deportes es que su cifra de practicantes es muy estable. Baja, pero estable. Quizás el Balonmano si ha tenido algún descenso importante, pero en general, pocos cambios. Las escuelas y clubes que tradicionalmente han apostado por estos deportes siguen haciéndolo, y aunque su caída en practicantes a partir de ciertas edades (cuando acaba el colegio) es espectacular (aquí si que no hay ligas amateurs), la verdadera base, los más pequeños, sigue siendo muy sólida. A nivel de ventas, puesto que son deportes minoritarios -comparándolos con fútbol y baloncesto- es obvio que su cobertura es muy limitada.Y la oferta, también (marcas muy especializadas que, generalmente, han apostado por estos deportes por la fuerza que tienen en otros mercados). El balonmano o el voley se salvan un poco del ostracismo en tiendas multideporte (en cuentagotas), pero en general, o tienen presencia en comercios muy especializados en zonas donde esos deportes tienen una larga tradición o Decathlon es la única alternativa que queda. Eso ha sabido hacerlo muy bien la cadena gala: dar espacio a deportes secundarios o minoritarios. Y el sector, pese a quejarse de ello, ha dejado que sea así. ENFOCARSE EN LA BASE No sólo hay vida más allá del fútbol, también tiene que haberla. Y potenciarse. Y protegerse. La sombra del fútbol es muy alargada, pero el sector y las administraciones tienen que potenciar otros deportes. Colectivos o individuales. Algunos, como el running, crecen y se mantienen solos, pero otros necesitan un empujón. Que generen poco negocio no implica que deban dejarse de lado. Muchos pocos suman mucho.Y estos deportes son fundamentales para el sector y para la salud deportiva. No todo el mundo quiere chutar un balón. Hay muchos deportes colectivos con una muy buena base de practicantes. Pero hay que cuidarlos. Son la base.Y aunque su práctica en escuelas y clubes es alta, tienen una tasa de abandono muy elevada a partir de la adolescencia. Y eso, aun siendo difícil, hay que intentar corregirlo. Sin apoyo mediático ni institucional es imposible crecer, pero, también, es más difícil animar a los más pequeños a apostar por ellos. Y no se trata solo de vender. Se trata de construir base. O como mínimo de mantenerla. Y lo que al fútbol le cuesta poco, a otros deportes les cuesta muchísimo. No sólo hay vida más allá del fútbol, también tiene que haberla. Y potenciarse. Y protegerse. La sombra del fútbol es muy alargada, pero el sector y las administraciones tienen que potenciar otros deportes. Colectivos o individuales. Que generen poco negocio no implica que deban dejarse de lado. Muchos pocos suman mucho. a fondo 72 ESPECIAL DEPORTES DE EQUIPO
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