TradeSport 282 - Diciembre 2019

En estos últimos años deportes como el running, el bike o el pádel han llenado muchas páginas en los medios de comunicación, tanto en los profesionales como en los generalistas. Son deportes que han experimentado un gran boom y de los que, lógicamente, se ha hablado mucho. También son modalidades que, en un momento complicado para el sector, han equilibrado la balanza y han ayudado a muchas marcas y tiendas a sobrellevar la caída en picado de otras categorías. Pero que se hable de ellas y que hayan logrado, durante años, muy buenos resultados, no significa que sean los únicos deportes que dinamizan el sector. Hay otros que, sin hacer excesivo ruido y con un comportamiento muy plano (entendiendo plano como algo positivo), llevan año generando un volumen de ventas a tener muy en cuenta. Y el más destacable, obviamente, es el fútbol. El fútbol, más allá del negocio, es un deporte que vive y crece apartado de absolutamente todo. Ajeno a los altibajos de otros segmentos. Ajeno, incluso, a los ciclos económicos. Su gran baza, además de un volumen espectacular en unidades y valor, es su gran regularidad. Su estabilidad. No logra repuntes destacables desde hace año, pero tampoco pierde nada. Y eso, en un sector tan inestable a veces, es un logro muy importante. Mientras la gente habla de running, pádel, bike o sneakers, el fútbol lleva años siguiendo un ritmo tranquilo pero constante. Nada ha logrado desestabilizar al fútbol. El fútbol es un mundo aparte. Un mundo que camina completamente ajeno a todo lo que le rodea y los pocos altibajos que sufre -casi imperceptibles- no suelen tener relación alguna con el entorno global, más bien con ciertas particularidades que tiene el propio segmento. Una de estas particularidades, por cierto, son los años pares. Como este 2020 que viene. En estos años, con Eurocopa o Mundial, las ventas suelen repuntar. En calzado y, sobre todo, en réplicas. El futuro es bastante previsible. Nada va a cambiar.Y no lo hará por dos razones muy simples. La primera, porque los índices de práctica no van a cambiar, y eso garantiza un volumen de venta determinado que, además, es el más importante del sector.Y la segunda, porque el fútbol es un negocio, y son tantos los intereses que mueve, que ya habrá quien haga lo necesario para que la rueda siga girando. Es un deporte que mueve miles y millones de euros en derechos de imagen,traspasos, publicidad… Sí, la base de practicantes asegura un mínimo de ventas muy elevado, pero probablemente sean los fuertes intereses que hay detrás lo que siempre mantendrá el fútbol vivo. Y eso, aunque no guste, es un gran aval, el mejor, para que las tiendas y, sobre todo, para que las marcas, sigan apostando por este deporte. Un deporte que, con diferencia, es el que mayores inversiones tiene en marketing, al menos en Europa. LA PRÁCTICA GARANTIZA EL ÉXITO Deportes como el running, el pádel, el bike o el Trail siguen contando con una buena base de practicantes, eso no lo podemos negar. Han sido, en estos últimos años, los deportes de moda. Pero hay vida más allá. Y mucha. El sector es mucho más amplio que cuatro disciplinas que han vivido un buen momento. Hay otras, como el fútbol, que venden mucho más, que tienen mucho más espacio en tienda y que no han perdido ni un ápice de su protagonismo en estos años en los que parecía que correr o ir en bici eran las únicas alternativas para hacer deporte. Es fútbol es, con diferencia, el deporte con una mejor base de practicantes. Y con más licencias. La mayoría de practicantes son niños y jóvenes, es cierto, pero ese target ya representa un volumen de ventas espectacular. Y es que, más allá de los billetes que puedan mover derechos de televisión, patrocinios, sueldos de las estrellas o venta de entradas, y aunque la venta de material deportivo tenga un peso relativo en este universo, el fútbol es el deporte por excelencia del sector. Durante muchos años, cuando running y bike eran cosa de cuatro insensatos, ha sido el deporte que mantenido viva la parte más técnica del sector. No hay que olvidar que en los últimos años el fútbol está concentrando entre un 8% y un 10% del total de las ventas del sector, unos porcentajes que, teniendo en cuenta el volumen vuelve a representar el sportwear, son muy importantes. La venta de calzado, por ejemplo, ronda desde hace años los dos millones de pares anuales –entre fútbol y fútbol sala-, y a eso hay que sumarle las réplicas y las equipaciones (cuyas ventas no son precisamente a fondo FUTBOL El paradigma de la regularidad bajas) y una larga lista de complementos. La elevada facturación de este deporte, más allá del volumen importante que tienen las réplicas, se explica, simplemente, analizando la gente que lo practica. Y no hablamos sólo del millón de licencias que hay –y que, sin duda, ya dan una idea bastante clara de cómo pueden ir las ventas- sino, sobre todo, por los miles y miles de españoles que juegan en liguillas amateurs. Sin ir más lejos, algunas estimaciones apuntan a que más de 3 millones de personas podrían estar jugado a fútbol cada semana. Por no hablar de los centenares de miles de niños que, jueguen o no, quieren las botas que llevan sus ídolos. Y este último no es un dato secundario: el fútbol es el deporte que mueve más dinero entre los no practicantes. No hay ningún otro deporte que genere tantas ventas no destinadas a la práctica. Y el volumen es espectacular. Las réplicas, por ejemplo, generan cifras suficientemente astronómicas como para que las marcas se planteen pagar 90 ó 100 millones de euros a un club. Sólo con estos datos, ya queda bastante claro que estamos ante un segmento que, además de ser fuerte, tiene un volumen de ventas muy estable y con unos mínimos muy importantes. Con este panorama, que el fútbol sufra un batacazo está del todo descartado. Probablemente ni tenga un pequeño tropiezo. EL MONOPOLIO DEL DINERO Si nos centramos en las ventas,lo más significativo que podemos decir, la conclusión más importante con la que podemos resumir el reparto de poderes de este segmento, es que el fútbol es el deporte donde mayor monopolio tienen las dos grandes multinacionales del sector. Y las cifras son bastante escandalosas: entre Nike y adidas controlan más del 80% de las ventas en unidades y en va35

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