TradeSport 279 - Septiembre 2019

el recorrido del trail, hoy por hoy, invite más al optimismo que el del running. Al textil, que juega un papel mucho más importante que en el running, no se le ha dado más potencial del que realmente tenía, los complementos ganan peso cada día (muchos son imprescindibles) y el calzado sigue manteniendo un buen ritmo de ventas. LUCHAR PARA MANTENERSE ESTABLES Lo difícil no es llegar, sino mantenerse. El running ha llegado donde ha llegado sin demasiados esfuerzos. Casi sin quererlo. Con la crisis como principal aliada, este segmento ha visto como, en muy pocos años, se convertido en uno de los grandes estandartes del sector, sobre todo de la parte más técnica. El comercio especialista ha crecido y se ha asentado, y el multideporte ha sabido explotar una tendencia como hacía tiempo que no lo hacía. Mirando atrás, todo son buenas sensaciones. El problema es que ahora hay que mirar adelante. Y la cuesta es empinada. Algunos baches no los podemos evitar porque no dependen de nosotros, pero otros muchos, nos los hemos puesto nosotros mismos.Y serán mucho más complejos de superar. Tenemos que encontrar ese equilibrio donde la madurez de un segmento no es sinónimo de que esté quemado. El running ha crecido lo suficiente como para mantenerse fuerte. Y estable. Que la moda termine no quiere decir que el running vaya a caer. Puede, y debe, convertirse en el nuevo fútbol. Un deporte estable, con ventas muy importantes y que se mantienen sin excesivos problemas año tras año. Durante años se ha hablado del running, del bike, del pádel o de determinadas modalidades outdoor como el gran eje sobre el que giraba el presente del sector y mientras, el fútbol, seguía su curso sin sobresaltos, estable, generando un volumen de negocio del que pocos -o nadie- puede presumir. Con un futuro muy bien definido en el que no hay lugar a los sobresaltos.A eso debe aspirar el running. Era inevitable que la ley del mercado se impusiera. Con un segmento más ordenado y, sobre todo, con un potencial mucho más “razonable”, el running seguirá siendo uno de los grandes motores del sector. Habrá que reinventarse, sobre todo algunos comercios que han apostado a ciegas por el running, pero alternativas las hay. Y muchas. Haber dado un paso firme hacia la especialización puede ser un gran punto de inflexión para muchos comercios, que quizás no podrán seguir explotando el running como hasta ahora, pero que, por el know how adquirido, podrán atreverse con otros deportes. Lo importante, al final, es entender que la estabilidad, el mantenerse fuertes y sólidos, avanzando con firmeza, es mucho más importante, rentable y seguro, sobre todo a largo plazo, que esperar nuevos repuntes espectaculares. La madurez no es algo negativo, todo lo contrario. Lo negativo seria estar esperando una nueva crisis para volver a crecer. Tenemos que encontrar ese equilibrio donde la madurez de un segmento no es sinónimo de que esté quemado. El running ha crecido lo suficiente como para mantenerse fuerte. Y estable. Que la moda termine no quiere decir que el running vaya a caer. Puede, y debe, convertirse en el nuevo fútbol. Un deporte estable, con ventas muy importantes y que se mantienen sin problemas año tras año. 55

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