TradeSport 278 - Julio-Agosto 2019

34 ferias OutDoor by ISPO arranca con buenas sensaciones Dicen que lo que mal empieza, mal acaba. Pero no siempre es así. Y un buen ejemplo de ello es la primera edición de Outdoor by Ispo, que este miércoles ha cerrado su estreno en Munich con 1.018 expositores y más de 22.000 visitantes profesionales. ¿Es un buen balance? A priori, no, porque en la peor de las ediciones de Friedrichshafen no se bajó de los 30.000 visitantes, pero viéndolo desde una perspectiva más global (y más“largoplacista”), no es un mal arranque para un salón que se ha preparado en apenas 7 u 8 meses y que ha generado tantas expectativas como dudas. Razonables. Como cualquier estreno. La verdad es que la Outdoor de ISPO arrancó mal. Muy mal. El primer día fue, como muchos expositores no dudaron en señalar, “preocupante”. Las largas avenidas que los organizadores habían diseñado para dar al salón un aspecto menos agobiante, estaban desiertas. Y salvo algunas excepciones,también lo estaban los stands.Y eso,en una primera edición, y acostumbrados al intenso tráfico que desde el primer día hay en la edición invernal, hizo saltar algunas alarmas. Que fuera domingo e hiciera un calor digno de los Monegros en agosto, no ayudó mucho. Nada. El despertar del lunes fue tranquilo, también. Ni rastro de los metros a rebosar o de las largas colas que se ven a primera hora en ISPO. Todo muy calmado. Pero por suerte, poco a poco, las cosas se fueron animando. Los stands de las grandes marcas ganaban tráfico a medida que avanzaba el día y las marcas empezaban a olvidarse del pésimo arranque del salón. En algunos pabellones la sensación seguía siendo de excesiva tranquilidad, pero en otros, el ajetreo no era muy distinto del que había en Friedrichshafen. O en la ISPO de invierno. El diseño de los pabellones, hay que decirlo, es un arma de doble filo. Los grandes espacios que hay entre stands son una bendición para quienes paseamos por la feria, pero también dan una falsa sensación de vacío muy peligrosa. Por las interpretaciones que puedan hacerse. En cualquier caso, aunque es obvio que en vez de 9 pabellones se podrían haber ocupado 6 o 7 y hacerlo todo más compacto, las “grandes avenidas” diseñadas por los responsables del salón, se agradecen. Aunque inviten a engaños. Volvamos al salón. Martes muy parecido al lunes. Buen tráfico, muchos stands llenos y los recelos más calmados. Aunque latentes. Las expectativas, insistimos, eran muy altas. Por ser quien es ISPO. Por lo que consigue en invierno. Y por el error, de muchos, de comparar el nuevo Outdoor con ISPO y no con Friedrichshafen.Y de hacerlo, aunque en cifras Munich sigue perdiendo, es obvio que a corto plazo la balanza se equilibrará… y a medio y largo plazo el cambio estará más que justificado. Si no lo está ya. Se podrá hablar del ambiente bucólico del lago, de un entorno mucho más “Outdoor” que el cemento de la capital bávara, pero al final, por practicidad, Munich es mucho más lógico. Es más fácil llegar, es más fácil dormir, es más fácil comer… Todo es más fácil. Y con mejores servicios. Y el salón es mucho más moderno en propuestas, aunque cuesta arrancarlas. UN NUEVO MODELO Si hay algo que se ha propuesto OutDoor by ISPO es dar un vuelco al salón. Ofrecer a la industria algo que Friedrichshafen no ofrecía. Un simple cambio de ubicación quizás no hubiera sido suficiente para que el EOG decidiera trasladarse a Munich. Hacia falta un nuevo concepto.Y eso es lo que diseño ISPO. Un salón con hasta 18 áreas de enfoque dentro y fuera de los pasillos y con un pro- ¿22.000 visitantes es un buen balance para esta primera edición? Habrá quien crea que no porque en la peor de las ediciones de Friedrichshafen no se bajó de los 30.000 visitantes, pero viéndolo desde una perspectiva más global -y más “largoplacista”-, no es un mal arranque para un salón que se ha preparado en apenas 7 u 8 meses La idea del salón de ampliar el concepto Outdoor no es mala. Al contrario. El Outdoor va mucho más allá de las actividades “clásicas” como el senderismo, la escalada, el trail running, el alpinismo, los deportes acuáticos o ciertas actividades urbanas al aire libre grama de apoyo de gran alcance para visitantes profesionales. Un salón convertido en plataforma de experiencia.Y así ha sido Outdoor by ISPO. Otro tema es que el visitante haya entendido este concepto.Y no estoy muy seguro de que así haya sido. Los esfuerzos de los máximos responsables del salón por vestir Outdoor han sido muy grandes, y más teniendo en cuenta el poco tiempo con el que se ha diseñado el salón, pero, aun así, queda mucho trabajo por hacer para que la industria entienda que el salón va mucho más allá del producto. Es más, probablemente sea todo aquello que hay más allá de los productos de los stands lo que le da valor a este encuentro. Y en eso es en lo que tiene que trabajar el salón, en trasmitir esas propuestas de valor que, aun siendo tan interesantes, quizás no han generado la respuesta esperada. Y no por culpa de la organización, precisamente. LA ORGANIZACIÓN, SATISFECHA Volvamos de nuevo al salón. Como del miércoles no hace falta decir nada (uno tiene la sensación de que solo sirve para que los expositores que no han tenido la suerte de volver a casa puedan darse

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