artículo del mes 28 Por Carlos Grande Secretario General de ASECODE BABY BOOMERS Pocas dudas quedan acerca del envejecimiento de la población española. Nuestra pirámide demográfica se invierte, perdiendo gran parte de su base, los jóvenes. Durante 2018 se registraron 369.302 nacimientos en España según datos del INE, lo que supuso un descenso del 6,1% respecto al año anterior (y suerte que los nacimientos de madre extranjera continúan creciendo y ya alcanzan el 20,6% del total.) En poco más de 40 años, hemos pasado de una tasa bruta de natalidad de 18,7 a 7,86, el peor registro de toda la serie histórica (que comienza en 1941). Nuestro país es uno de los que cuentan con una de las tasas de natalidad más bajas a nivel mundial, y gracias a nuestro índice de desarrollo humano y calidad de vida, somos uno de los países, junto a Japón, con mayor esperanza de vida. La suma de ambos vectores nos sitúan como un país que envejece y las proyecciones demográficas nos configuran como un país de viejos en un corto período de tiempo. Para el sector deportivo esta es una mala noticia, pues si bien es cierto que la práctica deportiva es cada vez más transversal respecto a la variable “edad” y contamos con un mayor número de practicantes a edad madura, es evidente que durante la juventud o temprana madurez se produce una mayor actividad física. Por otro lado, la otra gran fortaleza sobre la que se sostiene el sector, la moda, también tiene un mayor impacto entre la población más joven, siendo más marginal cuanto mayor es la edad. Por tanto, la evolución demográfica de nuestro país no muestra un horizonte despejado al sector de la distribución deportiva en España, más bien al contrario. Esta situación es trasladable a todo el retail. De hecho, tras las fuertes inversiones realizadas para atraer a los millenials, comienzan a aparecer corrientes que aconsejan sumar esfuerzos en captar el consumo de los baby boomers, los nacidos entre 1946 y 1964, quienes, a bote pronto, situaríamos fuera del radio de acción de nuestro sector. Sin embargo, quizás son la generación madura más sana de la historia, y cuentan con un poder adquisitivo notoriamente superior que los millenials. Además, es una generación que cuenta con la voluntad de tener una vejez activa, y para quienes el concepto salud tiene un valor importante. Nuestro sector, como muchos otros, están subestimando el gran potencial que tiene conquistar a este segmento que, según algunos estudios, sólo cuenta con un 5% de la publicidad orientada hacia ellos. Así, algunos analistas señalan a los baby boomers como un verdadero segmento dorado para el retail. Evidentemente, no planteo olvidar o desatender a los jóvenes, quienes suponen el verdadero sustento de la distribución deportiva, pero Nuestro sector, como muchos otros, está subestimando el gran potencial que tiene conquistar a este segmento que, según algunos estudios, sólo cuenta con un 5% de la publicidad orientada hacia ellos. Algunos analistas señalan a los baby boomers como un verdadero segmento dorado para el retail. quizás debería acercarse a esa población que, en general, disfruta de buena salud y tiene empatía por el comercio físico y las relaciones personales, pero que al mismo tiempo ha comenzado a usar las nuevas tecnologías, sobre todo entre sus estratos más “jóvenes”. Los baby boomers pueden ser un ”océano azul” de practicantes de baja/media intensidad a los que convencer con argumentos relacionados con la salud y la comodidad de los productos del sector fruto de su desarrollo tecnológico y adaptación a su uso. Además contamos con numerosos estudios que afirman el beneficio que aporta una actividad física moderada a la salud en todas las etapas de la vida, también en la madurez. El último ejemplo, del que se hace eco EL PAIS en su edición del 13 de julio afirma que la práctica repetida ayuda a que se generen nuevas neuronas en el hipocampo. Siempre que me topo con noticias de este tipo, recuerdo la película Cocoon, en que los ancianos de una residencia entran en contacto con unos capullos extraterrestres sumergidos en la piscina de una casa contigua a la residencia, que hace que aquellos que se bañen en esa piscina cuenten con efectos revitalizantes. Si el sector contara con el impulso de programas desde las consejerías de salud de las comunidades autónomas recomendando actividad física desde las consultas médicas -circunstancia que, por cierto, ya viene desarrollándose con experiencias pilotos en diversas comunidades con cierto éxito-, podría abrirse un nuevo horizonte para el sector, que mientras tanto cada vez parece reducirse a una menor población. No afirmo que esta posibilidad sea sencilla, y dudo de que la parte más “vanguardista” del sector quiera tener una relación manifiesta con este segmento de población, pero considero que puede haber una oportunidad interesante de cara al futuro. Con la situación actual de nacimientos y personas en edad fértil, el número de jóvenes con el contaremos en las próximas décadas apunta a una reducción drástica, y, tristemente, no contamos con planes de Estado para combatir esta situación. Por tanto, o se produce una llegada importante de inmigrantes que suplan estas carencias, o en poco más de una década habrá que cambiar drásticamente la curva de edad a la que dirigirse para mantener las tasas de venta, en el mejor de los casos “acompañando” el envejecimiento de los millenials. Por otra lado, es cierto que la desvertebración del sector no ayuda a empujar a las administraciones en el desarrollo de programas que favorezcan al sector, tampoco en el caso de la actividad física para los baby boomers antes mencionados, lo que supone una dolencia más para un sector fuertemente vertebrado en torno a entidades de carácter comercial como son los grupos de compra ( situación que ha sido fuertemente impulsada en los últimos años por las principales marcas del sector), pero que adolece de una vertebración para lograr objetivos comunes para el sector...
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